La minería quiere futuro

Plan minero, la encrucijada “posible”

Sindicatos, Industria y Patronal llegan a un principio de acuerdo “el único posible” sobre el sector minero

La minería se enfrenta a su enésima encrucijada. Son muchos los que auguran un otoño caliente en el sector. Pero lo cierto es que la temperatura en la mina dependerá de cómo se vayan desarrollando los acontecimientos en las próximas semanas y cómo afectan a los distintos conjuntos que la conforman: Prejubilados, trabajadores en activo, contratas, trabajadores de los economatos.

Septiembre terminó dejando sobre la mesa un primer documento del Plan de la Minería que si bien no satisface a todo el mundo, parece ser, según unos y otros defienden, “el único posible en la coyuntura actual”.

Elaborar el primer borrador del plan minero no fue fácil. De hecho se precisaron más de año y medio de duras negociaciones entre los sindicatos mineros, la patronal y el Ministerio de Industria comandado por José Manuel Soria. Tras todo el día aprobación del nuevo plan del Carbón para el período 2013-2018 entra ya en su fase definitiva. El documento acordado entre las partes llega ahora a su fase administrativa, y deberá ser ratificado por el Consejo de Ministros para que tenga validez.

La Comisión para Asuntos Económicos del Gobierno tiene que revisar el nuevo plan minero para darle el visto bueno. La siguiente puerta a cruzar  será la firma definitiva entre el Ministerio, los sindicatos y la patronal del sector, Carbunión. Entonces llegará al Consejo de Ministros, que será en último caso quien tenga que aprobar de forma definitiva el plan, antes de ser publicado en el Boletín Oficial del Estado. A partir de ahí, será el Gobierno el que tenga que enviar el plan a Bruselas para que la Unión Europea lo ratifique de forma definitiva.

Uno de los puntos más importantes del documento definitivo es, sin duda, el plan social que también fue el principal punto discordante entre las partes.  Al final hubo pacto tanto en las bajas incentivadas como en las prejubilaciones. Las condiciones de estas últimas serán peores que las de planes anteriores. Los trabajadores podrán prejubilarse a partir de los 54 años “químicos” con el 70% de su salario bruto, mientras quienes se acojan a bajas incentivadas percibirán 10.000 euros de indemnización lineal más 35 días de sueldo por año trabajado con un límite de 30 mensualidades.

En cuanto al plan territorial, Industria lo financiará con 400 millones, de los que 250 serán para proyectos empresariales y 150 para infraestructuras. Se podrían incluir algunos proyectos singulares que no pudieron terminarse en anteriores planes. Desaparecen las becas pero habrá dinero para formación de trabajadores y seguridad minera. Además, habrá 15 millones anuales para reforestación y recuperación de escombreras.

Respecto al empleo, minería pasará de 4.894 trabajadores en la actualidad a 4.496 en 2018, lo que supone una reducción de un ocho por ciento.. El acuerdo contempla además que, a finales del 2018, las explotaciones dispongan de 3.318 trabajadores de plantilla propia y otros 1.178 procedentes de subcontratas. El nuevo plan del carbón garantiza una contribución mínima del mineral autóctono a la generación eléctrica del 7,5%, para lo que Red Eléctrica Española deberá de crear algún mecanismo, sin coste alguno para el sistema, que sustituya al actual real decreto de incentivos a la quema de carbón nacional, que expirará el 31 de diciembre de 2014.

En cuanto se conocieron los datos más relevantes del plan minero, los partidos políticos y sindicatos comenzaron sus particulares análisis. Desde la FSA-PSOE, Jesús Gutiérrez ha asegurado que a la Federación Socialista Asturiana «nos hubiese gustado otro Plan Minero, al igual que también había otro plan en la cabeza de los sindicatos mineros». No obstante, el secretario de Organización de la FSA-PSOE admite que «mejor un plan a que no haya Plan del Carbón porque había un riesgo evidente de que la minería del carbón llegase a su punto a final no ya en 2018 sino en 2013». Gutiérrez explica que se ha alcanzado el «plan posible» ya que el Plan ha estado condicionado, recordó, porque en los Presupuestos Generales del Estado de 2012 el Gobierno del PP, apoyado por el voto de Foro, «recortó las ayudas al carbón en más de un 63% cuando estaba previsto el 10%». Finalmente, el dirigente socialista consideró «necesarias» las movilizaciones mineras realizadas para urgir al Gobierno del PP a negociar un nuevo Plan Minero 2013-2018 «porque el Ejecutivo de Rajoy no hizo más que dar tumbos con el carbón y los sindicatos mineros y los mineros, que ya estaban hartos de la pasividad del Gobierno, lo que hicieron fue defender un sector, un puesto de trabajo y el pan de sus hijos porque muchas familias mineras están pasando hambre, y no es una metáfora».

También Izquierda Unida hizo su lectura propia. Desde la coalición consideran el plan como un punto de partida para garantizar la viabilidad del sector más allá de 2018. El coordinador de la formación en Asturias, Manuel González Orviz, hizo un llamamiento a toda la sociedad para continuar las movilizaciones que permitan, al igual que ahora, forzar al Gobierno de Mariano Rajoy a revisar su hoja de ruta. “Los sindicatos y la patronal salen de la negociación con acuerdo hasta en la propia calificación del mismo, como el único posible, por tanto, recoge perfectamente el contexto en el que se dio. Ha costado movilizaciones, huelgas, la marcha negra a Madrid e incluso vencer la resistencia de un Gobierno que ni se quería sentar a negociar. Al final, frente a un Gobierno que pretendía el cierre inmediato de la minería, se ha logrado pues podríamos definirlo como prolongar la respiración asistida al sector”.
Los economatos

Mientras se dirime el futuro del sector, otro futuro, el de los economatos, está en juego. Hunosa no prevé mantener abiertos sus supermercados más allá del 31 de diciembre de este año. El presupuesto que hasta ahora ha venido destinando la hullera pública a los economatos, 3 millones de euros anuales, se agotará a final de año y no hay previstas nuevas partidas.

La intención de la compañía es convocar un concurso público de venta pero, para ello, es necesario el acuerdo con los sindicatos. De momento no existe.  Todo indica que los economatos arrancarán 2014 cerrados.

Cinco empresas han mostrado su interés en los supers, según publican medios regionales. Aunque no todas se circunscriben al sector alimentario. De las cinco empresas interesadas dos quieren hacerse con los 14 economatos en bloque. El resto solo están interesadas en algunos de ellos. Una de las firmas interesadas en el paquete se compromete a mantener el empleo. La otra habla incluso de aumentar la plantilla y ofrecer una tarjeta de descuento para los mineros en activo.

El aumento de la plantilla iría ligado al del horario comercial ya que los establecimientos abrirían las tardes y los fines de semana.

El cierre de los economatos de Hunosa genera malestar y rechazo entre la sociedad de las cuencas mineras