Arancha Hevia: “Los microorganismos que nos colonizan desde el nacimiento tienen mucha importancia en el desarrollo de posteriores patologías”

entrevista la cuenca del nalon 4/1/2018 foto: Juan Carlos Román

“El sistema inmune necesita relacionarse con los microorganismos presentes en el ambiente de forma natural”

Esta lavianesa ha sido premiada por su tesis doctoral  “Caracterización funcional de la microbiota intestinal en algunos trastornos inmunológicos” con el premio en el área de ciencias básicas de la RAMPA (Academia de Medicina). Además ha estado trabajando activamente en un proyecto de investigación de la diabetes tipo 1 -la inmune- en un laboratorio en Boston (EE UU). De los nuevos avances que se están produciendo y de su trabajo nos habla en LA CUENCA DEL NALÓN

-¿Como era el día a día en el centro donde investigaba la diabetes?

-Muy similar a España aún cuando el individualismo sea más acusado. No obstante, tuve muy buenos compañeros en el centro. Allí, otro compañero y yo nos ocupábamos de la parte logística y también de los proyectos de investigación. Fue una buena experiencia ya que pude conocer mejor otros campos además del científico.

-¿En qué se basaba vuestro proyecto?

-En el estudio de la diabetes tipo 1 y su relación con los microorganismos intestinales. En la investigación utilizamos ratones y analizamos los microorganismos que habitan en su intestino. Contábamos para ello con ratones sanos y ratones modificados genéticamente que tenían más propensión a padecer esta enfermedad.

En la investigación, que aún está pendiente de los resultados, queríamos ver si estos microorganismos pueden o no promover la diabetes, y si hay una diferenciación entre aquellos que están sanos y los que no para  establecer una hipótesis en este sentido. Los ratones fueron posteriormente sacrificados y se analizaron de los tejidos del páncreas, intestino, órganos linfoides, las heces y el contenido intestinal –que es donde encontramos los microorganismos-. El proyecto, obviamente, sigue abierto. Yo participé en poner a punto los experimentos, pero se tendrá que seguir investigando.

-Tras finalizar este proyecto ¿dónde le gustaría trabajar?

-Me sigue apasionando el tema de la microbiota intestinal. Con qué nos relacionamos, el ambiente en el que nos encontramos y los microorganismos que nos colonizan desde que nacemos tienen mucha importancia en el desarrollo de posteriores patologías. De hecho, hay estudios muy claros que han demostrado la existencia de diferente microbiota intestinal en función de si el nacimiento se ha producido por parto vaginal o por cesárea. Y estos estudios señalan que aquellos que nacen en un parto por cesárea suelen tener una mayor incidencia de alergias.

No obstante, y a pesar de que este mundo como te dije me apasiona, si me gustaría realizar proyectos que tengan una aplicación clínica más directa sobre pacientes y que se puedan traducir, al final, en una terapia que ayude al sistema inmune. Aunque tampoco descarto pasar a la industria farmacéutica o biotecnológica privada

-Tengo la impresión, no sé si correcta, que en la investigación de enfermedades inmunes la ciencia está buscando la solución a la misma dentro del propio ser humano. ¿Estoy confundida?

–No, hay una serie de investigaciones que van en este sentido. Sé que puede resultar un poco chocante pero si que ha habido casos, por ejemplo con pacientes que tienen infección bacteriana crónica con Clostridium difficile, lo que supone diarreas continuas, ruptura de la barrera intestinal y otras complicaciones, en los que no funcionaban otros tratamientos y se hicieron trasplantes de heces que funcionaron en un 90 % de casos. ¿Esto que supone? Pues que se abre una puerta hacia este tipo de investigaciones que, en tratamientos experimentales en los que se han hecho, han arrojado buenos resultados.

