Del negro al verde

Entre montañas, recorrida de este a oeste por el gran río y salpicada de miles de lugares e historias, la Cuenca del Nalón ha descubierto la veta turística del carbón y la naturaleza. Dos elementos, negro y verde, que con la excelente cocina y la autenticidad de sus gentes conforman un menú inigualable: La Cuenca del Nalón.

El Nalón en diez pasos de Museo

Un hombre segando un “prau” o un minero picando carbón son dos imágenes muy distintas y sin embargo ambas sirven para definir una misma cosa: La Cuenca del Nlón. En las últimas décadas han ido surgiendo en torno al mundo industrial y al mundo rural museos y equipamientos que ayudan al visitante a entender la idiosincrasia de este valle. Desde Frieres hasta Tarna, el que llega puede conocernos en solo diez pasos.

El primero de los pasos se da en La Felguera, concretamente en el Museo de la Siderurgia que se ubica en una impresionante torre de refrigeración de la antigua fábrica siderúrgica de Valnalón. El recorrido por sus salas nos habla de una época y un territorio marcado por la gran aventura industrial de Don Pedro Duro, que a mediados del siglo XIX creó en La Felguera una fábrica siderúrgica pionera en España. La visita al interior del Museo se complementa con rutas guiadas por el casco urbano de La Felguera, que permiten al visitante conocer la herencia del paternalismo industrial, ejemplificado en viviendas obreras, espacios educativos y de ocio, etc.

La industria da paso a la cultura. Y aquí ha de pararse en la Pinacoteca Municipal de Langreo que lleva el nombre de “Eduardo Úrculo”. Ocupa el antiguo macelo de Langreo, elegante conjunto de edificios industriales fechados en 1919, rehabilitado y acondicionado para sus nuevas funciones museísticas. La exposición permanente cuenta con obras maestras de los más importantes artistas langreanos como Zuco, Úrculo, Beltrán, Lombardia, Rey Fueyo, Vicente Iglesias, XuliánFueyo, Gil Morán, etc, junto a otros destacados creadores asturianos del arte actual.

Apenas unos kilómetros río arriba hay que desviarse a la izquierda, al valle de Samuño, para poder contemplar una de las últimas adhesiones a la red de museos de la Cuenca del Nalón: El Ecomuseo y el Tren Minero de Samuño. El viaje comienza en la estación del Cadavíu, edificio original que albergaba las locomotoras e instalaciones de transporte, donde disfrutarás de un viaje irrepetible en un tren que ha sido especialmente diseñado para esta mina.  Y termina en el Pozo San Luis, se compone de una plaza y los edificios visitables, todos ellos dedicados a la explotación minera como la Lampistería, la Casa de Aseos, los Talleres, los edificios singulares (cantina, botiquín, etc…), o la Casa de Máquinas.

Vista aérea del Museo de la Minería y la Industria de El Entrego

El siguiente de este recorrido vuelve a ser minero. Es de hecho la parada más veterana del recorrido: El Museo de la Minería y la Industria de El Entrego. Una excelente colección museística que nos traslada a los distintos departamentos de una mina desde el Laboratorio de Minerales, Brigada de Salvamento Minero, Enfermería e Historia de la Medicina, Lampistería y hasta la Casa de Aseo. La visita se completa con la Mina Imagen, donde se recrea una mina a escala natural con utillaje real. Esta visita es guiada y muestra los trabajos de arranque y extracción del carbón, el transporte interior, el sistema de ventilación.

Seguimos rumbo al Alto Nalón pero antes ha de hacerse una parada en la memoria y es que de eso trata el centro cultural ubicado en la Casona de El Bravial de Blimea. El Museo de la Memoria (MUMEMO) pretende ser un lugar de encuentro entre la Historia y la Memoria del concejo. Su concepción se basa en el dinamismo y la flexiblilidad, así como en la participación abierta a la comunidad a través de la Tradición Oral y la aportación de elementos significativos que conformaron una época clave del municipio: fotografías, documentos, etnografía….

Y de los recuerdos a la literatura ya que la siguiente parada es el Entralgo en la casona rural del siglo XVIII que fue también la casa natal de Armando Palacio Valdés. La exposición está formada por cinco salas temáticas: Nolo y Demetrio (vida rural y actividades tradicionales), Plutón y Joyana (primera minería del carbón), la obra literaria de Armando Palacio Valdés, El Hombre (microcosmos del autor) y el Territorio (fisonomía, características, usos,etc.).

Y de la cultura sobre papel a la cultura que discurre por los valles, la del Agua. La Casa del Agua de Rioseco, en Sobrescobio, reabrió sus puertas en la pasada primavera con nuevos contenidos del pabellón de España en la Exposición Universal de Zaragoza de 2008. Son contenidos audiovisuales e interactivos que muestran desde el origen del agua en el planeta al ciclo hidrológico, y «El agua en España», que muestra los distintos usos del agua en nuestro país y fomenta la necesidad de su ahorro y consumo responsable, a través de contenidos descriptivos muy precisos.

