Graphit o el inicio de un plan

Alfonso Zapico reúne a representantes del mundo del diseño y la comunicación para poner en marcha  un centro artístico en las comarcas mineras

El dibujante , Alfonso Zapico, premio nacional de cómic en 2012 fue el padrino y padre de una nueva iniciativa cultural que ha venido a dar vida al inicio del verano en la comarca del Nalón. Fue el encuentro Graphit, un seminario en el que profesionales de distintas disciplinas conocieron, debatieron y buscaron alternativas culturales que ayuden al desarrollo de los territorios mineros. Un granito de arena muy inspirador. Diseñadores, ilustradores, periodistas, creadores de videojuegos, publicistas, fotógrafos. Graphit, el seminario profesional impulsado y coordinado por Zapico que llenó estos días de ideas, proyectos y cultura el centro ETIC de El Entrego. Durante la primera jornada los 50 participantes escucharon distintas iniciativas surgidas en España y Francia en las que la cultura sirve de motor de desarrollo de territorios. Una receta que, para Zapico, puede funcionar en las comarcas mineras.

Asistentes a una de las conferencias que se impartieron en el seminario Graphic

Graphit, que incluso tendrá su propio comic que elaboró sobre la marcha el dibujante aragonés Álvaro Ortiz continuación la organización de grupos de trabajo multidisciplinares y la puesta en común de las conclusiones.  La segunda jornada sirvió para testar ideas sobre la posibilidad de poner en marcha un centro de creación en las comarcas mineras. Se habló de contenido y ubicación, de fondo y forma. Lo tres grupos de trabajo desarrollaron distintos aspectos del futuro proyecto. Así uno de los grupos discutió sobre el lugar donde se podría poner en marcha el centro que sería “espacios que ya existen y que están quedando vacíos. Y podemos pensar en las barriadas, equipamientos que están quedando en ocasiones faltos de uso y se podrían reutilizar».

La manera de gestionar el espacio también ocupó el debate. La idea que surgió de la discusión entre los participantes es que si bien «se pueden ofrecer servicios gratuitos, apoyados en lo público” habría que tener una contrapartida que “tendría que ver con lo privado”.

Y en el fondo de todo la retroalimentación entre el espacio interior, el centro de creatividad y el exterior, las comarcas mineras. Porque como muy bien defiende, y espera, Zapico: «Los autores que vengan a trabajar van a dar una contrapartida al entorno. Influirán en la forma de ver el mundo de la gente, en especial de los jóvenes».