En general, los microorganismos que habitan en nuestro intestino son beneficiosos, aunque los pueda haber también oportunistas. Esto es algo en lo que también he estado trabajando. En uno de los proyectos que llevé a cabo los ratones permanecían totalmente aislados, en una “burbuja” con toda la dificultad que esto supone para que no haya contaminación de ninguna clase. Observamos en este tipo de roedores que no tenían un desarrollo fisiológico normal e incluso las camadas se daban con mucha dificultad. Todo esto de lo que estamos hablando ahora es un terreno relativamente novedoso en la investigación.

Entiendo que el aislamiento excesivo de patógenos, bacterias, y demás microorganismos trasladado a los humanos tampoco es bueno…

-Sí, efectivamente ese es un problema. Hay que esterilizar las cosas a los niños pequeños, pero no pasarse con ello. Hay una hipótesis en este campo que es el de la higiene excesiva y que compila varios estudios, desde enfermedades autoinmunes, alergias y otras patologías. Hace muchos años no existía saneamiento, alcantarillado, etc, y había una alta tasa de infecciones y muerte por epidemias. Tras la llegada de esto, sumada a la esterilización y la vacunación, este tipo de enfermedades se redujeron. A cambio llegaron oras que algunos científicos atribuyen a un exceso de higienización en los ambientes. El sistema inmune necesita desde el principio un contacto con el ambiente en general para su correcto desarrollo y en este sentido es muy importante que desde pequeños tengamos contacto normal con el ambiente.

Arancha Hevia con nuestra redactora Bibiana Coto durante la entrevista en Pola de Laviana.
Arancha Hevia con nuestra redactora Bibiana Coto durante la entrevista en Pola de Laviana.

Volvemos a la diabetes. Se conocen factores que la promueven pero se sabe con seguridad qué es lo que provoca que el sistema inmune se “ataque”.

No, no se sabe. Si conocemos diversos factores genéticos que pueden desencadenar ese ataque al páncreas pero decir por qué, como en otras enfermedades autoinmunes, no. Existen hipótesis y mecanismos genéticos y celulares estudiados, eso sí, pero el por qué el sistema inmune ataca al propio individuo aún no ha sido probado. En el caso de la microbiota intestinal se habla  del “mimetismo molecular”. Hay autores que dicen que ciertas moléculas y estructuras bacterianas son parecidas a estructuras de células humanas y de esa manera engañan de cierto modo al sistema inmune provocando que se ataque al propio organismo.  Pero no deja de ser una hipótesis aún sin confirmar. Se necesitan más estudios científicos a nivel molecular, que es en lo que estamos, para saber si el mimetismo molecular es o no una razón.

-¿Tendremos que esperar mucho tiempo para una cura en la diabetes?

-Es difícil decirlo, existen muchos avances en esta enfermedad que hacen que la calidad de vida de los diabéticos sea bastante buena en comparación con otras patologías. Dado el nivel de investigación que se lleva a cabo a nivel mundial quizás en diez años veamos un salto cualitativo, pero eso en investigación tampoco es mucho tiempo ya que es lo que tarda de media un fármaco nuevo en ser aprobado y puesto en mercado. En cuanto a la diabetes de tipo uno, puede que los avances sean más lentos que la que tipo 2 de origen metabólico, aunque el estilo de vida puede “paliar” un poco los síntomas.

-Algunas personas que padecen la enfermedad o que la viven a través de un familiar se muestran pesimistas con qué llegue una cura porque piensan que hay mucho negocio en jeringuillas, insulina, medidores, etc. ¿Piensa qué las farmacéuticas no la pondrían a la venta?

-Sí, si tienen la cura creo que lo harán. Otra cosa es que el tratamiento sea caro y que estén las patentes por medio ya que después de todo no deja de ser una garantía de la propia farmacéutica a un dinero que se ha invertido en investigación. No tengo experiencia en el mundo farmacéutico aunque sí conozco gente dentro, pero creo que tener un avance en este sentido y no  ponerlo a disposición pública sería éticamente difícil de justificar  e incluso económicamente nefasto para el sector.