La nieve asturiana considerada catastrófica

La nieve pone a Asturias en el camino de ser declarada zona catastrófica, a falta de calibrar con exactitud todos los daños causados por el gran manto blanco. El Gobierno de Pedro Sánchez ha aprobaba en la reunión del Consejo de Ministros de mes de enero, la declaración de zona catastrófica en ocho comunidades autónomas afectadas por el temporal «Filomena», entre ellas Asturias. Además a la Comunidad de Madrid, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Aragón, La Rioja y Navarra.

En Asturias las zonas rurales han sido las más fatigadas con espesores que dejaron numerosos pueblos incomunicados durante días, y con estragos que permanecieron durante días, argayos, desprendimientos y aludes uno de ellos con dos fallecidos en el acceso al puerto San Isidro en el conejo de Aller.

Con la declaración de «zona catastrófica» lo que hace el Gobierno es habilitar la solicitud de compensación por desperfectos en negocios, y el derecho de las corporaciones locales a recibir ayudas para compensar algunos de los gastos en los que tuvieron que incurrir.Las portavoces ministeriales explicaron que aún no se han cuantificado los daños generados por «Filomena» en cada comunidad, y también apuntaron que se estudiarán las peticiones que lleguen para que se conviertan o bien en ayudas específicas -como exenciones fiscales- o ayudas directas. En el caso de los Ayuntamientos la compensación que plantea el Gobierno es del 50% de los gastos que tuvieron que derivar a actuaciones directamente vinculadas al temporal.

Asturias ha sufrido otras dos grandes nevadas en los el siglo XX, la de 1947 que dejó la región incomunicada por el puerto de Pajares al quedar las vías del tren quedaron completamente tapadas. Y un gran número de poblaciones quedaron incomunicadas y aisladas por la nieve. La situación volvía a repetirse en 1954, dejando grandes espesores de nieve con varios metros de acumulación en algunas localidades del oriente. Tras una semana teñida de blancos paisajes, Asturias volvió a la normalidad.