Un año malviviendo con la pandemia

Nos ha tocado vivir, el año de la pesadilla pandémica. Comenzaba el 2020 con noticias que advertían de un virus de Wuhan. Asturias miró cara a cara a la pandemia un 29 de febrero de 2020. Dos días antes un hombre de 70 años acudía a un centro sanitario de Gijón, se le diagnosticada una neumonía aguda, a las 48 horas se confirmaba que era el primer caso de coronavirus detectado en Asturias y era trasladado, junto a su esposa de 66 años, al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, quedando ambos en aislamiento. Habían viajado a Portugal días antes. En España apenas había medio centenar de casos. Empezó el goteo de contagiados… y de víctimas. El primer fallecido por coronavirus en Asturias fue Avelino Uña Gutiérrez, religioso salesiano de 68 años, que murió el 11 de marzo. Formaba parte del primer foco de covid-19 identificado en el Principado, que tuvo como escenario el colegio Fundación Masaveu de Oviedo.

Estábamos entrando en lo que después llamaríamos primera ola. Al final, no solo nos llegó sino que, casi 14 meses después, el SARS-CoV-2 ha infectado a unos 43.200 asturianos y ha segado cerca de 2.100 vidas Casi nueve de diez positivos se han detectado en los concejos que aglutinan al 88% de la población del Principado. Son los 19 concejos con más de 10.000 habitantes, entre ellos Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Langreo.

Test PCR en el punto AutoCovid de Laviana.

El 10 de marzo de 2020, el Gobierno de Asturias anunció el cierre de cinco colegios. A partir de ahí, los acontecimientos se aceleraron el Asturias. El fin de semana del 14 y 15 de marzo España quedó confinada. Arrancaba la lucha por la supervivencia, sobre todo la psicológica. Todo cambiaba con la gente dentro de casa, se compraba papel higiénico para toda la vida, se aplaudía en las ventanas, llegaba el teletrabajo y la escuela on line. El Ejército tomó las calles vacías y montó hospitales de campaña. Nos impusieron las mascarillas para poder salir a las calles.

En torno al 10 de abril, la pandemia empezó a ceder, la primera ola parecía irse. Asturias era una de las comunidades autónomas que mejor parada había salido. Entre junio y julio, Asturias sumó 25 días sin ningún contagio. Los asturianos se quedaron en casa y el Principado se llenó de turistas. Fue el caldo de cultivo de la segunda ola. El 24 de octubre, el Gobierno de Asturias determinó el cierre perimetral de los tres grandes concejos: Oviedo, Gijón y Avilés. Llegaron las Navidades que fueron menos multitudinarias que nunca. El 27 de diciembre se inició la vacuna en las residencias de mayores. Sin embargo, no logró evitar, con el nuevo año la llegada de una tercera ola que  comenzó a golpear con más fuerza que las anteriores a la comarca minera del Nalón. Laviana, San Martín del Rey Aurelio y Langreo no cesaban de sumar casos, y en menor medida Caso y Sobrescobio. La comarca llega tener 450 vecinos contagiados por día lo que llevó a las medidas más restrictivas. La 4Plus que se impuso en Laviana y San Martín del Rey Aurelio. Ahora parece estar superado.

Calles vacías, imagen habitual durante la pandemia en todo el Nalón.

El mayor temor de los asturianos se asocia a las consecuencias económicas que  hacen mella en muchos hogares y empresas. Asturias puso fin en 2020 a siete años consecutivos de descensos del desempleo y a incrementar el paro en 12.113 personas. Una mejora en los datos de la pandemia, lleva a evitar restricciones permitiendo  mejorar la economía. Pero los datos positivos de la última quincena del mes de enero se estancaron a cuatro días de terminar el mes. Como futuro Asturias ya cuenta con más vacunados que contagiados desde que estallara la pandemia. Además, estamos sin brotes en los centros de mayores por primera vez en 8 meses. La vacunación es ahora mismos la esperanza para arrinconar la pandemia.

