«No podemos hacernos un análisis aislado, autárquico de la cuenca del Nalón»

Graciano Torre se unió al gobierno de Javier Fernández después de un año en el que había retomado su trabajo como profesor tras varios mandatos a las órdenes de Vicente Álvarez Areces. El que fuera alcalde de San Martín del Rey Aurelio vuelve a tratar cara a cara con los problemas económicos, industriales y laborales de Asturias. Y no es tarea fácil.

 -Nueva legislatura y nuevos retos. ¿Esta situación tiene poco que ver con la del anterior mandato, no cree?

-Tiene poco que ver, efectivamente, por la situación económica. La crisis se va profundizando cada día más. Vemos cómo crece el paro de manera continua y sostenida, cómo cada día entran expedientes de regulación de empleo con extinción de contratos o, en el mejor de los casos, de carácter temporal; con lo que la situación es diferente, aunque hay elementos que se sustentan sobre cuestiones ya puestas en práctica o reivindicadas en anteriores legislaturas, algunas ya solucionadas o con un principio de solución a medio o corto plazo, como es el tema de la tarifa eléctrica.

-Nadie creía hace menos de un año que usted iba a formar parte del gobierno de Javier Fernández. ¿Cómo se lo pidió el presidente? ¿Le costó mucho responder?

El primero que no me lo esperaba era yo por múltiples razones. No sólo por la llamada de Javier Fernández sino porque, en buena lógica, tenía que haber un gobierno de una legislatura. Es la primera vez que en Asturias se corta una legislatura a escasamente un año de de las elecciones para convocar nuevas elecciones. En cuanto a si me costó mucho responder, pues no. Cuando una persona como Javier Fernández, a la que, por otra parte, conocía y respetaba desde hace muchos años y con la que mantenía una buena relación, me lo pidió, le dije que si quería contar conmigo pues que podía contar.

– La sangría de paro continúa y las noticias de ERES y cierres siguen sorprendiéndonos cada día. ¿Se vislumbra ya el final?

-Depende. Hay que hablar más de sectores que de generalidades. En la construcción, quizás el sector donde afectó la crisis con más intensidad, yo creo que si no hay más EREs es porque  ya no queda prácticamente nada; hay una atonía total y, en consecuencia, también en todos los subsectores que rodean a la construcción: muebles de cocina, almacenes de materiales de construcción, fontanería, electricidad, todo lo que estaba dando buena cantidad de actividad económica y de trabajo. En el sector servicios y en el comercio en particular, es evidente que las medidas tomadas por el Gobierno de España contribuyeron a mermar la capacidad adquisitiva de los españoles y, por tanto, de los asturianos. Ha ido disminuyendo la renta familiar disponible por los recortes y los incrementos del IVA, los convenios se están negociando a la baja, el paro crece y, si no hay consumo, no habrá venta y vendrán los cierres. En el sector del turismo hemos bajado pero yo creo que tenemos un margen más allá de la crisis. Podemos recuperar parte del espacio perdido. No es que eso sea la solución de Asturias, pero el objetivo que se marcó el presidente, para que el turismo participase en el 10% del PIB, también nos lo hemos marcado desde la consejería y estamos trabajando para conseguirlo. En materia industrial, parece que las grandes empresas ligadas al sector del metal, como decía antes, tienen solucionados algunos de sus problemas en el corto plazo. Por ello, no es que no espere  EREs, que los habrá, como el de General Dynamics, que plantea un expediente de extinción para la mitad de la plantilla, y problemas, como el del sector del carbón. En este sentido, parece que se abrió una ventana a la esperanza en esa negociación a la que están convocados los sindicatos en el mes de marzo. A ver si, de esta manera, podemos vislumbrar un futuro del carbón que no sea tan negro, aunque el último decreto de entrada por garantías de restricción no parece apuntar que el Gobierno tenga intenciones muy positivas con relación al futuro de la minería subterránea ni con los consumos de carbón nacional.

-¿Hay algún sector económico en Asturias que ya vea esa luz al final del túnel? Desde su experiencia y su observación ¿Quién ha resistido mejor los envites de la crisis?

