“El carácter de la cuenca, abierto con la gente, vale mucho para el negocio”

Hugo Ordíz Castaño y Marcos Martínez Asenjo fundadores de Quesos Alcares

Marcos Martínez Asenjo y Hugo Ordíz Castaño son dos jóvenes de El Entrego y de Sotrondio que, en estos tiempos que corren, se han arriesgado a emprender su propio negocio apostando por  la industria agroalimentaria. Su queso, Alcares, está teniendo gran acogida entre el público y la crítica a pesar de su juventud en el mercado.

-¿Cómo surge la idea?

-Barajamos muchas posibilidades para que ver podíamos hacer y escogimos este sector porque pensamos que era el mejor proyecto. El más interesante.

-Pero… ¿ninguno tenía experiencia en esto?

-Hugo: No. Yo vengo del sector agroalimentario en el área de cárnicas y Marcos era contable.

-Y un día os levantasteis y dijisteis: “Vamos a hacer un queso azul y lo llamamos “Alcares”…

-Marcos (se ríe): Había cogido las vacaciones y después entraba en una excedencia que al final no llegué a tener porque ya vi que esto arrancaba. El secreto está en que nosotros mismos fuimos montando la fábrica y durante el año que duró el montaje nos dio tiempo a aprender mucho y a estudiar. Ver cómo se funcionaba en otros lugares e intentar coger lo mejor de cada uno.

-¿Siendo de la cuenca, y en el caso de Marcos que aún sigue viviendo aquí, por qué no instalasteis la quesería en el Nalón?

-Lo intentamos y buscamos por un montón de lugares pero no encontrábamos un espacio que se adecuara a las necesidades que teníamos. Los había, por ejemplo, en polígonos y en áreas industriales pero no beneficiaba a la imagen de la propia empresa, donde el entorno juega un papel principal. Tenerlo en un polígono no nos parecía lo mejor de cara a temas como posibles visitas. Después está el tema de cómo debe ser la instalación, con su correspondiente alcantarillado, fosa, etc. En lo agroalimentario entran factores como el propio agua, que en el caso de que sea de manantial ya te obliga a poner una depuradora. No es nada sencillo montar una industria de este tipo y el mejor sitio que encontramos teniendo en cuenta el presupuesto de las obras para adecuarlo estaba en Siero.

-Tenemos fama de ser extrovertidos a este lado de la cuenca minera. ¿Ayuda ese carácter en los negocios?

-Sí. Muchas veces, cuando hablamos con alguien, enseguida sale el tema de dónde somos. En cuanto dices que eres de la cuenca ya tienes medio camino hecho porque tenemos fama de ser gente noble y muy abierta, y de alguna manera esto lo saben en otras partes de Asturias.

-¿Qué diferencia el queso azul Alcares de otros quesos para que en tan poco tiempo os hayáis hecho un hueco?

-La primera diferencia es que es un queso elaborado y envasado aquí, y no sólo envasado aquí que es algo que sucede con otros quesos que se comercializan como asturianos y después se hacen fuera. Por otra parte, está elaborado con leche cruda de vaca. Que quiere decir esto, que necesitamos una proporción de 10 litros de leche para fabricar 1 kilo de queso más o menos. Es un queso que se cura en bodega, en condiciones de temperatura y humedad adecuadas y que ahora mismo, y a pesar de llevar solo seis meses en el mercado, compite directamente con un queso tan importante como el Cabrales… que no es poco.

“El secreto para el auge de nuevos negocios artesanales y ecológicos está en la diferenciación del producto”

Marcos y Hugo en un momento de la entrevista

-Recientemente habéis tenido una presentación de Alcares, a través de Tentación Ibérica, nada más y nada menos que en la City londinense. ¿Cómo fue la experiencia?

-Nos sorprendió la acogida porque no pensamos que iba a tener tanta aceptación y nos ha abierto el camino a crear contactos para poder exportar Alcares allí, que era lo que teníamos en mente. Solo hubo un queso que fue el nuestro y la representación asturiana pasó por Alcares y por sidra Trabanco, que nos ayudó también para que los que asistieron pudieran disfrutar de la mezcla de los dos sabores. Además, de alguna manera, que Tentación Ibérica que sólo organiza eventos con productos de alta calidad nos llevará ya es de por sí una garantía.

-No sois los únicos que apostáis por el sector alimentario en el Nalón. Una cerveza artesanal en Sobrescobio, sidra ecológica L’Allume e incluso una ginebra artesanal que está saliendo ahora al mercado. ¿A qué se debe este boom?

-A que es un sector con muchas posibilidades en el momento en que buscas una diferenciación del producto. Se ve muy claro en el caso de Caleya. Si produjeran una cerveza comercial como, por ejemplo Mahou, se encontrarían con una gran competencia en el mercado. En el caso de la sidra ecológica pasa exactamente igual. Nosotros por el contrario nos diferenciamos con la leche cruda y la elaboración artesanal, si fuéramos a la pasteurizada tendríamos muchísima más competencia. El sector agroalimentario es muy interesante aunque a veces pueda resultar complejo.

-¿Cómo ha acogido la industria quesera?

-No hemos tenido todavía mucho trato con otros queseros porque somos muy nuevos en el negocio. Comenzamos en agosto a producir y no hemos hecho mucha vida social ni acudido a ferias. Si tenemos trato con algunos elaboradores de queso que nos echan una mano, facilitándonos sobre todo contactos que nosotros no tenemos.

-Más de 40 variedades de queso en Asturias y cuatro con denominación de origen ¿no es demasiada competencia a pesar de diferenciaros?

-Desde el principio valoramos que Asturias era una región pequeña con mucha variedad y por eso teníamos claro que lo suyo era sacar el producto fuera. Así que al troquelar las etiquetas ya las hicimos en tres idiomas. Hacerlo en asturiano era muy romántico, pero si luego nos pedían cien quesos desde Francia y teníamos que hacer nuevas etiquetas el coste se nos disparaba así que escogimos el inglés, el español y el francés para el etiquetado. Además dentro de poco presentaremos los postres lácteos para diversificar la producción.

-¿Cuál es el secreto para que el negocio vaya viento en popa?

-No decir nunca que no a nada. Si tenemos que presentar 1000 cuñas y nos coincide con la asistencia a un evento a una feria hacemos las horas que tengamos que hacer para estar en los dos lados. La visibilidad es tan importante como entregar un producto de calidad a tiempo, y esto lo agradecen siempre los organizadores.