«El alma de la Rula son las personas que hacen posible que cada día el pescado llegue a nuestras mesas»

En 2018 una langreana, Isabel Pacios Fernández era nombrada nueva directora gerente de la Lonja de Gijón. Diplomada en Ciencias Empresariales por la Universidad de Oviedo, MBA Executive por el Institute Executive Development, Pacios ha cursado también diferentes programas de especialización en gestión de empresas. Cuenta además con numerosos cursos de liderazgo, comunicación, coaching, así como un Programa Ejecutivo para mujeres en Alta dirección. A la Lonja de Gijón llega procedente de Friobas Basilio, donde ha ejercido como responsable de operaciones de Alimentos Congelados del Cantábrico desde 2014. Con más de 25 años de experiencia profesional, durante los que ha desempeñado puestos de responsabilidad en el ámbito de la administración empresarial.

Isabel Pacios en su despacho de la Lonja de Gijón de la que es directora gerente.

– El río Nalón lleva décadas sin ser navegables, ¿cómo llega una langreana a ponerse al frente de la rula de Gijón?

La verdad que cuando me incorporé al puesto, no conocía el sector en profundidad. El mar siempre me ha encantado y el tener una vinculación al mismo, me pareció muy atractivo. Ante todo, me considero gestora y siempre digo que la gestión es lo más importante, porque sea el sector que sea, sin gestión no hay resultados. Las cuestiones del día a día, el estar a “pie de muelle”, el conocer las necesidades de todas las partes, el solucionar los problemas e inconvenientes que se presenten, es lo que aporta valor añadido y te hacen alcanzar el éxito. Hay particularidades, pero lo más importante es gestionar y sobre todo gestionar en entornos muy cambiantes y diversos. Cada año, cada campaña es diferente y hay que estar preparados para afrontarlos con visiones diferentes.

– ¿Cómo es su día a día para seguir posicionando esta rula entre las mejores?

El día a día viene marcado por la época del año. Si estamos en campañas la actividad marca el ritmo de trabajo y todos ponemos el foco en la pesca. Es un ir y venir de barcos, personas y los tiempos son muy cortos. Todo sucede muy rápido y hay que ser muy ágiles en la gestión. El resto del año es más tranquilo y es el momento de programar y organizar.

– En 2021 se logró un récord de 14,9 millones de kilos de pescado subastado y una facturación de 27,7 millones. ¿Este año estamos en el mismo camino?

El año 2021 fue un año fuera de serie, espectacular, donde la pesca se dio muy bien, y eso conllevó a obtener unos grandes resultados. El año 2022 está siendo un buen año, pero los acontecimientos derivados del incremento de los combustibles han tenido su impacto en la actividad. Por ejemplo, justo cuando se inició la campaña de caballa, empezó la huelga de transporte, con lo que era muy complicado poder dar salida al pescado y esto nos hizo perder muchos kilos.

No obstante el computo del año ha sido muy bueno, cerrando el segundo mejor año de la historia.

Pacios durante su trabajo en la lonja de Gijón.

– En la mayoría de los sectores las subidas de carburantes y otros productos están frenando crecimientos y expectativas ¿cómo está afectando a la lonja gijonesa?, ¿Escasea el pescado?

Las lonjas no estamos exentos de las repercusiones derivadas de una economía global. El incremento del precio del combustible afecta a los barcos muy directamente y en ocasiones se pierden zonas de captura, duración de las mareas, etc, pero no hemos notado que el pescado escasee por ese motivo. Sí hemos notado que nuestros costes se han disparado, especialmente el gasto en electricidad, que se ha incrementado en un 117%, lo que tienen su impacto en la cuenta de resultados.

– ¿Cuáles son las campañas más importantes en LonjaGijon?

En Lonja tenemos tres campañas principales: la caballa y el bocarte que son campañas de primavera y el bonito que es campaña de verano. La campaña de la caballa suele empezar a mediados de Marzo y puede durar unos dos meses en función del ritmo de capturas. La caballa es una especie migratoria y es a mediados  de marzo y abril, cuando está más próxima a nuestras costas. Son embarcaciones principalmente gallegas y portuguesas las que acaparan el mayor porcentaje de las capturas.

La campaña de bocarte se inicia el 1 de Marzo, pero no suele ser hasta abril y mayo cuando se produce la mayor concentración de barcos y capturas. La flota que es principalmente vasca, cántabra y gallega, son aproximadamente unos 150 barcos, se desplaza casi toda en bloque y durante algunas semanas de la primavera la concentración de barcos y actividad en la lonja es frenética. El año pasado batimos el récord de 100 barcos descargados en un solo día y éste año el día que más hemos tenido han sido 85 barcos, con lo que esto conlleva.

