El colegio Clara Campoamor, lleva por bandera educar en igualdad

El colegio público Clara Campoamor de Riaño ha obtenido el primer distintivo a la «Excelencia Educativa en la Promoción de la Igualdad» que ha instituido el Ayuntamiento de Langreo desde su área de Igualdad. Su lema ‘Todos somos iguales, pero diferentes’.

La directora del centro, Marta García, agradeció en nombre de la Comunidad Educativa este distintivo que consideró un impulso para «seguir trabajando ya que queda mucho por hacer». Además, explicó que sirve «para tomar conciencia» del conjunto de iniciativas, incluidas «las más pequeñas», que todo el claustro del centro desarrolla para educar a los niños en la igualdad de género.

Fiesta del colegio Clara Campoamor de Riaño celebrando la entrega del distintivo.
Fiesta del colegio Clara Campoamor de Riaño celebrando la entrega del distintivo.

Al concurso se presentaron siete centros del concejo y el centro IES Cuenca del Nalón también recibió una mención especial del jurado por su «compromiso durante muchos años» en la educación en igualdad. El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, remarcó que hay que «seguir insistiendo» en esta lucha, sobre todo «insistiendo en acabar con los roles de género en edades tempranas”.

Un premio que ya luce en un placa , que recuerda este reconocimiento. 120 escolares del centro disfrutaron de un día festivo para recoger los frutos de una educación en igualdad que está impulsada desde la dirección del centro y apoyada por toda la comunidad educativa. Desde el colegio a las familias el Clara Campoamor es un ejemplo de la sociedad de futuro, hacia esa en la que ellos han emprendido el camino.

Un camino de igualdad que ha calado en muchos alumnos de diferentes centros escolares del municipio que han participado en un concurso de ideas, del que resultaron ganadoras Cristina Suárez Fernández, de 9 años alumna de quinto curso del colegio José Bernardo de Sama, y Lucía Marrón, de 11 años, que estudia sexto curso en el colegio Gervasio Ramos. La primera de ellas escribió un cuento sobre una niña, María, que quiere jugar al fútbol con la oposición de los niños, mientras que la segunda que propuso crear emoticonos que reflejen la igualdad entre chicos y chicas.