Al cole, ¿Cómo? Y ¿cuándo?

Pocas cosas hay tan inciertas como la vuelta al ‘cole’. La comunidad educativo esta inquieta, y es que en las últimas semanas padres y profesores han estado atentos a los cambios que llegaban desde las autoridades educativas. Finalmente la Consejería de Educación del Principado de Asturias ha decidido retrasar el inicio de curso al 22 de septiembre para los alumnos de Infantil y Primaria, para el 28 de septiembre el inicio de la ESO, 29 para Bachiller y el 30 para Formación Profesional. La razón que en aras de garantizar a los docentes y a los padres una mayor seguridad han decidido realizarán pruebas PCR a todo el profesorado. Y permitirá un mayor control de la situación epidemiológica ante el rebrote registrado en la región en las últimas semanas.Pero el profesorado no se da por satisfecho. Insisten en la necesidad de reducir el número de alumnos por aula y alertan de la masificación de ciertos centros, algo en lo que también coinciden algunas reivindicaciones por parte de los padres. El objetivo es doble, dar el mayor grado de presencialidad en Infantil, Primaria y parte de Secundaria y conseguir vuelta una segura, saludable y sostenible para toda la comunidad educativa

Para garantizar esos ratios, prometidos desde el ejecutivo, Asturias ha acordado ampliar las contrataciones de profesorado en 860 interinos para permitir que esa ratio de 20-21 alumnos por aula abarque desde los 3 años hasta los 13 años (2ª de la ESO inclusive). Supone un esfuerzo sin precedentes en materia de Educación, que se cifra en 30 millones de euros adicionales el coste del profesorado para el curso 2020-21 en Asturias. Los representantes del profesorado asturiano apuestan por la vuelta presencial a las clases, pero censuran la imprevisión de las administraciones públicas. Entres sus mayores temores los profesores con más de 60 años, el personal o alumnado que conviven con personas de edad avanzada, y los alumnos con necesidades especiales.

De las pocas cosas que están claras es que el curso será semipresencial a partir del tercer curso de Secundaria. A partir de tercero y bachillerato, el alumnado estará unos días en el aula y otros en casa, y los grupos se relevarán.Los centros estarán abiertos todo el año para apoyar al alumnado más vulnerable y contarán con servicio de comedor siempre que la situación epidemiológica lo permita. De hecho, la idea es mantenerlos abiertos incluso si hay brotes. Solo se cerrarán en casos excepcionales, «cuando la situación sea generalizada y esté descontrolada.

Se considerará brote a partir de tres contagios por coronavirus o más en un colegio. Si hay un caso positivo en un grupo de convivencia estable -en clases de hasta veinte alumnos, como ocurrirá en Asturias hasta cuarto de Primaria-, se pondrá a toda la clase en cuarentena. En el supuesto de que tuviera lugar en una clase ‘normal’, solo sus contactos estrechos se irán a casa. Si hubiera casos positivos en varias aulas sin vínculo epidemiológico, se seguiría el mismo procedimiento (en función de si son grupos estables o no), pero si hay vínculo epidemiológico constatado habría que estudiar caso a caso.  Se valoraría cerrar un aula, una línea educativa… El caso más extremo sería «la situación descontrolada y generalizada. Llegado ese caso, se cerraría de forma temporal».

Para llegar los niños a clase, las familias, deberán firmar una declaración responsable de que llevan a sus hijos sanos al colegio o, si no, conocer fehacientemente qué ha de hacerse», dijo la ministra de Educación. En caso de incumplimiento se prevén sanciones. Otro foco de conflicto será la posición de algunos padres que no están de acuerdo con el protocolo y advierten de que no llevarán a sus hijos a clase. Desde el ministerio recuerdan que la educación es un derecho fundamental y que es obligatoria desde los seis hasta los dieciséis años. Hay que ir a clase, insisten. Hay obligación de acudir.

Para poder iniciar la jornada, todo el personal del centro deberá tomarse la temperatura (los alumnos, bien en casa, bien en el centro escolar); será obligatorio el uso de la mascarilla a partir de los seis años (también en el autobús, donde se recomienda para los niños de tres a cinco años), habrá grupos estables en los primeros cursos de Primaria y se guardará el metro y medio de seguridad. Dentro de las actuaciones acordadas, se  recomienda una ventilación frecuente de las instalaciones, de entre diez y quince minutos, y en los comedores se asignará un puesto fijo para todo el año (como ocurrirá en el autobús) y habrá que mantener el 1,5 metro de distancia, salvo que sea un grupo estable quien use el servicio.

Asimismo, el lavado de manos deberá producirse cinco veces al día y deberá mantenerse informada a las familias y dar formación a los profesionales. Igualmente, todos los centros designarán un responsable para el COVID-19, que deberá estar familiarizada con todos los documentos del coronavirus. Junto con ello, el uso de la mascarilla será obligatoria a partir de los 6 años con independencia de la distancia de seguridad.  En este sentido, cabe destacar que ya se han enviado «miles de mascarillas» a los centros para personal docente y no docente.Habrá grupos estables hasta segundo de Primaria.Garantiza, asimismo, los servicios de comedor y transporte y, con respecto a las extraescolares, finalmente sí las habrá manteniendo las medidas de seguridad e higiene. Asturias está elaborando un protocolo que se publicará mediante resolución.

Todo esto se establece en la «Guía de actuación ante la aparición de casos de Covid-19 en centros educativos”, se recogen en una serie de medidas que a pesar del esfuerzo no han logrado contentar ni al profesorado ni a los padres de los alumnos.