Casa del Agua, en Sobrescobio

 

Al platu vendréis

Jornadas gastronómicas y menús especiales salpican el calendario de actividades en los concejos de la Cuenca

Si como en los modernos restaurantes, al valle del Nalón le diera por servir un menú degustación éste tendría siete platos y postres. La carta incluiría Pimientos Rellenos, Nabos, Cebolles Rellenes (por supuesto), Cabritu con patatinos, fabada asturiana, los platos típicos de la matanza y pitucaleya. Contundencia y calidad máxima.

La gastronomía del Valle del Nalón es, por sí sola, un importante reclamo turístico. Rica, variada, auténtica y contundente, estimula vista y olfato antes de ser degustada.Abundan los eventos gastronómicos todo el año, en los que prima laelaboración artesana y los alimentos frescos. En ellos se exaltan productos de la tierra como los nabos, las cebollas, los pimientos o las castañas, así como platos de caza, venado, jabalí, corzo, menús a base de carne de cerdo, picadillo, callos, lacón, pezuñas, oreja, etc., «pitucaleya» (pollo de corral) y trucha del Nalón, sin olvidar la suculenta y sabrosa fabada, reina de la cocina asturiana.

Uno de las mayores delicias de la gastronomía que ofrece el Valle es la Fabada, en Langreo

Todo regado con sidra, como no, y con guindas todos los postres que te imagines, desde el quesucasín o los bartolos de Laviana. También arroz con leche, los frixuelos, crepes, casadielles, pasteles de hojaldre o pasta rellenos de avellana y nuez, bartolos, postre típico de Laviana elaborado con almendra, y los suspiros del Nalón, exquisitas pastas a base de mantequilla, manteca de cerdo, harina, huevos y azúcar.

Todos los días del año son válidos para disfrutar de los restaurantes y chigres que pueblan la cuenca y que tienen tan buena materia prima. Aunque en cada concejo hay citas indiscutibles.  En el municipio casín dos jornadas se llevan la palma: El certamen de Quesu Casín de Arniciu (que se espera celebrar en el mes de agosto, aunque no hay nada confirmado) y las Jornadas de la Matanza que tienen lugar desde hace años en diciembre.

En Sobrescobio los dos momentos culinarios del año se celebran en Febrero, con las jornadas de la Caza, y en octubre, donde se degustan las Jornadas del PituCaleya y la Trucha.

Hasta tres citas con las cocinas lavianesas tiene el visitante en el año, en Marzo son las Jornadas del Cabritu, en junio el Festival de la Sidra y en noviembre, en la localidad de Villoria, el Festival de la Castaña.

Río abajo, ya en San Martín del  Rey Aurelio, se pueden mencionar también el Festival de la Sidra de mayo, en Sotrondio, donde también se celebra en noviembre la Feria de la Miel, se puede nombrar también a la Cena Medieval de las fiestas de La Laguna, en julio, que ya es un clásico pese a llevar pocos años; o también las Jornadas Populares de Cordero a la Estaca que se ofrecen por el verano en muchos pueblos del concejo. Pero en San Martín del Rey Aurelio es imposible no destacar tres citas fundamentales: Los Nabos, el 11 de Noviembre. En Sotrondio, fiesta de Interés Turístico del Principado; los Pimientos Rellenos en Blimea, el 8 de diciembre. Y por ser uno de los platos estrellas de toda Asturias, Les Cebolles Rellenes que en torno al 30 de noviembre se celebran cada año en El Entrego.

En Langreo tampoco dejan pasar la oportunidad de sentar a vecinos y visitantes a sus mesas. En Carnaval está el Menú de Antroxu, en mayo las Jornadas de la Carne Ecológica. La primavera también es sinónimo de Sidra en La Felguera que celebra su festival. Otras citas son: las Jornadas de San Martín en Riañu, que tienen lugar en octubre, al igual que las Jornadas de los Callos de Ciañu. Ya en diciembre, coincidiendo con la festividad de Santa Bárbara en la Nueva elaboran un contundente Menú Minero, una actividad que pese a tener pocos años ya congrega a numerosas personas. Fundamental e indispensable en este paseo por los fogones de la comarca son las Jornadas de la Fabada que se celebran en diciembre y que premian al plato por excelencia de Asturias.

La matanza, en Caso, es otro de los reclamos gastronómicos del Nalón

 

Un valle de piel verde

La Cuenca es negra por dentro y verde por fuera. A estas alturas ya son muchos, cada vez más, los que se dan cuenta de que más allá de los castilletes de carbón y la industria, en el Nalón se encuentran algunos de los tesoros naturales más importantes de Asturias, y eso precisamente en Asturias es mucho decir. Dos son los pilares fundamentales sobre los que se asienta la naturaleza en la comarca: El Parque Natural de Redes, que ocupa las extensiones de los concejos de Caso y Sobrescobio; y el Paisaje Protegido de las Comarcas Mineras en el que se integran grandes territorios de Langreo, San Martín del Rey Aurelio y Laviana. Paisajes espectaculares, bosques tan espesos como el agua de los ríos que dibujan este valle, rutas, senderos son los ingredientes que aliñan este plato natural.

