“La ciencia ha salido reforzada en esta pandemia dando soluciones a corto plazo”

Borja Sánchez es licenciado en Biología y doctor por la Universidad de Oviedo, desde febrero del 2017 es científico titular del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) adscrito al Instituto de Productos Lácteos de Asturias (IPLA). Con la llegada de Adrián Barbón al gobierno regional ha pasado a gestionar una consejería de nueva creación, la de Ciencia, Innovación y Universidad.

Borja Sánchez, Consejero de Ciencia, Innovación y Universidad del Principado de Asturias.

¿En qué pilares sustentará esta nueva consejería?

– El objetivo es poner a la ciencia en la agenda política y en este sentido, los pilares en los que se sustenta es la creación de sinergias entre la investigación, la innovación, la enseñanza universitaria y las telecomunicaciones.

-¿Cuáles son los retos que tiene que afrontar la ciencia en Asturias?

-Prácticamente todos porque nunca hubo una consejería de Ciencia. Hasta ahora estas competencias de las que he hablado estaban dispersas y no estaban conectadas entre sí. El objetivo es poner la ciencia y la investigación al servicio de la industria para crear empleo de calidad.

El reto más inmediato es aumentar los recursos que tenemos y para ello lo primero que teníamos que hacer es un calendario donde definir cuáles son las convocatorias que queremos sacar todos los años, los ámbitos donde estarán, y el monto que tendrán. En ello seguimos y, por el camino, nos llegó la crisis sanitaria.

La ciencia ha salido reforzada con la pandemia, no sólo por los tratamientos sino en cuestiones como la tecnología o el abordaje inmediato de problemas que surgieron. Por ejemplo, no hicieron falta respiradores pero si se hubiesen necesitado los hubiéramos tenido. Por primera vez, y ante una crisis como la que se prevé, no se va a recortar en ciencia.

– Hace tiempo usted dijo en una entrevista que “la ciencia no era solo para los científicos”. Esta crisis ha venido a darle la razón con muchos ciudadanos anónimos interesados en las soluciones que se coordinaban desde su consejería y en ser parte, también, de la solución. ¿Cómo ha sido coordinar todos estos aspectos?

-La ciencia nos pertenece a todos y debería ser una reivindicación de la sociedad en su conjunto. Y en este caso se ha visto muy bien. En la priorización de proyectos se buscaron, sobre todo, cosas que fueran necesarias en Asturias a corto plazo. A mediados de marzo, por ejemplo, hablábamos que no había mascarillas, respiradores, equipos de protección… y había que buscar soluciones. Paralelamente a estas acciones se facilitó información para que las empresas tuvieran acceso a los fondos de innovación nacionales; nosotros mismos estuvimos en contacto con el Ministerio para conocer todos los programas que se iban a desarrollar, y luego, por otro lado, nos centramos en la coordinación del movimiento ciudadano que también se volcó con la ciencia. Muchas personas quisieron colaborar y contribuir. Desde la consejería se coordinó todo ello con equipos que han estado funcionando en red gracias a las herramientas que ofrece las nuevas tecnologías.

-Desde la consejería se ha gestionado con eficacia el trabajo conjunto de lo público y lo privado. Se han hecho respiradores, se han fabricado pantallas de protección en 3D. ¿Qué otros proyectos se realizaron?

-Se llevó a cabo también un proyecto completo de reciclado de mascarillas – en los momentos en los que escaseaban – que, finalmente, no hizo falta. Pero se llegaron a probar y testar a través de la iniciativa privada.  También se hicieron iniciativas vinculadas al tema de la brecha digital. Se puso en marcha un programa de recogida de ordenadores en colaboración con la consejería de Educación y se repartieron tarjetas de conectividad.

– En alguno de estos proyectos, como las pantallas protectoras, hubo problemas con la homologación y eso generó mucho descontento.

-En lugares como EE UU existe “la ley del buen samaritano” que viene a decir que, en ausencia de material, mejor eso que nada. Pero aquí no funcionamos así. Tiene que estar todo probado y ser eficaz. No puede dar una sensación de falsa seguridad ante la que tendríamos que responder jurídicamente. Las acreditaciones tardaron en llegar tres semanas, que tampoco es tanto, pero sí que hemos visto que es necesario tener en Asturias un laboratorio de acreditación que acorte los tiempos. Es muy importante apostar por este tipo de proyectos porque fíjate lo bien que hubiese venido tener una empresa de fabricación de mascarillas o equipos de protección individual. Seguramente, a raíz de esta pandemia, nos encontremos con  muchos proyectos enfocados al tema sanitario.

– Hay varios proyectos puestos en marcha en investigación. ¿En qué fases se encuentran?

– Son proyectos que tienen que estar acabados este año pero yo creo que deben ser estos grupos de trabajo los que hablen sobre su trabajo. Lo que sí puedo decir es que están trabajando en un sistema de predicción más rápido y barato; la creación de superficies antimicrobianas para este virus; el comportamiento del covid a nivel epidemiológico. Luego hay proyectos en la parte de la aplicación clínica como el estudio nacional que se está haciendo de trasplante de plasma donde se trata de ver si los anticuerpos que genera una persona que ha pasado la covid -19 pueden proteger a una persona hospitalizada. Se está estudiando en dos grupos: por un lado los que están intubados y por otro los que no. A largo plazo hay más proyectos, muchos de ellos desde la iniciativa privada que se irán dando a conocer.

-¿Qué trabajo desempeñará la consejería en la mesa de reconstrucción?

– La crisis ha hecho que la sociedad reconozca y haga más visible la importancia de la ciencia. Digamos que ese ha sido un factor decisivo para que la consejería, que es de creación nueva, sea una de las cuatro que estarán en la mesa de reconstrucción.

La clave ahora estará en optimizar todos los fondos a los que podamos acceder, de los que se van a disponer en Europa, y para ello tendremos que elaborar y definir un documento que es la “estrategia de especialización inteligente” que sirva de paraguas a los proyectos que aspiren a estos fondos. Por otra parte, deberemos conjugar esto con la localización de gente experta que los gestione. Todos estos pasos tiene que buscar una cosa que para el futuro de Asturias es clave y es que, sean cuales sean los proyectos, estos deben generar empleo de calidad y aunar innovación fijando recursos humanos y procesos tecnológicos. Tenemos que mirar al futuro con proyectos que nos den sostenibilidad, que exploren nuevas vías de diversificación industrial …

Soy muy optimista respecto al futuro de Asturias. Sé que van a venir muchos fondos y tenemos que aprovecharlos para mantener, aumentar y diversificar procesos que se desarrollan en Asturias y, sobre todo, para generar empleo.