Tercer verano sin piscinas públicas
La crisis mantendrá cerradas, nuevamente, las instalaciones deportivas de Pénjamo y Riaño a pesar de la presión vecinal
Las piscinas públicas langreanas tampoco abrirán en el verano de 2013. El gobierno local informó de esta decisión a la Plataforma Pro Piscinas Langreo en un encuentro que tuvo lugar el pasado mes de abril y tras el cual se decidió continuar con las movilizaciones para protestar por el cierre de las instalaciones. De hecho una de las primeras protestas de los vecinos que exigen la apertura de los recintos deportivos fue acudir a las puertas del Nuevo Teatro de Langreo donde se celebró la Gala del Deporte.
La última vez que se abrieron las piscinas fue en 2010. Desde entonces han sido numerosas las quejas que los usuarios han trasladado al gobierno municipal. La Plataforma Pro Piscinas Langreo llegó incluso a recabar más de 6.000 firmas para demandar la apertura de los complejos deportivos de Pénjamo y Riaño, los equipamientos que acogen las únicas dos piscinas públicas al aire libre existentes en el concejo. Las firmas fueron entregadas en el registro del Ayuntamiento. Pero la crisis económica parece ganarle el pulso a las ilusiones de muchos bañistas que quieren hacer uso de instalaciones langreanas públicas que, a lo largo de los últimos años cerradas, han ido acumulando problemas de limpieza e incluso estructurales.
En Langreo existen, eso sí, al menos otras dos piscinas colectivas pero no públicas. Se trata de la que es propiedad de La Montera, en la que solo pueden acceder socios y que se ubica en el distrito de Sama; y la que gestiona la Agrupación Deportiva La Braña a la que, esta sí, previo pago de un precio medio de dos euros cualquier persona puede acceder. La piscina de La Braña cuenta con servicio de socorrista y un horario que va de una a tres y de cuatro a ocho. La sociedad deportiva La Braña además de gestionar unas instalaciones increíbles de piscina también tiene una cancha de futbito y tenis. Además, en las inmediaciones de La Braña está la Braña del Rio, un pequeño pueblo de cuatro casas, en el que los vecinos han hecho y mantienen un área recreativa.