El Pozo Sotón la gran aventura del turismo de experiencia

Vivir la experiencia minera es sólo posible en el Pozo Sotón, en San Martín del Rey Aurelio.

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La oferta turística del Pozo Sotón ha sido uno de los grandes protagonistas en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) que se celebró del 18 al 22 de enero en Ifema, Madrid. La presidenta de Hunosa, María Teresa Mallada, y los guías mineros del Pozo han sido los encargados de dar a conocer las visitas al interior de la emblemática mina asturiana, principal reclamo turístico del valle del Nalón.

Los guías mineros estuvieron presentes durante toda la Feria informando de la oferta de Sotón. Para Hunosa constituye «toda una oportunidad» la participación en Fitur, una feria a la que acuden nueve mil expositores de más de ciento cincuenta países. La minera aprovechó la feria para dar a conocer las visitas guiadas al interior de una mina de carbón, un proyecto puesto en marcha en junio de 2015 que es único y pionero en el mundo.

pozo soton  21/12/2016 foto: Juan Carlos Román
pozo soton 21/12/2016 foto: Juan Carlos Román

Junto a la experiencia minera, el pozo Sotón ofrece mucho más. Una amplia oferta que ha atraído a más de 10.000 visitantes.Turistas de más de 30 países han accedido a la explotación ubicada en San Martín del Rey Aurelio, en la que se programan visitas al interior de la mina junto con recorridos exteriores y por el Centro de Experiencias y Memoria de la Minería. Más de 7.000 turistas han recorrido la explotación minera sin bajar a la mina. Una de las opciones es el recorrido guiado puesto en marcha por parte de las instalaciones exteriores del pozo que han sido declaradas Bien de Interés Cultural (BIC).

La visita interior al Pozo Sotón es el verdadero «hito diferenciador» de la oferta turística minera en el valle del Nalón. La atractiva propuesta se basa en visitas guiadas para pequeños grupos de turistas que durante una jornada laboral conocen la historia de la minería pudiendo desarrollar, además, a más de quinientos metros de profundidad, diferentes trabajos propios de la minería. Es lo más aproximado a meterse en el trabajo de un minero, en esta aventura con la mayor seguridad posible.

 Viaje al centro de la mina

 La llegada al pozo es el inicio de algo que no se olvidará. Los participantes son equipados con la indumentaria de trabajo (funda, guantes, equipo de respiración autónoma para casos de emergencia y casco con lámpara de seguridad) y acompañados en todo momento por los guías, experimentan la sensación de ser mineros por un día. Antes de bajar a las negras entrañas de la tierra los visitantes reciben una charla de seguridad y recorren las instalaciones exteriores del Pozo, conociendo la historia de la mina.

Es la hora de participar en algo diferente se coge la jaula que les deja, inicialmente, a casi cuatrocientos metros de profundidad. Allí, se inicia su trayecto por el interior recorriendo ‘La Jota’, una chimenea de ventilación, utilizada también como salida auxiliar, ejecutada manualmente y reforzada únicamente con piezas de madera. ‘La Jota’ tiene una longitud de 100 metros y la pendiente media supera los 43 grados. Su sección media de paso en algunos tramos es inferior al metro cuadrado, lo que en ocasiones obliga a avanzar arrastrado, con los pies por delante.

Una visitante picando carbón en el interior del Pozo Sotón
Una visitante picando carbón en el interior del Pozo Sotón

El visitante hace parte del recorrido agachado para poder pasar por túneles de medio metro de altura y sortear las mampostas que refuerzan la galería mientras intenta no tropezar con los costeros, un tramo donde las condiciones inherentes a una mina -oscuridad, ruidos inusuales, sensación de confinamiento, calor, humedad y polvo en el ambiente- se refuerzan aún más.

Tras deslizarse por ‘La Jota’ el turista aparece en novena planta, a 467 metros de profundidad. Se dan a conocer las distintas formas de explotación que se pueden encontrar en una mina. El trayecto incluye, un frente de barrenistas en el que también se puede experimentar en carne propia la dureza de esta esforzada labor; y el descenso por un plano casi vertical hasta décima planta, ya a 557 metros de profundidad, la cota más baja que puede visitar un turista en una explotación minera en Europa, aproximadamente cuatro veces la altura de la Torre Picasso de Madrid. Casi al final se accede a una pequeña zona de picadores en el que el turista puede probar suerte con el martillo y arrancar una piedra de carbón que podrá llevarse de recuerdo;

Para finalizar, el regreso hasta la caña del Pozo se lleva a cabo en un tren minero que circula durante dos kilómetros a casi seiscientos metros bajo el nivel del suelo. La jaula les devuelve a la realidad, lo primero que se comprueba son las manchas negras de la mina.

Hasta la fecha han sido más de tres mil los visitantes que se han adentrado en los 140 kilómetros de galerías que pueden recorrerse desde la caña del Pozo. Para valorar adecuadamente esta cifra hay que tener en cuenta que, por motivos de seguridad, la visita está restringida a pequeños grupos de turistas. Inicialmente, se pusieron en marcha con grupos de diez turistas mientras que, desde hace algo menos de un año, se ha ampliado a treinta personas por jornada. Además, dada su exigencia, la visita no es apta para todo tipo de público.

Desde que se puso en marcha el programa de visitas, el Pozo ha sido testigo de actos singulares. Por ejemplo, el Padre Ángel ha bajado a la mina para bendecir una imagen de Santa Bárbara de carbón; una pareja llevó a cabo una petición de mano; los principales clubes deportivos de Asturias mostraron su apoyo al proyecto con visitas; y el Pozo, ha acogido, incluso, la Primera Feria de Turismo Minero. Además, se ha integrado, de la mano del Museo de la Minería y la Industria de Asturias (MUMI), en la Red Europea de Museos de Minería, red que suma conjuntamente más de un millón de visitas al año; ha sido escenario del rodaje de la película, “La Mina”, de la multinacional Warner Bross; se ha convertido en la primera mina del mundo visitable en Google Street View, plataforma social que permite al internauta tomar la jaula, bajar al pozo y recorrer algunas galerías de la explotación; y se ha hermanado con el Descenso Internacional del Sella.