“El género no debía ser condicionante. Lo importante es la valía”

LA CUENCA DEL NALÓN habla con cinco mujeres de la cuenca y analiza la situación de la mujer en diferentes campos.

Berta Suárez. Coautora del libro “Madres in -perfectas”.

-¿Por qué las nuevas generaciones hemos llegado a la conclusión, en muchos casos, de que somos madres imperfectas?

-Nos educamos en la idea de que una mujer puede ser lo que quiera, hacer lo que sueñe y, además, tener y cuidar a los hijos y a otras personas dependientes sin ningún problema. Las superwoman se cuentan con los dedos de la mano y dudo si existen realmente. De ahí que al común de las mujeres nos lleve a frustrarnos cuando no todo en nuestra vida es perfecto.

– ¿Genera el cambio de paradigma en la sociedad este choque entre lo que queremos y lo que somos?

-Lo genera. Aunque muchas veces, con el tiempo, vas a prendiendo a priorizar y a no sentirte mal si no puedes abarcar todo.

-¿Cuántas maternidades existen? ¿Tantas como mujeres?

-Tú lo has dicho: tantas como mujeres. La esencia de la maternidad perdura a través del tiempo, pero  tenemos que ir adaptándonos a las particularidades de los hijos y viceversa. Es otro aprendizaje. Hay una canción de Ana Belén, titulada “amigas” que nos resume estupendamente si cambiamos amigas por madres. Yo creo que lo más importante es ser libres para elegir lo que realmente consideremos que nos hace estar realizadas y no, necesariamente, tenemos que seguir ningún patrón.

Tamara Díaz. Presidenta de la Asociación de Amigos del Descenso Foklórico del Nalón.

-¿Qué papel juega la mujer en el movimiento asociativo?

-Cada uno poseemos diferente personalidad y estamos dotados de unas cualidades determinadas. Lo importante es el compromiso de la persona, no el género. Estamos en una época en la que la sociedad se encuentra en plena transición de aceptación de cara a que el género deje de ser protagonista en cualquier movimiento asociativo.

-¿Veremos más mujeres dirigiendo el movimiento asociativo fueras de las propias asociaciones pensadas por y para la mujer?

-Espero que sí. Al igual que también hay muchos hombres coordinando las tareas del hogar por circunstancias laborales sería bueno, y muy relevante, la entrada de hombres, por ejemplo, en asociaciones pensadas por mujeres y a la inversa. He sido la primera mujer al mando de esta asociación y aunque nos parece algo positivo no se le ha dado la importancia, precisamente, porque creemos que en eso consiste el cambio.

¿Qué aportan las mujeres en este área?

-Equilibrio. Una persona puede aportar fuerza física, otra ser muy imaginativa o audaz. Da igual. Lo importante es que al final nos complementemos.

Bárbara Camblor García. Deportista.

– ¿Qué diferencias aprecia en las diferentes disciplinas deportivas? Se da prioridad a unas sobre otras?

– En el atletismo yo no veo diferencias entre hombres y mujeres. Si lo veo, en el fútbol. Podemos pensar que por negocios salga más en los medios pero también tendríamos que analizar si se daría negocio de estar el fútbol femenino más presente. Además esta el tema de los méritos deportivos con mujeres que son buenas en lo suyo y que interesa de ellas que “estén guapas”. Y luego están el caso de las mujeres de los futbolistas que dejan de ser ellas mismas para ser “la mujer  de” y todo su trabajo, si lo tienen, pasa a un segundo plano.

-Es la entrevistada más joven que tenemos hoy. Supongo que las mujeres de su familia le hablarían cómo es era la sociedad en su juventud. ¿Ve usted cambios?

-Bastantes… Por lo menos podemos decir ahora que no tenemos que pedir permiso para todo. La sociedad está cambiando gracias a la entrada del feminismo y, aunque siempre quedarán personas que se resistan al cambio, los estamos viendo ya.