-El sector de los astilleros es de los pocos que parece que aguanta razonablemente bien, tiene carga de trabajo y se está moviendo, están construyendo barcos. Y el sector primario, con los acuerdos relativos a la Política Agraria Común (PAC), parece que nos dará una tregua y un respiro. Uno de los que peor lo está pasando, y en la Cuenca del Nalón lo vivimos muy de cerca, es el sector minero.

-¿Realmente estamos ante el fin de la minería?

-En principio, hay un tiempo establecido por la UE que finaliza en 2018, lo que nos da tiempo más allá de ese año para luchar por su futuro modificando la normativa. Hay que tener en cuenta que la historia del carbón siempre se construyó sobre modificaciones y sobre la puesta en marcha de nuevos reglamentos que construían espacios nuevos, con menos producción y menos trabajadores pero que permitían continuar. Y esa lucha no la puede abandonar el Gobierno de España ni nadie. Con independencia de lo que el Gobierno del señor Mariano Rajoy haga en negativo, hay unas elecciones generales a dos años vista de esa fecha del 2018 y eso puede cambiar las tornas. Con lo cual, es cierto que hay una espada de Damocles encima del sector, pendiente de un delgado hilo, y esperemos, no sólo que el hilo aguante sino que se pueda reforzar por la voluntad propia del Gobierno de España o por las presiones que ejerzan los distintos Gobiernos autonómicos, los sindicatos y la sociedad.

«Han caído empresas en toda España. No hay que poner focos de maldad sobre territorios concretos ni empresas que han recibido ayudas»

Graciano Torre, con nuestra redactora Aitana Castaño, en un momento de la entrevista en las instalaciones del Pozo El Fondón.

-Mientras nos enfrentamos a la dura situación de la minería surgen problemas puntuales. Tenemos el caso de los subcontratados de Hunosa (que piden su incorporación a la empresa como excedentes) ¿Qué se debería hacer con estos trabajadores?

-HUNOSA ha prescindido de las subcontratas. Lo que hay que hacer es lo mismo que se hizo con anteriores planes: si se negocia un Plan 2013-2018, que los incluyan como excedentes mineros. Y no hay mucho más que se pueda hacer porque estamos ante más de 100.000 personas que buscan poco más del exiguo empleo existente. Por lo tanto, si HUNOSA prescinde de las contratas, poco más podemos decirle, salvo que si en un determinado momento decide subcontratar labores como las que realizaban estas personas pues que las empresas que contraten para las mismas den prioridad absoluta a estos trabajadores.

-Después está la desaparición de medio millón de toneladas. Parece una broma pero es así. ¿Habrá explicación por parte de Vitorino Alonso o Hunosa sobre este misterio?

-Cuando una persona le roba a otra o incumple un contrato o una de las partes lo entiende así, hay dos maneras de solucionar estas situaciones: por la vía del acuerdo o por la vía de los tribunales. Si se ha optado por esta segunda, serán los tribunales quienes tengan que decidir. No es un problema que deba resolverse desde la política.

-Los ciudadanos consideran que no ha habido ni hay alternativas reales que cubran el empleo que se perdió con el cierre de los pozos. ¿Cuál o cuáles han sido los errores? Si cree que los ha habido.

Es verdad que ahora mismo no hay alternativas para cubrir las personas que están trabajando en los pozos mineros, pero es que ahora mismo no hay puestos de trabajo para cubrir absolutamente nada. No sólo para los 2.000, 3.000, 4.000 mineros que puedan verse afectados, o los otros 8.000 empleos indirectos, sino que tampoco los hay para cubrir a los otros 90.000 asturianos que están en el paro. ¿Errores o no errores? Todas las cosas son mejorables. Pero hay algo evidente, con fondos mineros se generaron muchas empresas, tanto en las cuencas mineras como en los municipios limítrofes con derecho a ayudas, y la mayor parte de ellas está aguantando, aunque hay otra parte que cayó. Y, más allá de la mejor o peor gestión de los promotores de la actividad, el mercado también incidió en que hayan caído algunas de esas empresas. Han caído empresas en toda Asturias y en toda España. No hay que poner focos de maldad sobre territorios concretos ni empresas que han recibido ayudas. No creo que por recibir fondos mineros se tenga más predisposición a quebrar que por recibir fondos de la ley de incentivos regionales o fondos financieros de distintos instrumentos. Las causas de las caídas de una empresa suelen ser una combinación de todo. Es verdad que ahora, en la mayoría de los casos, tienen que ver con los mercados y la crisis, pero también hay otros factores, como la incapacidad para comercializar, no tener un buen producto… Y, en relación a si había que haber gastado más o menos dinero en la reindustrialización o en otras obras públicas relacionadas con otros aspectos de dinamización y reestructuración de las comarcas mineras, yo creo que hubo bastante dinero para ambas cosas. Otra cuestión son las dificultades de gestión y cómo se organizaron los elementos de concesión de las ayudas por parte del MINER al Principado o a los ayuntamientos… Hay toda una casuística que es discutible y tiene que servir en el futuro para mejorar la gestión de los convenios. Un ejemplo es el de la famosa Y de Bimenes. En uno de los tramos se caen los taludes y en otro aparece grisú; y eso obliga a estar más tiempo y el convenio se va de plazo. Por lo tanto, ningún contrato debe ser inflexible en los plazos. Es como cuando cualquier ciudadano hace obras en casa, siempre se prolongan más de lo previsto.

