Los romeros se preparan para visitar a la Virgen del Carbayu

Los langreanos se preparan para rendir honores a la Virgen del Carbayu, una imagen que es seguida con gran devoción en el concejo por ser, entre otras cosas, la patrona del municipio. Dicen los expertos que la devoción por la santa comenzó en la época medieval y que sería en 1954, con la declaración de la Virgen del Carbayu como patrona de Langreo, cuando alcanzaría su máxima expresión. La romería es, además, Fiesta de Interés Turístico Regional y cuenta con una gran afluencia del público. Por este motivo cada año se pone un servicio discrecional de autobuses que acerca a los romeros al lugar a fin de evitar problemas con el tráfico en una zona donde el aparcamiento es escaso.

Procesión en las Fiestas de El Carbayu.
Procesión en las Fiestas de El Carbayu.

Los actos festivos, que comenzarán el día 7 de septiembre, tendrán en el tradicional barrenazu  su punto de salida. En él, como viene siendo habitual, estarán presentes distintas autoridades locales y también numeroso público que lleva esperando todo el año la celebración de sus fiestas más “auténticas”.  Ya en la tarde, concretamente a las cinco, se visitará el pueblo de Pampiedra para realizar la ofrenda floral en recuerdo a sus canteros. Cuenta la leyenda que fue en este enclave donde habían decidido hacer la ermita. Sin embargo la Virgen, no muy contenta con la ubicación que habían escogido para ella, se apareció sobre un carbayu indicando el lugar donde quería que construyesen su “morada”. Así, como parte del milagro, convirtió el pan que estaban comiendo los canteros en piedra lo que explicaría según la tradición mariana el topónimo actual de la localidad.

Tras los actos más solemnes de esta primera jornada se celebrará el Día del Niño que correrá a cargo de producciones infantiles “Pie Plano”. Ellos serán los encargados de organizar juegos y talleres donde la globoflexia, los pintacaras y los hinchables harán las delicias de los más pequeños. Una hora después la canción asturiana cogerá el relevo festivo de la mano de Celestino Rozada y Patricia Pariente. Ya inmersos en la música, la primera gran verbena de los festejos correrá a cargo de Jony Luarca y la orquesta Israel.

El día grande – 8 de septiembre – dará comienzo con la algarabía de la gaita y el tambor que irá llenando de música tradicional los distintos rincones del Carbayu despertando a los romeros de los “excesos” de la noche y atrayendo a multitud de personas que cada año acuden al lugar para celebrar este día tan especial en compañía de amigos y familia. Pablo Casal, presidente del Alcázar de Sama, será el encargado de leer el pregón en un emotivo acto donde también se hará entrega del Langreano de Honor 2018 al Conservatorio de Música del Valle del Nalón Manuel Fernández “Jaurés”. Los actos litúrgicos comenzarán con la bendición del ramu y la misa solemne -que estará cantada por el coro Santiaguín -, a la que seguirá la procesión y la puya’l ramu. Éstos estarán acompañados por la Banda de Música de Langreo, la Banda de Gaitas de Langreo y los grupos Reija y Agrupación Folclórica “Picu Villa”. A las tres de la tarde comenzará la comida campestre para la cual la Sociedad de Festejos habilitará, siempre que el tiempo lo permita, una zona exclusiva con tableros, mesas y sillas, previa reserva y abonando 1,50 euros por persona. El requisito para poder participar en esta comida es que la bebida debe adquirirse en el bar de la organización. Las reservas se harán en el teléfono 666 07 43 14. Tras la pitanza los asistentes podrán disfrutar de la actuación de los grupos de baile y también de la música del Conservatorio Valle del Nalón. Además, la Escuela de Baile “¿Bailamos?” hará una exhibición. La verbena que cerrará los festejos correrá a cargo del DJ Jony Luarca y la orquesta “Los Trovadores”.

Orquesta Los Trovadores.
Orquesta Los Trovadores.

