La minería pone en el punto de mira a prejubilados y subcontratados
Ambos colectivos protagonizaron las protestas del sector durante las últimas semanas por los «incumplimientos» de Hunosa y Sepi a los planes firmados sobre pensiones y excedentes
Los prejubilados y los subcontratados de Hunosa son los dos colectivos mineros para los que el mes de marzo fue de todo menos tranquilo. El recorte en las prejubilaciones, de hasta 600 euros, ha traído de calle a los ex-trabajadores de la hullera pública que insisten en que Hunosa y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) cumplan lo pactado en los planes 1998-2005 y 2006-2012 de la empresa minera respecto a este apartado. El anuncio de que se iban a rebajar estas pensiones apenas dio tiempo a reaccionar a los afectados que, ya en el mes de marzo, vieron como VidaCaixa, entidad con la que la hullera suscribió el primer plan, informaba por carta a los afectados. Los sindicatos señalan que con esta medida «menoscaba» el «colchón de rentas existentes en las comarcas mineras, con un alto índice de paro, superior a la media nacional, y que supone el sustento de familias enteras».
El recorte conllevó concentraciones espontáneas, primero y convocadas después frente a la sede de Hunosa en la Avenida Galicia de Oviedo. En el mismo portal de la empresa llegaron a acampar un grupo de prejubilados durante varios días.
En paralelo a la lucha de los prejubilados discurre la tarea nada fácil de los subcontratados de la hullera para hacerse escuchar. El grupo de trabajadores de las contratas protagonizó dos encierros, uno en el Ayuntamiento de San Martín del Rey Aurelio y otro en Mieres. Ambos sirvieron para «hacer pública» la situación de desamparo en la que se encuentran estos mineros despedidos.
Y continuarán porque a sus encuentros con responsables políticos como Gaspar Llamazares o los encierros le seguirán actuaciones reivindicativas durante las próximas semanas. Su objetivo es claro:»exigir a los responsables de nuestra situación que se cumpla el plan del carbón». «El incumplimiento de dicho plan está trayendo hambre y miseria a nuestras familias», aseguran de forma tajante los subcontratados. Con las movilizaciones buscan el apoyo de la ciudadanía para terminar con «su indefensión». «Estamos dispuestos a pelear por el futuro de nuestras familias hasta donde haga falta», señalan.
