100 años cuidando mineros

El sanatorio Adaro celebró en febrero su primer centenario a orillas del Río Nalón, siendo ahora un referente en cuidados geriátricos

El Sanatorio Adaro nació el 12 de febrero de 1914, con 16 camas y un objetivo muy claro: cuidar y curar a los mineros accidentados en las minas de carbón del Nalón y el Caudal. Este hospital de heridos, a medio camino entre Sama y Ciañu  ha vivido su siglo mucho dolor pero también mucha esperanza. Una de las personas que ayudó a que las luces ganaran a las sombras fue el Doctor Vicente Vallina. El médico de los mineros, el especialista que convirtió Asturias en una referencia mundial en avances médicos en traumatología. Ahora el Adaro tiene 148 camas, y 140 trabajadores, entre personal directo e indirecto. Ha pasado de cuidar solo mineros a hacerse cargo de las personas mayores de las cuencas, la mayoría de sus plazas geriátricas son concertadas. Con el siglo XXI al centro sanitario langreano se incorporaron departamentos pequeños que ocupan alguno de sus muchos huecos y que se destinan a la atención a enfermos mentales o discapacitados. En sus instalaciones también  la UVI Móvil del Nalón y desde hace tan solo unos días la Unidad de Atención Temprana para niños con problemas. Pero aunque pasen los años y cambien las costumbres,  para muchos, el Adaro será siempre el Hospital de los Mineros.

El presidente del Principado, Javier Fernández (en el centro) encabezó los actos conmemorativos del centenario del Sanatorio Adaro

El 12 de febrero de 2014, cien años después, Langreo sopló cien velas en honor al Adaro. En el acto que incluyó las notas musicales del Santa Bárbara bendita en la voz, siempre emocionante, de Chus Pedro, y el buen hacer de los jóvenes integrantes del Coro de Voces Blancas del Nalón sirvió como un homenaje al sanatorio. Fueron muchos los que acudieron a la cita si bien es cierto que entre los colectivos de trabajadores se criticó la ausencia de la plantilla en los actos oficiales. Unos actos que estuvieron presididos por el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández. El máximo dirigente autonómico declamó un emotivo discurso en el que perfiló los cien años del Adaro y su importancia en el devenir de las cuencas mineras y sobretodo en la salud de los mineros.

En el acto también participaron Vicente Vallina (hijo) y Luis Adaro (nieto), herederos de aquellos hombres que le dieron empuje y renombre al sanatorio de los mineros.