Durante las dos jornadas festivas habrá  bar con servicio de restaurante. Así, los comensales podrán  disfrutar durante el viernes y el sábado por la noche de parrilla, pulpeiro y carta a elegir previa reserva de mesas. El 8 de septiembre habrá un menú especial para la comida – previo encargo- que consistirá en una tabla de embutidos, cordero a la estaca, postre, pan, vino o agua, café y chupito por 25 euros; pudiendo adquirirse este menú para degustarlo en otros lugares.

Como en años anteriores se establece un servicio no gratuito de autobuses. Así, durante el viernes y el sábado habrá un horario nocturno para acercar a los romeros al Carbayu que comenzará las 22 horas. El sábado también habrá un horario diurno que comenzará las diez de la mañana y se extenderá hasta las ocho de la tarde. Este transporte se podrá coger en La Felguera, concretamente en la estación de autobuses; en Sama, junto a la Plaza la Salve; y en Ciaño, en la Torre de la Quintana.

Retazos desde El Carbayu

Pacita García Zapico va ahondando en el paisaje y paisanaje del Carbayu sentada en el asiento del copiloto mientras hacemos el trayecto hasta el pueblo que la vio nacer. En este enclave langreano se celebrará en los próximos días una de las fiestas con mayor arraigo del concejo, la Virgen del Carbayu. “Mira, esa casa de ahí está vacía y esa otra también. Una pena”. Al llegar frente a la ermita que sirve de cobijo a la patrona nos espera Vicente Gutiérrez Zapico. Pronto empiezan las chanzas y las risas. Son dos viejos amigos que a lo largo de los años han ido fraguando, junto a otros, la historia de este emblemático lugar. Y, este año, ambos han sido homenajeados por ser los miembros de la Asociación de mayor edad.

Vicente Gutiérrez y Pacita  García en el exterior de la ermita de El Carbayu.
Vicente Gutiérrez y Pacita García en el exterior de la ermita de El Carbayu.

“Este dice que es del Carbayu”, señala Pacita, “pero en verdad es de Pozobal, ellos venía aquí a la escuela pero porque los dejábamos.. prubinos, queríen ser del Carbayu”. Vicente, no se queda atrás, y arenga las proezas de su pueblo de donde “salió gente muy inteligente. Médicos, ingenieros, aquí no salió nadie, ná más que beber” señala socarronamente a Pacita. Y es que, como ella misma nos cuenta, durante años regentó el bar del Carbayu como ya hicieran antes sus padres y su abuela. “Aquí había cuatro bares, allí no tenían nada. Bueno, un bar, pero no querían gastar les perres”, sentencia. Y los dos ríen.

Poco a poco nos van contando como se vivía en aquella época las fiestas del Carbayu a la que acudía un montón de gente porque eran especiales. Aunque señalan, se vivía con más alegría que ahora porque “en el pueblo eramos más personas y había muchos críos. Raro era el matrimonio que no tenía como mínimo tres guajes”. “Ahí”, dicen, “vivía la Freda, la que tocaba les campanes en la iglesia. Tenía siete guajes. Había mucha vida n’esti pueblu”. Juntos recuerdan momentos, andanzas en la escuela y juegos en la plaza del pueblo con pelotas de trapo que se ataban con cintas. No había para más. “Era una época difícil, parece mentira, pero pasamos por todo”, señala Pacita.

Sentados en el porche de la ermita hablan de los últimos cambios que se darán. Todavía no saben el párroco que tomará el relevo en la localidad pero si tienen claro que quieren uno que “trabaje por el pueblo”. Como lo hace la Asociación del Carbayu para la que deshacen en halagos.  “Compraron el centro social, lo estuvieron rehabilitando y trabajando muy duro, organizan las fiestas, se preocupan por los problemas del pueblo. Son de lo mejor”, destacan. Vicente, además, nos invita a participar en la ruta al picu Cogollu mientras nos señala donde está. “Es un sitio guapísimo con una réplica de la virgen y además, no es nada difícil hacerla”.