“No es necesario ir al extranjero para trabajar, se puede combinar la calidad de vida de Asturias con el teletrabajo”

Martín Álvarez Espinar, nacido en La Nisal (Lada), es desde hace seis meses es el director de Estándares Web en Europa para la multinacional Huawei

– ¿Cómo un chaval que sale de La Nisal acaba siendo una de las caras visibles de Huawei?

Aunque no lo creamos en Asturias tenemos una Universidad con mucha reputación en nuevas tecnologías y carreras técnicas. Luego, al terminar la carrera, tuve la suerte de no tener que marchar a trabajar a una gran ciudad y quedé en el Centro de Innovación de Mieres que pertenece a la Universidad de Oviedo. Después encontré trabajo en el Centro Tecnológico de Información y Comunicación de Gijón.

– ¿Qué hizo allí? ¿Cómo era cuando empezó?

– En el 2004 había un tercio de los edificios que ahora encontramos en el  CTIC pero sí comenzaban a formarse un montón de empresas tecnológicas. Estaba surgiendo un polo de atracción de talento tanto en lo relacionado con la informática como con las telecomunicaciones.

Allí desempeñé el trabajo de responsable de W3C en España y Latinoamérica. Es un consorcio que crea estándares para la web. Digamos que son las “tuberías de la tecnología” que nos permiten, a nivel de usuario, navegar por la web, hacer compras, etc y esto lo tenemos aquí, en Gijón. Después de casi quince años trabajando Huawei se fijó en mi perfil y me contactó. Me hizo una oferta que no pude rechazar y digamos que, de una manera corta, ese ha sido mi recorrido.

– ¿Cuándo se empezó a interesar por las nuevas tecnologías? No sé estoy pensando, por ejemplo, en videojuegos.

– Cuando era adolescente empezaron a llegar los primeros ordenadores asequibles y ahí me empezó a interesar este mundo. Tampoco era un apasionado, pero sí que me gustaba cacharrear con ellos, destriparlos un poco y ver cómo funcionaban. Abrirlo para ver qué es lo que pasaba. Por supuesto, también me gustaban los juegos. De ese interés por ver su funcionamiento, sumado a que todo el mundo decía que era la tecnología del futuro y que, mi padre, cuando aún no lo tenía muy claro me regaló un libro de orientación para escoger la carrera que quería… surgió el interés profesional. Yo miraba por un lado algo que me gustara y por otro, algo que tuviera salida laboral. Y esta profesión me encajaba. No se puede decir que fuera una vocación desde el principio, digamos que la fui forjando a medida que iba aprendiendo.

“En mi mochila personal me llevé la cabezonería de las cuencas”

Martín durante una conferencia.

– Le escucho hablar y da la sensación que tiene fe en el futuro digital de Asturias. ¿Cómo ve la situación con esta crisis que tenemos encima?

– Yo creo que ahora, con el tema de la pandemia, vamos a ver un cambio a mejor. Tenemos una buena posición y un gran nivel de ingenieros en Asturias – muchos, de hecho, han tenido que emigrar a otros lugares -. Sin embargo ahora nos hemos dado cuenta que podemos estar trabajando de la misma forma e, incluso, de forma más eficiente, desde cualquier sitio. Ya no es necesario marchar a trabajar fuera, se puede combinar la calidad de vida de un lugar como Asturias y el estar con tu gente sin tener que permanecer físicamente en una oficina en Boston, Nueva York o Bruselas. Así que estoy convencido que veremos muchas nuevas empresas que tirarán del talento asturiano de forma deslocalizada. Por ahí es por donde está tirando el mercado laboral en estos momentos.

– Pero lo podían haber hecho antes. Son empresas que dominan las tecnologías, ¿por qué ahora?

– Ya había empresas que lo hacían pero eran grandes multinacionales que siempre han tenido personal deslocalizado por el mundo. No todas las empresas estaban tan avanzadas en este aspecto, siempre había un poco de reticencia. Ahora, a la fuerza, se han dado cuenta de que funciona. De hecho hay países como Bélgica en los que por ley se obliga al teletrabajo siempre que sea posible. Además, esto afecta también a otras empresas grandes que no necesariamente son tecnológicas pero que cuentan con personal como administrativos.

– ¿Qué valores o cualidades, de esas que se asocian a la cuenca, se ha llevado en la mochila para desarrollar su carrera profesional?

– La cabezonería. El tesón. La cosa de luchar y pelear. Algo que nos caracteriza a los de la cuenca es que somos bastante cabezones y si se nos mete algo en la cabeza vamos para adelante. Al menos es así en el entorno en el que viví. Si algo querías, tenías que tirar por ello.

– A menudo, cuando pensamos en profesionales que trabajan en el ámbito de las nuevas tecnología se nos viene a la mente la imagen de una persona que va del ordenador al sofá.

– Como el informático de los Simpson.

– Bueno, pues no me había venido a la mente. Pero sí. Y no es su caso, ¿verdad?

– (Se ríe).Llevo toda la vida ligado al deporte. Primero al fútbol y después al atletismo. Son más de veinte años entrenando duro todos los días con la idea de mantenerme activo y despejado. Esta profesión es bastante sedentaria aún cuando en mi caso particular, por motivos laborales, suelo viajar mucho. El deporte, y el atletismo en mi caso, es una manera de estar saludable, estar en forma y también “ordenar” la mente a final del día.

– Usted ha llegado incluso a crear una aplicación que versa sobre deporte y salud.

– Fue una cosa curiosa porque presenté el proyecto sobre la marcha, después de acudir a una charla y enterarme que ese mismo día, cerraban el plazo para un concurso de ideas en el desarrollo de una App. Itinera2 era algo que tenía en mente como una aplicación para ayudar a esas personas que organizan carreras en las fiestas del pueblo, juegos para niños, partidos de soleteros contra casados… la cosa es que resulté finalista. Pero, como lo mandé de esta manera, no me había dado cuenta de los correos que habían llegado hasta que vi uno que ponía “no conseguimos contactar con usted, ¿quiere seguir en el proceso de selección?”. Por supuesto continúe y al final resultó ganador el Open loT Challenge. Finalmente lo cedí al CTIC  para hacer un proyecto social donde la gente mayor de Tineo participaba caminando por su ruta del colesterol y el esfuerzo se traducía después en bonificaciones. Era una manera de engancharlos a hacer deporte que se suspendió con la llegada de la pandemia.

– Las aplicaciones y la tecnología nos facilitarían la vida. ¿Las tiene en cuenta la administración?

– En la administración tiene que haber un cambio de paradigma para hacer que sea más accesible digitalmente. Cuando quieren, funciona. Y el caso práctico lo tenemos en Hacienda donde puedes hacer todos los trámites de manera telemática después de autentificarte. Yo creo que al final, si quien te atiende en la gestión lo está digitalizando desde el ordenador de una oficina, se puede dar la opción telemática como una manera eficiente de gestionar y de evitar duplicidad de documentos o problemas con el almacenamiento de los mismos. Con la crisis sanitaria vemos más de cerca este problema porque para realizar gestiones con la administración hemos tenido que pedir citas previas, hacer colas… La tecnología ya existe, lo que necesita la administración es implementarla para que puedas hacer todos los trámites de manera telemática sin que tengas que pedir una cita previa porque no hay forma de compulsar, de otra manera, un documento.