Samuño, la mina tal como es

Hablar del Valle del Samuño es hablar de minería, de historia de Asturias. Una historia viva gracias a sus vecinos y al Ayuntamiento de Langreo que ha realzado una fuerza apuesta por mantener su patrimonio minero, centrándose en la recuperación de este valle.  El principal foco de atención es el tren minero de Samuño y todo el entorno del pozo San Luisa en La Nueva, es decir, el proyecto turístico denominado Ecomuseo de Samuño.

Tren minero en su recorrido hacia el Pozo San Luis
Tren minero en su recorrido hacia el Pozo San Luis

El intenso verde del valle comienza a salpicar se múltiples colores de flores salvajes y frutales incontrolables, es marzo el mes en el que el tren minero de Samuño vuelve a pitar presagiando que la aventura de conocer la historia minera está al acceso de los que lo deseen y se atrevan a visitar este valle langreano. Comienza una nueva temporada y en esta ocasión lo hará por primera vez con una gerencia elegida por concurso, Sadim (Sociedad Asturiana de Diversificación Minera) empresa vinculada a Hunosa que ya realizo el diseño general del equipamiento. Ellos dieron luz a las entrañas de Samuño

Arranca el ecomuseo de Samuño, y lo hace con una ilusión desbordante de dar lecciones de mina a miles de visitantes. Algunos ya se han interesado por implicarse en este viaje que sin duda tendrá un nuevo y certero enfoque. Sadim tiene claro que la recuperación del patrimonio minero o industrial es fuente de dinamismo sociocultural que genera a su alrededor una fuente turística fuerte y segura y que se ha implantado con éxito en numerosas comarcas. Por eso sus planes para Samuño se centran en un notable aumento de las visitas, elaborando para ello un minucioso plan de ofertas que puedan atraer a grupos y a todo tipo de turistas.

Samuño mantiene un amplio horario para que nadie se quede sin visitarlo, con trenes en horario de mañana y tarde. La intención es mantener la apertura de jueves a domingo, ambos inclusive. Los meses de julio y agosto, coincidiendo con la temporada alta de turismo en el Nalón, el enclave permanecerá abierto todos los días de la semana. Un atractivo horario que deja lugar a posible sorpresas como la continuidad de las Jornadas del vapor o incluso nuevas actividades culturales que puedan ser vinculadas a la mina y su hsitoria, esa que desde Sadim saben contar con detalles y veracidad.

El tren de Samuño está a punto de circular de nuevo por las vías que llegan a La Nueva. El ferrocarril turístico, en ancho de vía de 600 milímetros,  circula buena parte por el trazado de la antigua línea minera de Carbones de La Nueva, en Samuño, uno de los valles más característicos de las cuencas hulleras asturianas.

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Explanada del Pozo San Luis, final del tren minero

La historia de la minería langreana comienza a ser contada en El Cadaviu, donde se ubica la estación principal del ferrocarril, que actúa además de recepción de visitantes y está dotada del depósito y taller. El edificio principal, se inspira, en su única planta, en la arquitectura tradicional ferroviaria de la zona.

Un locomotora con diez pequeños coches se alza sobre las vías, es la hora de viajar en tren minero a una velocidad máxima de 20 kilómetros hora lo que permite además apreciar la belleza del valle. El primer tramo discurre en superficieen una longitud cercana al kilómetro y cruzando con un túnel la plaza de la mina La Trechora, hasta Puente Humeru. En este punto se ha establecido un apartadero de dos vías para cruce de trenes.

Comienza un segundo capítulo del un viaje inolvidable, y es que se entra a continuación en el antiguo travesal denominado Socavón Emilia, donde tras casi kilómetro y medio de galería, se ha instalado la terminal subterránea de la línea. El paisaje natural deja paso a la naturales a muerta, aparecen sonidos diferentes y la aventura queda por momento sin color. Es el reino del carbón y el frío de la soledad bajo tierra.

Explicación de los guias en el interior de la mina
Explicación de los guias en el interior de la mina

El tren se para, cumplido el capítulo de interior, los viajeros podrán acceder a la caña del pozo San Luis. Por medio de un ascensor, más seguro que las jaulas por las que accedían los minero pero con una sensación similar, se ascenderán las varias decenas de metros de altura hasta la plaza de esta instalación minera, en donde se podrán visitar las remozadas instalaciones del pozo, incluyendo su elegante casa de máquinas y resto de edificios de la antigua explotación, además de diversos objetos históricos mineros y ferroviarios recuperados.

La aventura puede continuar en el pueblo de La Nueva donde se abre una posibilidad complementaria, la de catar la buena gastronomía del Nalón, conocer a sus gentes y su paisaje, ya que los viajes tienen la posibilidad de volver a la estación caminando por una senda habilitada para tal efecto, aunque también pueden hacerlo en tren, algo que además de cómodo resulta de nuevo atractivo. Porque los que se suben una vez al tren miento de Samuño quedan con esa grata sensación de querer volver a hacerlo. Samuño no es una aventura de un día, es una experiencia digna a de revivir.