-La corrupción política es una de las mayores preocupaciones de españoles en general y asturianos en particular.  ¿Qué cree que se tiene que hacer con aquellos cargos políticos que se ven inmersos en investigaciones policiales?

-Los cargos públicos, en el momento en que hay indicios de que puede haber una conducta irregular, deben separarse. Pero yo creo que lo primero que hay que hacer es generar una conciencia de que es tremendamente reprochable que uno no cumpla con sus obligaciones. Debe haber una conciencia general de reproche hacia este tipo de conductas, no sólo hacia los políticos que las practican. Hay que tener en cuenta que hay políticos excelentes, regulares y malos. Y, repito, se necesita tener una conciencia clara de que la conducta de corromperse es reprochable en todos los sentidos. Y, en segundo lugar, es necesario modificar la legislación y endurecerla para que desaparezca toda posibilidad de generar dinero B, generado cuando uno paga sin factura. Otra cosa es que los políticos tengan un agravamiento de pena por razón de su posición. No es lo mismo que un ciudadano se corrompa a que se corrompa un político, aunque ambas actitudes son reprochables.

Luego está el tema de las declaraciones de bienes por parte de los políticos. Esto no sé si sirve porque el dinero opaco no aparece ni en la declaración de la renta ni en la declaración de bienes. Y cuando aparece alguno de estos casos y vemos que estas personas corruptas tienen el patrimonio enmarañado, está a nombre de terceros, tienen testaferros… Por eso lo que hay que hacer es eliminar el dinero B y reconocer para qué sirven los impuestos y a qué se aplican.

-Uno de los casos más recientes fue la detención del Presidente del PP en San Martín del Rey Aurelio, que también es su concejo. ¿Le preocupa esta situación en particular y la pérdida de credibilidad de los políticos en general?

Es un caso que se enmarca dentro de lo que vemos en el conjunto de España. No es más grave ni menos grave. Él declara su inocencia, toda persona tiene derecho a su presunción de inocencia y no se la voy a quitar yo al presidente del PP de San Martín del Rey Aurelio ni a nadie.

-¿Añora sus años de alcalde?

No, no tengo tiempo. No soy de los que piensan que cualquier tiempo u ocupación pasada fue mejor. He disfrutado tremendamente como alcalde; estoy muy agradecido a los ciudadanos de San Martín por haber permitido esa experiencia en tres ocasiones sucesivas y después de tres elecciones ganadas con mayoría absoluta; y desde aquí lo que quiero es agradecerles a todos y pedirles que me perdonen  aquellas cosas que pude haber hecho mal, que seguramente las hubo.

-¿Cómo ve La Cuenca del Nalón?

La veo como al resto de Asturias. Forma parte del área central de Asturias y tenemos que sentirnos integrados en el centro de Asturias. No podemos hacernos un análisis aislado, autárquico. La Cuenca del Nalón tiene sus dificultades y peculiaridades como las tienen otras zonas; es verdad que el carbón sigue jugando un papel muy importante; pero debemos sentirnos parte de esa Asturias central si queremos tener un futuro razonable en términos de población, empleo, actividad económica…