El Principado obliga a sacrificar 43 reses en Caso

Los ganaderos denuncian que un único caso de tuberculosis acarrea enormes pérdidas a la ganadería y piden medidas contra la enfermedad

Los positivos de dos ganaderías en Caso por tuberculosis han obligado a sus propietarios a sacrificar un total de 43 reses, 27 en la primera explotación y 16 en la segunda, con las consiguientes pérdidas económicas que esto supone. La Directora General de Ganadería, Rosa Urdiales, quiso tranquilizar a los ganaderos en una reunión que organizó el consistorio asegurando que “no hay ningún foco de tuberculosis, si no que se tratan de casos aislados”. Así apuntó a la campaña de saneamiento que se realiza todos los años y en la que participan 380.000 cabezas de vacuno, no evita que “se de algún caso de este tipo”. En este sentido informó a los ganaderos que “la enfermedad no está erradicada” y que se está desarrollando un estudio entre la fauna salvaje de Asturias para conocer si puede contagiar este mal a los animales domésticos que conviven con ellos.

La explicación de Urdiales no convenció a los ganaderos de la zona que aseguraron que “el Principado no está haciendo todo lo posible para frenar la enfermedad”. Una sola res con tuberculosis, tal y como señalan los ganaderos, obliga a sacrificar a decenas de ellas. Jerónimo González, de la asociación de ganaderos Uracan, impulsa junto con otros colectivos una protesta del sector en Oviedo el 17 de marzo. Asegura que cuando se produce un positivo en ganadería, se sacrifican las reses que están estabuladas con la vaca enferma y se una compensación que para nada tiene que ver con el precio del mercado. Además apunta a que “la carne de la reses que dieron falso positivo y fueron sacrificadas pueden acabar vendiéndose por ahí aprecio de chuleta, y no al poco dinero por el que se paga al ganadero”. Por otra parte apuntó a los animales salvajes como posibles transmisores de enfermedades y atacó la escasa eficacia de las políticas de compensación por los daños causados por la fauna salvaje.