Jesús Sánchez. Portavoz de IU en Langreo.

Los niños saharauis

Un año más y en los primeros días de Julio llegará a Asturias un avión de niños y niñas saharauis. La Asociación de Ayuda al Pueblo Saharaui de Asturias hace posible este milagro, una vez más, gracias a un esfuerzo titánico, desinteresado y solidario y cuenta para ello con la colaboración de decenas y decenas de asturianos y asturianas que los acogen en sus casas como si fueran un miembro más dela familia. Unaño más tengo nostalgia de Badiha un niño saharaui que durante cinco veranos tuve la inmensa suerte de acoger en mi casa. Badiha nos enseñó a mí y a mi familia lo que significa la alegría del que apenas tiene nada y que se entusiasma con cada pequeña cosa que nosotros no somos capaces de apreciar.

La presencia de este niño, hizo que durante tres años viajara a los campamentos de Tindouf (Argelia) a visitarlo y a conocer las condiciones de vida del pueblo saharaui. La dignidad de este pueblo es directamente proporcional a sus necesidades, miles y miles de personas viven refugiados en campamentos compuestos por jaimas, en unas lamentables condiciones, en medio de la zona más pobre y desértica  de Argelia. En estos viajes he podido conocer de primera mano los efectos que la cobardía de los diferentes gobiernos del estado español y del conjunto de la comunidad internacional con Marruecos, y he intentado comprender como a pesar de todo, los saharauis siguen mirando al pueblo español con aprecio y consideración. Desde que el Gobierno del dictador Franco permitió la ocupación de los territorios saharauis al ejército de Marruecos, los saharauis viven en este inhóspito terreno cedido por Argelia, gracias a la ayuda internacional.

Dentro de unos días cuando vea en la televisión y en las fotos de la prensa escrita la cara entre alegre y curiosa de estos niños y niñas cuando lleguen a Asturias, mis recuerdos se irán con Badiha, su familia y con todo el pueblo saharaui con sus anhelos de libertad para los territorios del Sahara Occidental ocupados por Marruecos.