Buscando la incidencia cero

La comarca minera del Nalón trabaja a diario para no salirse el camino que la lleve a disminuir a cero los casos de coronavirus. La vacunación que ha comenzado a llegar a pie de calle, y el respeto por las normas sanitarias marcadas ha logrado que los cinco concejos mineros se estabilicen en la senda, que hace semanas se marca desde el municipio de Sobrescobio, de disminución en la incidencia de una pandemia que aún no se ha controlado. El futuro está puesto en conseguir una incidencia menos a 50 casos al día en toda Asturias antes del 9 de mayo, cuando está previsto abrir fronteras con la finalización del Estado de Alarma. Algo que se logró ya en junio cuando durante 25 días la región tuvo cero casos

Con ilusión y mucha colaboración han acogido los vecinos la llegada de las vacunas que se han comenzado ponerse en los mayores de 80 años, en Langreo se ha utilizado la estación de autobuses ubicada en Langreo Centro a donde ya ha acudido más de 300 vecinos. Muchas historias de reencuentros familiares que esperan desde hace un año, tranquilidad para salir a la calle …. la vacuna que también se está poniendo en los otros concejos llega con aires de esperanza. El gerente del área sanitaria del Nalón, Bernabé Fernández afirmó que se existen “muy pocos casos que no se quieran vacunar”, ya que “los efectos adversos son muy escasos” y la “efectividad está demostrada”. “La vacuna es eficaz y es el modo más útil que tenemos para frenar la pandemia y la población está concienciada”, resaltó.

Desde el inicio de la segunda ola, el Principado empezó a establecer cierres perimetrales y a aplicar nuevas medidas para controlar la pandemia. A las restricciones que se aplican a toda Asturias desde el pasado mes de octubre se sumó entonces el temido sistema de restricciones «4 Plus». En el Nalón entraron primero San Martín de Rey Aurelio, y posteriormente Laviana. Langreo estuvo en tres ocasiones a punto de entrar, a día de hoy sus datos son los más inestables de la comarca y podrían aún llevarla a nuevas restricciones.

No es momento de concesiones. Los números, gracias al buen comportamiento de los vecinos, se están estabilizando a la baja. Lo que no va a repercutir medidas menos restrictivas de cara a la hostelería, y a la Semana Santa. Sin embargo, desde la hostelería entienden que la reducción de las restricciones en los concejos que han salido del límite máximo de alerta (el conocido como 4Plus) podría derivar en ampliar un poco el horario de sus actividades (limitado ahora hasta las ocho de la tarde). Muchos empresarios han puesto de ejemplo a los supermercados, negocios a los que el ejecutivo permite ahora abrir hasta las nueve de la noche «para evitar aglomeraciones». Sin embargo, el vicepresidente del gobierno Juan Cofiño considera que no hay comparación con los supermercados porque la compra de alimentos es una “necesidad esencial, no hay comparación posible con hostelería, que es una actividad de ocio”.

Al debate sobre la desescalada, hay que sumar también a los epidemiólogos, que coinciden en alertar de que una desescalada rápida puede provocar rebrotes que se conviertan en una cuarta ola cuando todavía no se ha superado la tercera. La movilidad entre municipios, la apertura del interior de los locales de hostelería, restauración y gimnasios, entre otros, y reuniones de más de cuatro o seis personas no convivientes son los puntos negros para los expertos.

Mascarilla, distancia de seguridad y medidas de higiene. Toda precaución es poca. No arriesgues. Protege Asturias.

Claves para la vacuna

Los contagios que se han dado en centros de mayores cuyos usuarios ya estaban vacunados ha levantado la suspicacia de la población. Desde LA CUENCA DEL NALÓN hemos querido aportar información y despejar dudas hablado con María Neira, directora de Salud Pública y Medio Ambiente, quien nos ha remitido a un artículo publicado en la CNN – del que a continuación haremos un extracto -. Además, Neira nos ha instado a “no perder de vista que la vacuna no garantiza el cien por cien de la inmunidad. Con lo que podríamos contagiarnos aún habiendo generado los anticuerpos. Eso sí, pasaríamos los síntomas de una manera más leve”.

Entre las razones más frecuentes para dar positivo en covid-19 después de poner la vacuna está el intervalo entre la vacunación y la protección. Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU hay que esperar “entre días y semanas para que la vacuna funcione, pudiendo dar positivo antes de que la vacuna haya surtido efecto ya que la respuesta inmunológica tarda en desarrollarse”. Así, la primera dosis ya puede ofrecer un cierto grado de inmunidad. En el caso de la vacuna de Moderna aún no existen datos que avalen de qué porcentaje estaríamos hablando pero sí que los hay con la vacuna Pfizer “cuya efectividad a los 14 días después de poner la primera dosis rondaría el 52 %”. Por otra parte también se puede dar el caso de contagio entre una y otra dosis, o por contra, que nos afecte una variante del virus. En este caso “los datos apuntan a que debería haber protección pero”, también es cierto, “los laboratorios trabajan en una dosis de refuerzo que pueda suponer una protección extra contra el virus”.