Los Premios Marino Gutiérrez, una lección de humanidad

«En esta zona pequeña, nos están dando lecciones de humanidad». Son palabras del bioquímico y catedrático de la Universidad de Oviedo, Carlos López Otín, dedicadas  al valle del Nalón y a sus gentes, durante la ceremonia de entrega de los decimonovenos premios anuales de la Fundación Marino Gutiérrez Suárez, en La Felguera. En esa gala el investigador recibió el Premio Especial Marino Gutiérrez Suárez. «Tenemos que contribuir a crear riqueza desde nuestro pequeño rincón», pidió a continuación a los presentes, al mismo tiempo que comparó su trabajo en el laboratorio con la labor del resto de los premiados.

Galardonados y autoridades en la gala de los Premios Marino Gutiérrz Suárez
Galardonados y autoridades en la gala de los Premios Marino Gutiérrz Suárez

Presente en todo momento estuvo la cercanía y la generosidad con los más desfavorecidos representada por una langreana que lleva años dedicada a recoger comida y ropa para distribuir entre las familias con necesidades. Emma Susacasa se mostró muy contenta con el reconocimiento de sus vecinos. Para ella fueron los aplausos más intensos, al recibir el galardón A los Valores Humanos y Bienestar Social.

Entrañable fue el reconocimiento a la Agrupación d’Etnografía y floclore Reija, de Langreo. Sus más de sesenta años de investigación y divulgación de la cultura asturiana les valió el premio Verdes Valles Mineros Asturianos. Su director, Armando Valdés, agradeció «el reconocimiento la labor de grupo. En los últimos años, hemos visto como a la gente le gusta estudiar y participar en la divulgación de nuestro folclore, nuestra cultura».

Una reivindicación de la cultura asturiana que entiende muy bien otro de los premiados el empresario bilbaíno Juan María González que llegó a Langreo hace ya una década para expandir su empresa en la que continua, de ahí el galardón recibido A la Creación, Promoción y Desarrollo. González puso de manifiesto su apuesta por el Nalón «más del 80% de nuestra plantilla es de aquí, con ellos hemos y seguimos prosperando, por eso siempre pensamos en seguir en la zona del Nalón». Adolfo Barthe Aza, quien en numerosas ocasiones participó como miembro de jurado de estos premios, recibió de la Fundación su Insignia de Oro, distinción que hacía cuatro años que no se otorgaba.