La plantilla de Carrio se queda para cerrar el pozo

Trabajos de desmantelación en los exteriores del Pozo Carrio.

No se prevé que hay movimiento de mineros en el pozo Carrio. Ya no extraen carbón pero son necesarios para las labores de clausura y postclausura que se alargarán durante un mínimo de dos años. Y es que la explotación lavianesa cuenta ya con una plantilla ajustada, menos de medio millar de mineros, por lo que no se estiman movimientos hacia el pozo mierense de Nicolasa, donde a pesar de restricciones se sigue extrayendo combustible. Otros posibles destinos también quedan en el aire como el lavadero mierense del Batán o la térmica de La Pereda. Está claro que el final de la minería será mierense. Además se tendrá en cuenta a los mineros que estén próximos a prejubilarse para que no se muevan de su centro de trabajo hasta su marcha de la hullera. Si algún minero tiene deseo de irse a la comarca del Caudal podrá solicitarlo.

El cierre de Carrio ya está en marcha. Los trabajos ya se centran en la recuperación de materiales y maquinaria, que podría ser útil en las tres explotaciones que siguen en marcha. Además se continuará evacuando agua del pozo y se realizarán labores de mantenimiento y en el exterior de la explotación. Dentro de unos dos años, cuando se considera que la explotación puede estar cerrada se comenzará a hablar de las primeras recolecciones en las tres explotaciones del valle del Caudal e incluso en nuevos desarrollos de la empresa.