Las entrañas más negras, fueron y son femeninas

El Tribunal Constitucional reconocía en 1992 el derecho a la mujer a un puesto de trabajo en el interior de las explotaciones mineras. Pero la historia de la minería asturiana ha estado siempre vinculada a la minería. En un momento en el que la hullera pública cuenta con un 12% de la plantilla formada por mujeres se les da su espacio histórico. Hunosa inauguró  en el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería del Pozo Sotón la sala de la ‘Mujer Minera’ como homenaje y recordatorio de lo que ha sido y representa su figura en el sector. En ella se puede repasar su historia, también ver fotografías de Valentín Vega que ilustran su penosa labor, documentos que acreditan su trabajo, comprobar cómo era la vestimenta que utilizaban en diferentes épocas o contemplar las reproducciones de cuadros que los pintores José Uría y Uría, Evaristo Valle y Nicolás Soria dedicaron a su actividad.

Exposición en el Pozo Sotón sobre la mujer en la minería.
Exposición en el Pozo Sotón sobre la mujer en la minería.

Con faldas y mandiles, en madreñas y hasta descalzas, su presencia era habitual fuera del pozo, en lavaderos y escombreras. Eran las carboneras. «Amas de casa, esposas, madres, que también realizaban labores en la agricultura o la ganadería», recordaba  la presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, al hablar de estas mujeres que tenían «muchísimo mérito» en su intento de conciliación y a las que, con el nuevo espacio expositivo, se les da «un reconocimiento merecido que faltaba».Consideradas intrusas en un mundo de hombres, su labor nunca fue fácil y aún ahora no lo es, como señalaba ayer Nuria Rouñada, minera en Hunosa desde hace dos décadas y que ahora es una de las guías del Pozo Sotón. Un espacio digno de visitar y reconocer.