“En treinta años el cáncer de mama podría estar controlado en el 95 por ciento siempre y cuando no abandonemos la investigación”

Atanasio Pandiella fue elegido en el mes de octubre, “Chalaneru del Añu” por la Asociación Cultural y Gastronómica “La Pegarata”. Considerado uno de los más destacados científicos en el tratamiento y curación del cáncer de mama es, actualmente, director del Centro Oncológico de Castilla y León con sede en la Universidad de Salamanca. Más de treinta años de investigación avalan su trayectoria.

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-¿Cómo llegó al mundo de la investigación?

-Desde los primeros años de carrera me gustaba la química, la bioquímica, la fisiología. Mientras que estudiaba una de las cosas que más me atrajeron fue la idea de intentar descifrar las bases de las enfermedades.

La medicina, curiosamente, tiene una parte muy grande de “arte”. Sin embargo, yo quería trabajar y entender mejor las enfermedades. Por eso me metí de lleno en la investigación.

-Hace tiempo sacó, junto con el doctor Ocaña, un medicamento con el que se paralizaba el progreso del cáncer. Además descubrieron cuatro genes que  permitían predecir una mayor agresividad de la enfermedad en función de si estaban o no presentes en el paciente.

-Efectivamente. El médico del que hablas es Alberto Ocaña, del Hospital Universitario de Albacete. Colaboramos muchísimo con este oncólogo e intentamos desarrollar con él nuevas terapias y también tener marcadores –que son estos genes- que sirven para realizar pronósticos.

¿Qué quiere decir esto? Que no deberíamos de tratar a todas las mujeres con el mismo tipo de tratamiento ya que hay pacientes que responden muy bien a cuestiones como la quimioterapia y otras que no lo hacen. Y lo cierto es que no sabemos por qué. Si nosotros supiéramos las que responden mal desde el inicio podríamos intentar hacer una terapia un poco más fuerte para intentar evitar que respondan mal. Lo que no podemos hacer es atiborrar de tratamientos a todas porque sería darles, a las que responden bien, una “sobredosis” que no necesitan. En definitiva queremos distinguir a las pacientes que van a ir bien, a las que se les dará una terapia más convencional de las otras que no. Con los marcadores que barajamos podremos valorar a estas últimas y saber si es necesario hacerles un mayor seguimiento o aumentarles el tratamiento.

Gracias a la tecnología de última generación hemos llegado a analizar 20.000 genes. Si es verdad que, la inmensa mayoría, no tiene nada que ver con cómo se va a desarrollar la enfermedad en el paciente. Por ello nuestra intención era identificar un grupo de estos genes que nos dijera quién iba a ir mejor o peor, y los encontramos.

-Entiendo que esto es un avance importantísimo…

-Sí, pero sigue el trabajo. Esto nos va a permitir avanzar. Ahora estamos intentando recopilar datos de manera retrospectiva de más pacientes en los que tengamos estos datos genéticos. Por el momento tenemos la hipótesis y estamos siguiendo una norma, pero en la ciencia la teoría sólo vale hasta que esta norma que venimos observando se incumpla.

-Una parte muy importante del estudio de la enfermedad se centra también en la prevención en base a vacunas. Pienso, por ejemplo, en la que previene el papiloma humano.

-Ese es otro ámbito y otro tipo de cáncer pero si es cierto que la gente me pregunta a menudo por ello. Yo recomiendo ponérsela incluso a los chicos ya que se está dando un aumento muy grande de cáncer de pene provocado por el papiloma humano y también de garganta, por la práctica del sexo oral. Porque el papiloma es un virus que ataca a células epiteliales y en la garganta también las hay. De hecho, se está planteando ponérsela en varones. A nivel de prevención en mama, nosotros no trabajamos en esto. No es nuestro área.

Nosotros estamos trabajando directamente sobre los problemas que tienen unas pocas mujeres en relación a las que se curan. Ahora mismo las medidas terapéuticas hacen que el 80 % de mujeres que tiene cáncer de mama lo superen y a los cinco años estén vivas. A nosotros, sin embargo, nos preocupa el 20 % restante. Las que tienen un cáncer muy agresivo.

Atanasio Pandiella con nuestra redactora Bibiana Coto durante la entrevista.
Atanasio Pandiella con nuestra redactora Bibiana Coto durante la entrevista.

-De aquí a treinta años como están las estimaciones, ¿podríamos hablar de un gran descenso en este porcentaje?

-Con los datos que tenemos ahora, y siguiendo las curvas de supervivencia. en 2045 el cáncer de mama puede estar controlado en un 95 o un 98 %. Esto, obviamente, siempre y cuando se siga investigando porque si no.. nos quedamos donde estábamos.

-En estos tiempos supongo que el gran problema, como en todo, pasa por la financiación. ¿Cómo se financian?

-Buscamos dinero debajo de las piedras…

-Lo sé. He visto que la Fundación Cris es una de las que más trabaja con vosotros…

-Sí. Nosotros tenemos dinero gubernamental por ser un centro de investigación. Por otra parte, al hacer un trabajo muy relacionado con los problemas que la gente palpa, organizaciones como la Fundación Cris o la Asociación Española Contra el Cáncer nos han ayudado si no siempre, si con mucha frecuencia. Hace nada, por ejemplo, estuve en Toro donde hay una asociación que se ha formado y han hecho una carrera popular, una comida, un desfile de trajes tradicionales. Con todas estas actividades han conseguido recaudar 8.000 euros que nos han donado.

-Hace algún tiempo leí que en España se invertía, más o menos dos euros por habitante en investigación contra el cáncer. No sé si usted baraja estos datos y si puedan ser certeros…

-En el caso de los fondos destinados por el Ministerio pudiera ser que fuera esa cantidad. Pero la cifra es mayor ente fondos y organizaciones privadas. La gente es muy solidaria en España, ya lo sabes.

-¿En qué proyecto está inmerso su equipo?

-Nosotros y el grupo de Ocaña, estamos trabajando en varios proyectos. Uno es el de resistencias, porque los tumores no responden bien al tratamiento o responden al inicio y después dejan de responder. Estamos intentando averiguar las causas de esa resistencia para poder atacarlas. También estamos investigando el cáncer de mama triple negativo, que es muy agresivo y para el que no hay terapias nuevas.

Entiendo que catalogáis diferentes tipos de cáncer en función de su agresividad.

-En función sobre todo del tipo histológico que hay tres tipos de cáncer. Con la muestra que se toma se lleva a un laboratorio para saber ante que tipo de cáncer nos encontramos. Obviamente cada tumor es diferente. Tendríamos que hablar de tantos tumores como pacientes hay porque sabemos que genéticamente no son iguales, pero necesitamos clasificarlos de alguna manera.

Vuelve a su casa para recoger el premio “Chalaneru del Añu”. Entiendo, que aún no siendo el más importante en su trayectoria profesional, volver a casa y ser profeta en su tierra llena. ¿Cómo se siente?

-Estoy muy contento y me hace mucha ilusión. Este es un premio importante y, además, es un reconocimiento del pueblo donde he nacido y de toda la cuenca. Es cierto que he recogido ya un premio científico, pero éste es también muy especial para mi. Me lo entrega mi gente.