“Entendemos que se decrete la alerta naranja pero tenemos que abrir a la vez que se pide mesura en el contacto social”

Aida Argüelles y Pablo Taberna. Sidrería Restaurante La Virusa

-¿Cómo afectó la crisis del covid en el concejo?

– Estamos facturando un 40 % de lo que facturábamos antes. Se notó el descenso de clientes. Yo lo veo cuanto atiendo a domicilio y la gente me comenta que salen de casa lo justo. La campaña del “miedo” que se está haciendo nos está pasando factura porque parece que sólo somos nosotros los que tenemos que tomar medidas, los culpables de que se extienda la pandemia. Nosotros y el pequeño comercio. Sin embargo de los grandes centros comerciales y supermercados no se habla. 

– ¿Cómo está afectando la declaración de la alarma naranja a su negocio y cómo le ha afectado la anterior situación?

– Cerramos La Salmerona y fue, directamente, por el covid. La mayor parte de los menús del día que servíamos eran de personas que iban al tanatorio, al Adaro o trabajadores de la Química. Se restringió el acceso a los dos primeros y se le sumó que, por protocolo covid, los trabajadores de la química hacen ahora el turno continúo por lo que van a comer a sus casas. En La Felguera, vamos tirando. Aunque soy consciente que tarde o temprano tendremos que cerrar ya que nadie está libre de contraer el virus y tendremos que activar el protocolo.

– ¿Cómo ve la situación en los próximos meses?

– Sigo diciendo que no entiendo como todas las medidas para paliar la pandemia recaen sobre la gente de a pie. La gente va al cajero automático del banco y no se limpia en cada uso; la gente coge el transporte público con aglomeraciones – porque hay menos frecuencia – y al lado tuyo se pueden sentar cuatro personas en el mismo trayecto… y así sucesivamente. Y nadie se pone colorado con esto. Luego está la parte sanitaria, no concibo que en una crisis como ésta los centros sanitarios no funcionen al 200 %.

Que la ciudadanía tiene que hacer esfuerzos y la gente de los negocios también, es cierto. La solidaridad se trata de eso. Pero los esfuerzos también hay que ponerlos desde otros frentes incluidos los representantes políticos que para eso los pusimos ahí.

Fernando Cofiño. Sidreria El Zamorano

– ¿Cómo afectó la crisis del covid en el concejo?

– Nos está machacando. En nuestro caso es un negocio familiar y no nos vimos afectados con el tema de ERES pero nos fuimos para casa con un cese de casi 90 días los dos, teniendo la misma fuente de ingresos. Fue una situación complicada y eso que no teníamos trabajadores. Luego, con el fin del confinamiento y al tener buenos datos en Asturias vino mucha gente de fuera y también la de aquí se animó a salir. Estuvo bastante bien para defender lo que primero habíamos perdido.

-¿Cómo os está afectando esta nueva situación con la alerta naranja?

-Mal. Tenemos que cerrar muy temprano, casi no hay gente y ahora con la medida que entró aún es peor. El estado de alarma, sumado al mal tiempo, nos está afectando el doble.

La pandemia está perjudicando mucho al sector y lo entendemos pero, mientras que en otros lados son recomendaciones, aquí son restricciones. No obstante la gente cumple con la normativa y se preocupa de las nuevas medidas que srugen para cumplir con las recomendaciones de sanidad.

– ¿Cómo ve la situación en los próximos meses?

-Creo que en Asturias partimos con la ventaja de pocos casos y espero, que en esta segunda ola, no se sature tampoco el sistema sanitario. Lo que sí está claro es que hay que tomar medidas, hacer las cosas bien y tomar precauciones. Pero también tenemos que actuar como conjunto y pensar en lo nuestro. En que consumir y comprar en el pueblo hace que la crisis no se cebe tanto en las familias del valle, porque esto es algo que nos afecta a todos. Somos una rueda.