Embalse de Tanes

Al Parque de Redes, que es Reserva de la Biosfera desde 2001 y también  Lugar de Importancia Comunitaria (LIC), y Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) se accede después de discurrir por todo el valle. ¿Qué decir de Redes? Más de la mitad del territorio se sitúa por encima de los 800 metros ymás del 40% tiene desniveles superiores al 50%. La grandiosidad de su paisaje está representada por un relieve muy abrupto, en el que se combinan formaciones calizas de hasta 2.104 metros de altitud -como el Picu Torres- con desfiladeros, hoces y valles formados por el curso de los ríos. La vegetación del Parque Natural de Redes destaca por su gran cantidad de superficie de bosques maduros, casi un 45% del territorio. Destacan los hayedos, robledales de rebollo y roble albar, abedularesaltimontanos y los castañedos.  Se localizan especies como la genciana, el acebo y el tejo -incluidas en el Catálogo Regional de la Flora Vascular Amenzada del Principado de Asturias- o el narciso asturiano y el narciso trompeta, incluidas en la categoría de interés especial. Se ha constatado la presencia de hasta cincuenta especies de mamíferos, ciento treinta de aves, diez de anfibios y cuatro de peces. Varias de estas especies están incluidas en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias. El oso pardo y el urogallo cantábrico (ambos en peligro de extinción), el pico mediano, el águila real, la rana común o verde, el alimoche, el azor, el halcón común, el avión zapador, el murciélago de cueva, el murciélago Geoffroy y la nutria. Destaca la presencia de mamíferos cinegéticos como el rebeco cantábrico, el corzo, el ciervo y el jabalí; y de grandes carnívoros como el lobo. En este paseo hay tres paradas obligatorias: la Ruta del Alba, el Tabayón del Mongayu y la Cueva Deboyu. Monumentos naturales que concitan a miles de personas a lo largo de todo el año. Además de las magníficas condiciones medioambientales, en Redes se sigue manteniendo una forma de vida y unas costumbres tradicionales.Merecen especial mención la arquitectura popular y los elementos etnográficos, ligados ambos a las actividades agrícolas y ganaderas. La especie ganadera protagonista es la vaca casina o asturiana de montaña, de la que se obtiene el apreciado queso casín, con denominación de origen y uno de los más antiguos de Europa. Todo y más se puede ver en el Centro de Recepción de Visitantes de Redes, en El Campu.

Menos conocido que Redes y río abajo, se encuentra el Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras en el que se integran las cabeceras de los ríos Samuño, Santa Bárbara y Villoria respectivamente, todos ellos afluentes del Nalón. El límite meridional de este espacio se establece por el Cordal de Longalendo, incluyendo zonas con latitudes superiores a los 1.500 m. (Peña Mea 1.557 m, en Laviana).Desde el punto de vista de la vegetación, el Paisaje Protegido de las Cuencas Mineras destaca por mantener una elevada diversidad de formaciones vegetales. Los bosques maduros suponen un 16% de la superficie, entre los cuales destacan las carbayedas. El uso ganadero del territorio ha determinado que los prados y pastos, tengan una amplia representación. Los prados de uso ganadero intensivo se configuran como uno de los elementos más significativos del paisaje.Entre las especies de la fauna del entorno de las Cuencas Mineras destaca el urogallo cantábrico , por estar incluida en el Catálogo Regional de Especies Amenazadas de la Fauna Vertebrada del Principado de Asturias como «especie sensible a la alteración de su hábitat».El poblamiento de esta zona se localiza en pequeños núcleos y caseríos dispersos, en los ejes de los valles y en las zonas bajas de las laderas.

A lo largo y ancho del valle principal y los valles adyacentes, más allá de Paisajes Protegidos o Parques Naturales hay una red nada desdeñable de áreas recreativas que permiten un contacto reposado con la naturakeza de todo el Valle. Un contacto que puede ser más intenso gracias a las actividades que en se pueden llevar a cabo en la zona. Hay una amplia oferta de actividades según la época del año, la pesca deportiva y la caza mayor son dos de las prácticas más arraigadas en el Valle. El otoño es propicio para la recolección de setas y la famosa berrea del venao (ciervo), singular «espectáculo» que se produce cuando los machos en celo reclaman la atención de las hembras con estruendosos bramidos y luchas. Los embalses de Tanes y Rioseco son un escenario único para la observación de aves, concretamente en el embalse de Rioseco existen dos observatorios habilitados para tal fin. La amplia red de rutas señalizadas en todo el Valle satisfacen las expectativas de los aficionados al senderismo y el montañismo. Deportes como la bicicleta de montaña, escalada deportiva y en hielo, paseos a caballo, ciclismo, esquí de fondo (Puerto de Tarna) y fotografía también cuentan con entornos aptos para su disfrute.

Y ya en el concejo más alto del valle del Nalón nos encontramos tres paradas igual de importantes. Desde el Centro de Recepción del Parque Natural de Redes ubicado en El Campu y que ayuda a recorrer y conocer el espacio protegido en toda su extensión. Hasta el Museo de la Madera (MUMA) de Veneros y Pendones, pasando por el Museo de la Apicultura de Tanes. Estos dos últimos se pueden visitar pidiendo cita previa.