Por nuestro futuro, ponte la mascarilla

Asturias fue la última en recibir el virus, 8 de marzo, y la primera en frenar el contagio. Pero el virus continúa en nuestras vidas. Inmersos ahora en lo que se han denominado los rebrotes llega la hora de afrontarlos y tomarse en serio las medidas recomendadas para no volver al punto de partida. Nos acercamos a la veintena de contagiados, siendo todos personas que han llegados con el virus de fuera de nuestra comunidad, y cientos de personas en seguimiento para evitar que se propaguen.

Anteponiendo la salud pública a cualquier otra consideración, Asturias impuso a mediados de julio la obligatoriedad de usar la mascarilla, para los mayores de seis años, en la vía pública de zonas urbanas y en todos aquellos lugares cerrados con concurrencia de personas. Se exigirá mantener la mascarilla puesta en los locales de hostelería. Solo se podrá quitar para comer y beber y deberá ponerse de nuevo si va al aseo o se mueve por las zonas comunes. Los asturianos comenzaron a llenar las calles de mascarillas de forma mayoritaria, pocas quejas ante la medida aunque los incumplimientos están en el día a día.

Sin mascarillas, llegan las sanciones económicas. Principalmente  la falta de empatía y de solidaridad hace que algunas personas, mayoritariamente gente joven a tenor de las multas que se están poniendo, no valoren la efectividad de la mascarilla y reduzcan su uso al mínimo. No usar la mascarilla  cuando no se puede garantizar la distancia de seguridad en espacios al aire logre, o en todo momento en espacios cerrados puede acarrear una sanción económica de 100 euros. Las primeras multas ya se han tramitado, las fuerzas de seguridad apuntan que estas sanciones se están imponiendo principalmente entre jóvenes reunidos en espacios públicos como parques, además de en las zonas de ocio.

Como las medidas antiCOVID como son el uso de mascarilla o guardar la distancia de seguridad de 1,5 metros, no parecen calar entre la juventud. Tanto es así que en Asturias, donde la situación epidemiológica no llama aún a la alarma, se ha acordado dar un paso más allá y prohibir los botellones al considerarlos «un riesgo para la salud pública».

No se ha de obviar, que tan importante es utilizar la mascarilla para prevenir el contagio de coronavirus como renovarlas o desinfectarlas cada poco tiempo. De no ser así, estas prendas que nos protegen ante la COVID-19 se podrían convertir en una fuente de bacterias. Algo que para muchos hogares está siendo un problema debido al gasto extra que esta generando esta obligatoriedad de usar mascarillas, se calcula que podría llegar a los 100 euros mensuales en una familia de cuatro miembros.

Viandantes con mascarilla en La Felguera.

El uso de la mascarilla es obligatorio en Asturias. Pero ¿qué tipos hay y cuál es el más adecuado en cada caso?. Los expertos coinciden en que la más recomendada sería la quirúrgica, con una utilización correcta y cambiándola a menudo. No protege del contagio a quien la lleva, pero sí protege a los demás. Esta mascarilla fina lleva un mecanismo que permite ceñirla a la nariz y rostro. Puede ser utilizada por personas que estén enfermas para evitar transmitir el virus. También es útil entre quienes se consideran sanos o asintomático. Sin embargo, dado que se observa con demasiada frecuencia un uso inadecuado de las mascarillas, los farmacéuticos asturianos recomiendan usar la FPP2 sin válvula

Pero el mercado ya las ha convertido en un bien casi de primera necesidad y actualmente hay un sinfín de modelos las higiénicas, las quirúrgicas, las de tela y las de colores llenas farmacias, supermercados, tiendas de ropa incluso los establecimientos hosteleros venden sus mascarillas personalizadas.

Ni fiestas, ni Fidma

Parece claro que las aglomeraciones de gente, donde cada uno llega de un lugar distinto y máximo en esta época estival con turistas en todo el territorio aumentan la posibilidad de contagios. Esta premisa lleva a concluir que parece claro que se deben evitar las aglomeraciones. Por ello una de las primeras medidas ha sido la suspensión de fiestas patronales, certámenes gastronómicos etc… Enseguida comenzaron a llegar desde todos los pueblos asturianos la confirmación de suspensión de los festejos más tradicionales, festivales gastronómicos, eventos musicales etc…

En el valle del Nalón se comenzaba suspendiendo los festejos de San Pedro en La Felguera, al que seguían las fiestas patronales de Ciaño, Sotrondio, Barros, Ciaño, Barredos, Tuilla, Blimea, Pola de Laviana, Lada, Riaño, El Entrego y un sinfín de propuestas tanto en la zona urbana como en la rural. Redes, Caso y Sobrescobio, se queda este verano sin piscinas y sin ningún festejo. Estaba asumido pero la suspensión de Descenso Folklórico del Nalón  decepcionó a toda la comarca, pero en cambio si recibía un premio al ser reconocida como Fiesta de Interés turístico Nacional.

Un gran mazazo para los asturianos se recibía a mediados del mes de julio. No habrá Feria Internacional de Muestras en 2020. El comité técnico formado por el Gobierno autonómico para aprobar la celebración de eventos y fiestas ha decidido rechazar la propuesta de la Cámara de Comercio de Gijón, y por lo tanto, no habrá celebración.

El comité técnico informaba desfavorablemente de la solicitud de la Cámara de Comercio de Gijón para celebrar del 1 al 16 de agosto próximos una nueva edición de la Feria Internacional de Muestras de Asturias. Dicho órgano, rechazaba por unanimidad la celebración por razones de salud pública del evento más multitudinario que se celebra en la región y al que en los últimos años acudieron unas 700.000 personas en sus quince días de duración.

El plan de contingencia presentado por la Cámara de Comercio de Gijón para celebrar la FIDMA del 1 al 16 de agosto próximos planteaba hacer obligatorio el uso de mascarillas y limitar a 14.000 el número de asistentes que podrían confluir de forma simultánea en el recinto ferial. Es doloroso no tener fiestas, ni otros eventos festivos; pero está claro que si queremos  recuperarlos para 2021, al igual que la normalidad debemos ser cautos y cumplir unas normas básicas y sencillas: lavado constante de manos, uso de mascarillas y no formar parte de aglomeraciones, ni tan siquiera reuniones excesivas. Entre todo podemos labrar un futuro como siempre hemos soñado, recuperando la normalidad. Usa la mascarilla por ti, por los tuyos y por todos.