“En estos 60 años hay cosas que no han cambiado en el U.P.L, los aficionados siguen igual de fieles y el equipo luchando hasta el final”

Víctor Fernández-Miranda, langreano de 62 años, lleva siete años presidiendo el U.P Langreo y acaba de ser reelegido para continuar liderando el club “de sus amores”. Va al Ganzábal todos los días, como quien va al trabajo: puntual, competente y con “remango”.

Víctor Fernández-Miranda, presidente del Unión Popular de Langreo.

El 4 de julio de 1961, fecha en la que se fundó el club, tenía usted dos años. ¿ya le habían hecho socio del U.P Langreo?

(Se ríe). No, no, de aquella no se llevaba. Me llevó mi padre en la temporada 69/70. Pillé dos temporadas seguidas en lo que se llamaba Segunda división A (actual Segunda o Liga Smartbank), de la que descendimos en el año 72, y tuve durante más de 25 años grabados aquella etapa y la obsesión de volver a vivir a aquello. Aunque con el tiempo te das cuenta de que es casi imposible, porque si la economía siempre mandó en el fútbol, ahora muchísimo más.

-Llegó usted a la presidencia en 2014, casualmente con el ascenso frente al Mérida. ¿Cómo lo recuerda?

Aquel ascenso nos pilló, sinceramente, desprevenidos. Veníamos de unos tiempos difíciles y el entrenador, que era Pablo Lago, tuvo el presupuesto deportivo más bajo de los últimos años. Cuando llegamos a la fase final, recuerdo estar en Mérida, donde empatamos a ceros, con la “patata” a flor de piel y con 40º. La verdad es que tardamos mucho en asimilarlo y aunque volvimos a descender al poco tiempo, el objetivo desde aquella temporada siempre fue el de competir en 2.ª B.

El club acaba de celebrar 60 años. En todo ese tiempo la sociedad en general y la forma de vivir y consumir fútbol, en particular, ha cambiado mucho. ¿En qué se parece este U.P.L. al del inicio? ¿Y en qué ha cambiado (para bien o para mal)?

Fernández-Miranda, en Ganzábal.

En el año 70/71, Langreo tendría 70.000 habitantes, mucha industria y mucho trabajo; ahora tenemos la mitad de población y una tasa de paro muy alta. Sin embargo, podemos decir que somos el tercer club de Asturias, lo cual, visto lo visto, tiene mucho mérito. Sin embargo, si tengo que decir algo en lo que empeoró es que antes, cuando competíamos en Segunda división A, había muchos jugadores que eran de aquí, del pueblo; y ahora es más difícil. Sí hay una cosa que no cambia que es la exigencia del aficionado con el club; queremos volver a nuestras raíces, que fue la Segunda división A. La afición es muy fiel al equipo, porque el equipo, gane o pierda, siempre lucha.

Esta temporada el filial competirá en Tercera ¿Es un equipo que sirve para recuperar a esos jugadores locales que decía antes que el club sí tenía?

Sí, ahora mismo hay 4 o 5 jugadores de Langreo que juegan en el filial, pero que están en dinámica de subir al primer equipo.

¿Cómo ha afectado la pandemia de COVID, en concreto al mundo del fútbol?

La gente aún sigue reacia a acudir al estadio y eso se nota también en el número de socios. Pero confío en que, poco a poco, vamos a mejor; y dentro de poco tenemos un derby asturiano aquí contra el Avilés y espero que los aficionados se animen a venir al Ganzábal.

Ahora ya han pasado siete años y ha renovado cargo, tras las últimas elecciones. ¿La pasión se estanca o va “in crescendo”?

La pasión no se me va. De hecho, los días de partido procuro contenerme, porque en alguna ocasión incluso salí de la grada y eché a correr para celebrar algún gol. El Langreo siempre fue mi pasión y siempre me generó algún “problema” en casa. Como el domingo tenga algún acontecimiento y coincida con día de partido, el acontecimiento tiene que esperar.

Ha cambiado la nomenclatura de la competición y esta temporada competís en Segunda RFEF. Con cabeza, y no con corazón, ¿cuál es el objetivo real? ¿Mantenerse o ascender?

El presidente del UPL durante la entrevista.

Con los pies en el suelo, la categoría que está por encima de la nuestra (Primera RFEF) genera mucha incertidumbre y en nuestro caso, no tenemos “detrás” una sociedad anónima deportiva que aporte dinero (como pasa en León, Badajoz, Santander…). Vamos a ir “piano, piano” y ojalá quedemos entre los cinco primeros, juguemos el playoff de ascenso y nos metamos en la Copa del Rey.

Imagino que desde la grada del Ganzábal ha vivido distintas emociones, ¿cuál fue el momento que más le marcó?

Tengo una muy positiva y otra muy negativa. La buena fue hace tres años en el partido contra el Orihuela, que volvimos a conseguir el ascenso a 2.ª B. Y un disgusto o decepción fue cuando nos eliminó dos años antes el Haro. Teníamos un equipazo y tendríamos que haber ganado. Tardé mucho en asimilarlo y en recuperarme, porque fue un “palo gordo”.

El fútbol femenino cada vez está más presente, ¿para cuándo una sección femenina en el U.P.L?

Pues es un tema del que se habló y que incluso muchos aficionados lo piden por la calle. Sin embargo, tenemos un problema: once equipos que entrenan y juegan en el Ganzábal, lo que hace inviable incorporar un equipo más. Necesitamos un anexo al campo, para disponer de más espacio, porque hay niñas en categorías inferiores y sería justo que tuvieran un equipo propio.

Imagínese que tuviera la oportunidad, como presidente, de elegir a un jugador internacional para que jugara un partido con la camiseta del U.P.L. ¿A quién eligiría?

(Se queda pensativo, pero sonríe). Yo pondría a Benzema, que me parece un jugador fantástico y sencillo.