Tragedia en Peñes

Ocho marineros fallecen en el naufragio de un pesquero junto a la isla Erbosa. Uno de los cuerpos continúa desaparecido
Restos del naufragio del Santa Ana, en las costas del Cabo Peñas

La tragedia azotó la costa asturiana en marzo como hacía muchas décadas que no ocurría. Y esta tragedia de marzo tiene un nombre propio: «Santa Ana». Así se llama el pesquero en el que viajaban nueve marineros del que solo se salvó uno. Los hechos ocurrieron en la isla de Erbosa, junto al Cabo Peñes, al alba del lunes 10 de marzo. El pesquero acababa de abandonar el puerto de Avilés para sumarse a la campaña de la xarda pero, por razones que ni el único superviviente ha podido explicar, un error en el rumbo hizo que impactase con las rocas de La Erbosa. El barco se hundió rápidamente, y sólo Manuel Simal fue rescatado con vida. Los otros ocho pescadores corrieron peor suerte. Dos fueron hallados sin vida el mismo día del trágico suceso: Manuel Indalecio Mayo Brea (cocinero), natural de Muros (A Coruña), y el portugués Francisco Gomes Fragateiro, primer patrón de la embarcación. Después comenzaron unas arduas arduas labores de rescate en las que participaron, con muchas dificultadas y algún accidente, hasta 32 buceadores profesionales de Salvamento Marítimo y la Guardia Civil. Pudieron extraer del interior del pecio a otros cuatro marinos: el asturiano Marcos del Agua, los indonesios Wasito y Suherman Hasan y el gallego Lucas José Mayo Abeijón. Veinte días después del siniestro, y más de 150 kilómetros del lugar del suceso apareció, en la playa cántabra de Tagle (Suances) un quinto cuerpo. La autopsia confirmó que el cadáver localizado era el de Vitor José Farinhas Barga. Al cierre de esta edición aún continúa desaparecido, Manuel María Tajes, que era el mecánico del buque.