-¿Qué espera en un futuro para la mujer?

-Que podamos hacer todo lo que queramos sin ser juzgadas. En pocas palabras, que seamos iguales. Ni más ni menos.

Marta Pérez Pérez. Directora de Valnalón.

– ¿Hay una conciliación real entre la vida familiar y la laboral para la mujer?

-Tenemos que conciliar con la vida personal y, ya dentro de la personal, está la familiar. No somos mujeres por entregas o fascículos. Señalar cuando hablamos de mujer el tema de la conciliación familiar es señalar a la mujer como la persona que atiende la familia. Yo no sé si los hombres lo harán o no, pero debemos poder conciliar todos.

-Muchas de las personas que llegan a Valnalón son mujeres. ¿A qué se debe?

-Por un lado, la tasa de desempleo es mayor en las mujeres y por eso se lanzan a emprender. Por otro lado, el trabajar por cuenta propia les permite conciliar mejor con la vida personal y tener más facilidades. Aunque luego habría que hablar de cómo es el trabajo de autónomos … Pero si es verdad que, a priori, ofrece más flexibilidad. Cuando estas por cuenta ajena la única opción es valorar una reducción de jornada.

– Hace tiempo leía una viñeta en la que una mujer le preguntaba a la otra: “¿Sabés que es el techo de cristal? Y la otra decía, “No, pero seguro que alguna vez lo limpié”. ¿Hay mucho de verdad en esto?

-El techo de cristal existe en dos direcciones. La primera, que es frustrante, se corresponde con ese momento en que la mujer tiene que decidir sobre seguir ascendiendo en su carrera profesional o ser madre. Y los datos están ahí. Hay un freno en las mujeres cuando están con la crianza mientras que los varones siguen escalando. En casa siempre ponemos como ejemplo que cuando una mujer está pariendo el marido está cerrando un negocio en Japón. Los dos son padres en ese momento, pero lo viven de manera diferente. El segundo techo de cristal es un estigma social hacia la mujer cuando lo único que debería valorarse sería la valía de la persona.

Marigel Álvarez. Artesana del quesu casín y “Casina del Año” en 2019

-¿Cuánto hemos avanzado en igualdad?

– Hemos avanzado muchísimo. Nosotros regresamos aquí en el 75 y veníamos de vivir en Alemania donde ya teníamos tres hijas. Veníamos ya con otra mentalidad. En aquel momento, en un pueblo, las diferencias eran grandes pero yo nunca sentí que se mermaran mis derechos, ni me sentí acorralada. También estaba mi marido, Pepe Luis, que era un hombre fabuloso que me apoyaba, me entendía y colaboraba conmigo.

-¿Cómo fue la aventura empresarial?

– Administrativamente, por ejemplo, no encontré ninguna traba. Cuando me decidí a hacer este proyecto en el banco no hizo falta aval. Valió con un certificado de la consejería de Agricultura. Luego, se dio la circunstancia que casi al acabar la construcción a mi marido falleció por un infarto. Tuvimos que parar unos meses hasta que el banco se aclaró de que yo iba a seguir con la hipoteca sola. Nadie me regaló nada, pero siempre había una persona detrás de la mesa que me facilitaba las cosas.

-¿Cómo vivió esa época?

Siempre dije que no hay diferencias entre un hombre y una mujer, y tampoco permito que nadie me tome por diferente. Sí hay mujeres que se encuentran con ese choque. Está claro. Pero nosotras no podemos permitir que nos hagan de menos. Al final,  Administrativamente, por ejemplo, no encontré ninguna traba. Cuando me decidí a hacer el proyecto de hotel rural y quesería, en el banco no hizo falta ningún aval, valió con un certificado de la consejería de Agricultura en la que especificaban que era buena trabajadora, madre de familia y responsable. Como mujer, si quieres tener éxito tienes que hacer el doble, pero cuando la alcanzas sólo queda reconocerlo.