El Pozo Sotón ofrece una visita bajo tierra de dos horas para todos los públicos

El pozo Sotón de Hunosa, primera mina de carbón en Europa accesible a los turistas, ampliará su oferta y pondrá en marcha este verano un nuevo recorrido guiado más corto por el interior de la explotación. La nueva ruta se adapta a la demanda de visitantes y operadores turísticos, que ven demasiado exigente el itinerario de cinco horas que se ofrece actualmente, y son partidarios de actividades más breves. Así, aparte del recorrido de cinco horas, se ofrecerá uno de dos horas a un precio de treinta euros.

La visita se centrará principalmente en experimentar la actividad minera. Antes de tomar la jaula, los visitantes se cambiarán de ropa, recibirán una charla formativa de seguridad y serán provistos de lámpara de luz y equipo auto-rescatador. A continuación se dirigirán al embarque del pozo para iniciar el recorrido interior.

Las visitas se desarrollarán en la décima planta del pozo Sotón, a una profundidad de 556 metros (a -308,27 metros por debajo del nivel del mar). La longitud aproximada del recorrido será de dos kilómetros.

Visita de guías turísticos al Pozo Sotón.
Visita de guías turísticos al Pozo Sotón.

Los interesados accederán al embarque en el exterior, tomarán la jaula tras pasar por la sala de máquinas y descenderán hasta décima planta. Desde el embarque, ya en décima, se dirigirán a visitar la sala de bombas y la sala de baterías para, luego, tomar el tren hacia la chimenea ‘La Turista’, donde podrán probar suerte con el martillo y picar su propio carbón. Finalmente, se hará el recorrido de vuelta hacia el embarque.

Hasta la fecha han sido casi 4.000 los visitantes que se han adentrado en los 140 kilómetros de galerías que pueden recorrerse desde la caña del pozo. Según especifica Hunosa, para valorar adecuadamente esta cifra, hay que tener en cuenta que, por motivos de seguridad, la visita está restringida a pequeños grupos de turistas. Inicialmente, se pusieron en marcha con grupos de diez turistas al día mientras que, desde hace algo menos de un año, se ha ampliado a treinta personas por jornada.

Además, dada su exigencia, la visita larga no es apta para todo tipo de público. Precisamente, la puesta en marcha, ahora, de una visita más corta pretende ampliar el abanico de público potencial que puede conocer la mina.

Durante la visita larga, que se extiende durante casi cinco horas, se baja por una chimenea y se pica carbón, se barrena un frente de galería, se baja un plano casi vertical hasta 556 metros y se recorre un trayecto de dos kilómetros en un tren minero también a 556 metros bajo el nivel del suelo.