XLVIII Descenso Folkórico del Nalón

La fiesta que se deja llevar por la corriente

El Descenso Folclórico de Laviana ocupa un puesto indiscutible en el calendario festivo de Asturias, la cita de este año será el 22 de agosto
Peña participante en el Descenso del Nalón en el año 1971

Nació en el año 1968 de la mano de un grupo de jóvenes lavianeses para animar la jira a La Chalana de las fiestas patronales del Otero y acabó animando a miles de jóvenes de toda Asturias que tienen a finales de agosto, una cita indiscutible  -fluvial y colorida- en el Río Nalón. Si tuviéramos que definir con pocas palabras el Descenso Folclórico del Nalón podríamos usar tan solo tres: Amistad, Celebración y Río. Las tres son las protagonistas de esta cita que en la edición de este año tendrá lugar el 22 de agosto. La “amistad” es un ingrediente importante porque está en el origen del Descenso y continúa en el presente, no en vano, la organización de las últimas ediciones lleva el nombre de “Asociación de Amigos del Descenso Folklórico del Nalón”. Esta entidad nació del encuentro de miembros de varias embarcaciones que durante muchos años hemos participado en El Descenso. “Creíamos tener en nuestra mano capacidad e ideas para mejorar la más emblemática fiesta del concejo de Laviana. Organización, ambiente, popularidad, publicidad son aspectos, que a nuestro juicio vivieron tiempos mejores y decidimos organizarnos para hacer lo que estuviese en nuestra mano”, explican desde el colectivo en el que apuestan por “recuperar la historia y el espíritu del Descenso, colaborar en su difusión y mejora son nuestros objetivos. También, representar a todos aquellos que como nosotros, amamos profundamente esta fiesta, a los capitanes de las embarcaciones, a aquellos que año a año disfrutan del desfile desde las aceras de Laviana o desde la ventana de su casa…”.

El segundo ingrediente de la tarta del Descenso es la “celebración”. Y es que en eso consiste, ni más ni menos, esta cita. En celebrar, en celebrar el verano, la vida, la fiesta, los amigos, la alegría y con todo ello hacer un embarcación que te lleve entre Puente de Arcu y La Chalana. Los pueblos de Laviana, algunos bares, las peñas de lavianeses e incluso de foráneos se vuelcan en competir de una manera sana por el premio de la Sopera, aunque ni siquiera ganar es el mejor de los galardones en esta fiesta. Solo hace falta preguntar a los participantes qué es lo mejor del Descenso. Todos, seguro, te dirán que “pasárselo bien”.

Carroza de la Peña Otero Team, ganadora de la Sopera del pasado año.

Y claro ni el descenso, ni el folclore serían posibles en Laviana sin el Río Nalón, que durante un sábado de agosto se convierte en todo un carnaval. El río también se disfruta pero se respeta. Una de las iniciativas que en los últimos años ha puesto en marcha la Asociación de Amigos del Descenso es que tras la fiesta se organiza una sextaferia para recoger toda la basura y los residuos que pueda haber generado la multitud que participa en la cita.