La autovía que se comió un Palacio

La construcción de la Autovía Minera dejó aislado, y casi olvidado, el Palacio de Camposagrado, una construcción que habla de los orígenes del concejo de Langreo
Estado actual que presenta la entrada al Palacio de Camposagrado en Riaño

Los bloques de viviendas, el hospital, los polígonos industriales, todo lo que los ojos nos enseñan en el distrito langreano de Riañu nos hace pensar que estamos hablando de un pueblo nacido en la segunda mitad del siglo XX. Pero nada más lejos de la realidad. Riañu, y en concreto el barrio original llamado Villa, tiene una historia ancestral que lo hace ser uno de los emplazamientos más antiguos y con más solera del concejo.

Entre los bloques de edificios modernos existen varias edificaciones singulares que dan testimonio del pasado histórico de la parroquia, como la iglesia de San Martín, que data del siglo XVIII; la Casa de los Dorado y la Torre medieval, del sigloXI; y las dos joyas e la corona: El Palacio de Camposagrado y la Torre de Villa, ambos declarados Bienes de Interés Cultural.

La construcción de la Autovía Minera ha dejado aislado al Palacio de Camposagrado. Entre árboles, y al otro lado de la carretera la casona lucha por resistir y no es fácil. Cada vez son menos los langreanos que conocen su existencia pese a la importancia arquitectónica, artística e incluso histórica que tiene. En este palacio langreano nació en 1808 Jose María Bernaldo de Quirós.

Así, la casa, antiguo solar de los Bernaldo de Quirós, se asienta sobre un talud explanado, tiene dos alturas separadas por imposta de sillería y una planta bajocubierta con amplio balcón abuhardillado al sur.

Las fachadas tienen diferente tratamiento: la principal, lateral, es de piedra vista con dos plantas, la fachada visible desde la carretera, de mampostería de arenisca revocada, tiene tres plantas con balcones alargados enmarcados por sillares y cadenas esquineras bien talladas.
Cuenta con una capilla adosada de estilo popular, muy remozada por obras posteriores, está dedicada a San Cristóbal y en su cripta están enterados los últimos marqueses.
Las distintas dependencias aparecen distribuidas formando un ángulo recto, en el frente se alinean viejos edificios de piedra con muros de ladrillos en su parte alta y decorados con vanos de dintel curvo donde están las cuadras, almacenes y diversos servicios.

Al otro lado de la carretera, que divide la finca, y cercana al río Nalón se encuentra una vieja edificación de planta cuadrada de mampostería denominada ”Torre de Villa”.
Este conjunto, aunque de fundación anterior, es básicamente de los siglos XVII y XVIII.

En la finca anexa al palacio de Camposagrado, al otro lado de la carretera, se conserva un torreón cuadrado de mampostería tosca, de estilo sobrio renacentista, perteneciente en origen a los Bernaldo de Quirós, tiene tres pisos.

El piso inferior cuenta con arcos escarzanos y cubierta abovedada (la bóveda apoyada sobre una especie de toscas pechinas), el piso siguiente ofrece huecos adintelados, con madera, y, el último, separado por una línea de impostas, es un desván bajo cubierta a cuatro aguas y forma piramidal.
En esta misma finca se mantienen en pie otros edificios de interés, entre ellos un lagar construido en piedra, que alberga en su interior los restos de un coche de caballos o xarré, así como un inmueble que fue cuartel de la Guardia Civil.

Hay que fijarse mucho para encontrar entre los árboles la presencia del Palacio, pero una vez que se topa, es imposible dejar de mirarlo. Uno de tantos secretos que esconde nuestra cuenca minera.