Atlas de Geografía Minera: “Ya los saquemos”

Un helicóptero sobrevoló el Pozu Fondón de Sama el viernes 21 de noviembre a eso de las cinco de la tarde. Unos minutos antes que las hélices, sonó el teléfono de la Brigada de Salvamento Minero. Un accidente grave en una mina de Vega de Rengos, en Cangas del Narcea, al menos dos atrapados, “puede que tres”. Los medios de comunicación no tardarán en hacerse eco del “hundimiento” en la explotación de Cangas del Narcea, pero en las pocas y mecánicas conversaciones de los brigadistas, en ese rato que todo se para y a la vez todo fluye como un mecano, seguro que alguien habla de “derrabe”. A Álvaro Fuente, fotoperiodista especializado en minería, la sirena le pilla en las instalaciones del equipo de rescate. “Aún tengo los pelos de punta de ver cómo se pusieron a funcionar en menos que canta un gallo. Acojonante”, aseguraría tan solo unos días después.

“Ponerse a funcionar” en la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa supone movilizar a dos turnos de brigadistas: por un lado, los que están currando en ese momento, que se tienen que ir para Vega de Rengos, y por otro lado los mineros rescatadores que entrarían en el turno de la noche y que, para que la brigada no se quede sin cubrir, tendrán que estar en Sama en menos de 20 minutos. Sin problema, lleva muchos años siendo así.

Nadie se acordó en este momento de lo que lleva trayendo de cabeza a toda la Brigada de Salvamento Minero desde dos semanas atrás. Y es que 19 de sus 21 miembros han presentado su renuncia a formar parte del equipo de rescate. ¿Por qué? Pues la principal razón es el “ninguneo”, aseguran, de la empresa a su labor.

Desde hace años que al equipo especializado no se incorporan trabajadores, lo que hace que los actuales acumulen muchísimas horas extra de trabajo, tantas como más de 9.000. Ahora, la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) les pone pegas para pagarles tal cantidad de trabajo extraordinario. De la reunión del 26 de noviembre, que es cuando yo escribo estas líneas mientras Alfonso Zapico busca inspiración en fotos de la Brigada, no salió ningún acuerdo. El plazo que tiene Hunosa para alcanzarlo expira el 7 de diciembre a las 12 de la noche. De no haber solución, el 8 de diciembre de 2025 dejará de funcionar por primera vez en 113 años de historia.

Pero volvemos al viernes 21 de noviembre y al Pozu Sotón donde, desde que el helicóptero despegó camino de Vega de Rengos, solo se esperaba ya un mensaje. Durante la tarde se conoció que los dos mineros atrapados estaban fallecidos y que, por suerte, el tercero había conseguido salir por su propio pie. Pero lo que se aguardaban eran tres palabras. Y llegaron pasados unos minutos de la una de la madrugada de unl largo y doloroso día: “Ya los saquemos”.

Misión cumplida. Que nadie se quede dentro. ¿Será la última? Todos soñamos con que fuera la última, porque eso significaría que no hay accidentes en las minas, en los túneles… Pero todos somos conscientes de que el mundo no funciona por nuestros deseos, sino por nuestras necesidades. Y la Brigada de Salvamento Minero se necesita, por muchas cosas: porque no podemos aventurarnos a dejar entre los escombros el cuerpo de ningún compañero. Y por orgullo, rediós. ¿No os parece que ya nos arrebataron demasiadas cosas?

Los dos muertos en la mina ayer son Óscar Díaz, vecino de Cangas del Narcea, de 32 años, y Anilson Soares de Brito, de 42 años, vecino de Villablino. Nos unimos al dolor de sus seres queridos.

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