«Ahora sí se está notando la alerta. Ante la posibilidad de un rebrote que lleve a un confinamiento, la gente tiene miedo»

Diego García García. El Pintu Casa de Comides

-¿Cómo afectó la crisis del covid en el concejo?

-Al principio lo vivimos con incertidumbre, pero siempre teniendo claro que lo primero es la salud. Cuando empezaron a llegar las ayudas tras el cierre del negocio nos quedamos un poco más tranquilos. Es verdad que han cerrado algunos negocios pero por fortuna no han sido muchos y otros han sabido reciclarse sirviendo a domicilio. Hemos estado capeando el temporal porque el verano ha sido muy bueno al ser de las comunidades con mejores datos pero pienso que lo peor está por llegar.

– ¿Cómo afectó el decreto de alerta naranja a su negocio?

-Han bajado los clientes, porque la gente tiene miedo, muchísimo miedo. A pesar de que se cumplen todos los protocolos y todas las recomendaciones de Sanidad, y yo, también lo entiendo. Ya el jueves del mercado, antes de declararse la alerta naranja, notamos que había menos gente y el viernes la cosa fue a peor. Otros años el descenso de la clientela del verano al otoño es más lento, pero este año, que estábamos trabajando muchísimo se notó una bajada en picado.

– ¿Cómo ves la situación en los próximos meses?

-Todo dependerá de cómo evolucionemos en el número de casos. Pienso, que una vez que pase lo más gordo, la cosa volverá poco a poco a la rutina. Eso creo y eso espero.

También es verdad que yo era partidario de que nos cerraran quince días. Eso sí, con todas las consecuencias, ayudas, etc porque ahora están diciendo que no salgan de casa -normal ante la situación sanitaria – pero aquí nos tienen, mirando para el techo.

Fito González Álvarez. Restaurante Puerta de Arrobio y Presidente de Redes Natural

gente cuenca 18/9/2020 foto: Juan Carlos Roman

– ¿Cómo afectó la crisis del covid en el concejo?

– Nos afectó menos porque no tuvimos casos, gracias al trabajo de la administración y del pueblo conseguimos seguir, a día de hoy, con contagio cero en los dos del Parque Natural de Redes. A consecuencia de esto, mucha vecinos del bajo Nalón, optaron por disfrutar de la gastronomía de Redes. Nosotros vamos a seguir guardando las medidas de seguridad pero también sabemos que lo que hemos tenido es suerte. A día de hoy no tenemos nada, pero nadie esta libre de esto.

– ¿Cómo afectó a su negocio esta nueva alerta naranja por covid que se está viviendo en los concejos limítrofes?

-Nos está repercutiendo directamente porque mucha gente de la zona, ante el miedo de un rebrote de covid 19, no viene. A mi, personalmente, se me suspendieron varias mesas que tenía para el fin de semana. Tengo la suerte de que mi negocio es un negocio grande, con una terraza muy amplia… Pero vamos para el invierno y la gente tiene bastante recelo a los espacios cerrados con lo cual entiendo que se va a agravar la cosa.

– ¿Cómo ve la situación en los próximos meses?

– En base a los tiempos que vienen y a las noticias que tenemos tanto de las comunidades autónomas que están rayando con nosotros como en el centro de
España y dado el incremento de los casos de covid, ahora mismo, vivimos en un mar de inseguridades. No sabemos muy bien a donde vamos a ir ni lo que nos depara. Ahora sí, lo que tenemos claro desde la hostelería del Alto Nalón es que no somos sólo nosotros los que tenemos que cumplir las medidas. Nosotros no somos la policía, pero sí que insistimos a nuestros clientes que usen la mascarilla como tienen que usarla, que tomen medidas de precaución, etc… para que no tengamos de nuevo un repunte por el que tengamos que estar confinados en nuestros domicilios. Porque si esto se da sería una ruina económica para el gobierno central y para nosotros.