Navegar en Tanes, de la utopía a la realidad

El concejo de Caso lleva años ganando batallas para poder utilizar de forma lúdicas las aguas del pantano de Tanes. Los acontecimiento se precipitan de manera mucho más lenta que la deseada por los casinos

El 2021 no comenzó bien para el proyecto, en la Junta General del Principado se rechazaba a una enmienda presentada por Podemos a los presupuestos regionales para destinar una inversión al proyecto que se desarrollará en el embalse. Los empresarios no descartaron salir a manifestarse cansados de asimilar trabas y retrasos, más trabas, y más retrasos. La enmienda parcial presentada por Podemos, que fue rechazada por el PSOE, Ciudadanos, IU y el portavoz de Foro, suponía una inversión de 25.000 euros que, sin duda, pondría algo de claridad en este proyecto, al desconocer cómo pretende el Principado apoyar al Caso en esta encomienda.

Mientras desde la alcaldía casina el regidor Miguel Ángel Fernández movía ficha. Lo hacia con determinación enviando una realista y dura carta al Principado en la que planteaba al responsable regional la preocupación por el retraso en la culminación del proyecto y por el papel jugado por Cadasa. Y mostraba la indignación de todo el concejo tanto a los continuos retrasos, como a algunas actuaciones, como la llevada a cabo en diciembre de 2019 cuando una lancha a motor (como viene siendo habitual cada ejerció) surcaba las aguas del pantano de Tanes en las labores de limpieza, en el arrastre de la basura y los materiales acumulados en la superficie. Se llevan hasta la zona de la presa, donde una grúa pluma lo saca del agua. Posteriormente los materiales se llevan a Cogersa. Cada año se realizan estas labores y cada año los vecinos se indigna ya que una de las razones esgrimidas por el Principado año tras año es que navegar en Tanes, y principalmente con embarcaciones a motor perjudicaría la calidad de sus aguas.

Pantano de Tanes.

La carta llegaba al Principado desde donde el vicepresidente y consejero de Medio Ambiente, Juan Cofiño, en una especie de rectificación encubierta, anunciaba al alcalde casín que si serie el Principado quien asumiría la construcción del embarcadero que permitirá el uso navegable del pantano de Tanes, en colaboración con el ayuntamiento. En dicha misiva el mandatario regional esgrime que en la Dirección General de Medio Rural “se acumula una importante experiencia a la hora de intervenir en estos espacios protegidos, que resulta muy adecuada para abordar actuaciones en las que han de compatibilizarse los valores medioambientales y socioeconómicos”.

Una colaboración que se establece en tres vías: “dando asistencia técnica para la elaboración de la documentación necesaria para la obtención de la concesión para instalación de equipamiento y navegación ante la Confederación Hidrográfica; dando asistencia técnica para la redacción del proyecto de ejecución de las instalaciones de embarque y servicios; y ejecutando, dentro de las actuaciones en el parque natural, las obras necesarias para la construcción” de esas instalaciones. Una vez realizadas las obras, concluye la misiva, “se entregarán al Ayuntamiento” que será “el responsable de su gestión y mantenimiento.

La noticia no puede ser más positiva para el concejo, de inmediato el tejido empresarial local manifestaba su intención de por hacerse cargo de la concesión para explotar el servicio, que implicará el alquiler de las embarcaciones. Ahora Caso vuelve a ilusionarse con un proyecto que llevan décadas esperando a que se desarrolle. Las limitaciones son grandes, pero más la ilusión de todo el municipio. En sus aguas podrá haber cien embarcaciones, dando cabida de forma simultánea a 42 en total (33 más 9 autorizadas para entrenamientos). Estará permitido que acoja competiciones deportivas. Por contra, no será posible el baño y no se podrán utilizar barcas ajenas a las que alquile la futura empresa concesionaria del servicio. La navegación se circunscribe al pantano de Tanes y queda prohibida en el de Rioseco, según se acordó en su día.