Otra campaña importante es la del bonito. Suele comenzar a principios de Junio y en función del ritmo de capturas su duración varía. Éste año ha sido la campaña más larga de los últimos cuatro años, aún sigue abierta porque los barcos no han capturado el total de kilos asignados, sin embargo, los malos tiempos, metereologicamente, hablando y la escasez de capturas han hecho que se dé por finalizada la campaña,

– ¿Quienes son sus principales clientes?

En Lonja Gijón tenemos cerca de 200 clientes autorizados para comprar y van desde pescaderías, mayoristas, grandes superficies y conserveras, tanto de Asturias como del territorio nacional. En función de la especie y la época del año los clientes varían. Algunos compran durante todo el año y otros únicamente en campañas. En campañas, especialmente la de bocarte, las conserveras de Cantabria y País vasco, vienen directamente a comprar a Gijón. Directamente no exportamos, pero clientes que compran aquí sí que exportan. Por ejemplo bocarte para Italia, Rumanía, Croacía y Marruecos. Especies como la caballa para Italia o Canadá y chicharro o jurel para Egipto. Así que en alguna medida podemos decir que nuestro pescado tiene algo de internacional.

– El bonito se ha convertido en una se las señas de identidad de Gijón, ¿la apuesta por el bonito tiene futuro?

La tradición de consumir bonito en Asturias, está muy arraigada. En cualquier ciudad, pueblo de Asturias, durante la época estival se consume mucho bonito, y no hay pescadería o restaurante que no lo ofrezca a los consumidores. Es un pescado que es a finales de Agosto cuando está en su punto álgido de sabor, al tener más grasa y estar más sabrosos. Es un pescado que además puede ser consumido de muchas maneras diferentes, es versátil.

– ¿Dónde podemos encontrar el alma de la rula?

El alma de la Rula son todas y cada una de las personas que hacen posible cada día que el pescado llegue a nuestras mesas. El alma de la rula son los barcos, los trabajadores de la Lonja, y los compradores. Es toda una cadena de personas y actividades que hacen posible que el pescado llegue al consumidor final. Una cadena que tiene que estar perfectamente engrasada y funcionar en plazos muy cortos, ya que el pescado es un alimento perecedero. Sin sector no hay pesca y debemos recordar que consumir pescado fresco es muy importante para llevar una vida sana y alimentación saludable.

– La lonja de Gijón ¿seguirá creciendo?

.-Yo siempre digo que nuestro jefe es el MAR. Es quien marca nuestro ritmo de trabajo y nuestra actividad. Si la pesca se encuentra próxima seguiremos creciendo, por supuesto. No obstante es un sector con muchos problemas de estructura, con un problema de falta de relevo generacional, muy importante y que es necesario resolver, sino el sector irá poco a poco mermando sus posibilidades.

– ¿Trabajan en algún proyecto de sostenibilidad?

Sí. Somos conscientes que debemos cuidar nuestro medio y trabajamos en mejorarlo. Desde el 2018, estamos en el proyecto MARES CIRCULARES de Coca Cola de recogida de basuras marinas. Tenemos tres barcos adheridos al proyecto que entran asiduamente en nuestra Lonja y se encargan de recoger todas las basuras que se encuentran en el mar. El resultado, 4 años más tarde, es muy satisfactorio y se ha colocado en el Puerto de Gijón el primer banco hecho con un 30% de plásticos encontrados en el Mar. También hemos medido nuestra huella de carbono y la hemos inscrito en el Registro Nacional de Huella de carbono, siendo un punto de partida para intentar disminuirla.

– ¿Continua vinculada a Langreo?

Sí, por supuesto. Aunque trabajo en Gijón, vivo entre Oviedo y Sama de Langreo ya que aquí reside mi hermana.

– ¿Cómo ve el futuro del Valle del Nalon? Qué necesita con más urgencia?

El futuro del valle del Nalón es, en general del mismo color que tanta riqueza nos ha dado a todos. Y lo peor es que no es futuro, es una realidad y un presente. He vivido toda mi vida en Sama de Langreo. Todos mis hermanos estudiamos aquí hasta que empezamos a la Universidad, pasamos nuestra juventud aquí y los recuerdos son imborrables y muy difíciles de explicar a quienes hoy ven las cuencas como están.

Había en Sama un núcleo comercial regentado por familias de toda la vida y de actividades distintas. Mis padres tenían negocio que hoy regenta mi hermana, y yo recuerdo las calles, los negocios llenos de vida y de gente. Hoy no tenemos nada, la gente joven se van en busca de oportunidades laborales y de vida. Es una tristeza ver como tenemos nuestras calles, nuestros parques, nuestro comercio, no hay niños, no hay vida. Una pena, de verdad.