“Todo lo que salga de ti en las redes sociales te condiciona como empresario, cliente, político o ciudadano”

Ana Lobeto a la entrada de su domicilio en Pola de Laviana
Ana Lobeto Álvarez es la presidenta de la Asociación de Comunicación, Relaciones Públicas y Protocolo del Principado de Asturias (ARPAS) y además es vecina de Laviana aunque con profundas raíces familiares en Casu. Lobeto Álvarez  lidera a un nutrido grupo de expertos y profesionales que trabaja, conoce y analiza los entresijos de actos, eventos y ceremonias en la región. Una defensora de las formas.

-En pleno siglo XXI, ¿qué es el protocolo?

-En realidad el protocolo se refiere a las instituciones, eso que nos han querido vender de que el protocolo sirve para cualquier cosa no es así. Mi postura es un poco radical, soy muy purista, estoy formada en la Universidad de Oviedo, es una formación muy vinculada al protocolo oficial. Pero en las empresas es otra cosa, es imagen, comunicación y relaciones públicas.El protocolo es la norma hecha forma, depende de la ley, de las normas legales. Tenemos una ordenación de autoridades en función de la responsabilidad que tiene, la normativa también regula la ordenación de símbolos, de banderas, de himnos o de escudos. Eso es protocolo es solemnidad, y en esta sociedad cada vez se quiere quitar más solemnidad a todo.

-¿Para qué sirve?

-Desde el origen de los tiempos, desde el momento que hubo un estado existió el protocolo, porque el protocolo es propaganda. Desde que el primer estado de la humanidad existió fue necesario crear una forma de presentarse ante los entonces súbditos y vasallos y ahora llamados ciudadanos. Es necesario crear una identificación entre ambas partes.

-En Estados Unidos, Inglaterra, lo han conseguido, han conseguido identificar sus símbolos nacionales con los ciudadanos. En España parece que no.

-En otros países hay una compenetración, nosotros no tenemos porque en España hubo usos y abusos de los símbolos. Aquí una explotación de esos símbolos que se identificaron solo con una determinada ideología. En realidad los símbolos tienen que estar por encima de las ideologías. Un símbolo tiene que identificarte a ti y a otra persona aunque piense totalmente lo contrario. Y aquí no ocurre.

-Entonces, ¿considera que es necesario siempre el protocolo?

-El protocolo seguirá siendo necesario mientras existan instituciones.  Se necesita para poder comunicarse y para eso se creó el ceremonial.

-¿Cómo calificaría la coronación del Rey Felipe VI?

-Fue un acto solemne, sobrio, perfectamente adaptado a la sociedad del siglo XXI. Guardó un buen equilibrio entre solemnidad y cercanía porque tuvo muchos guiños sentimentales y emotivos que el ciudadano también espera. Hablo de los abrazos, de los besos, de los gestos de cariño, fueron espontáneos pero estuvieron bien, aquí también entra en juego la comunicación no verbal.

-¿Cómo crees que manejan su imagen pública en la España actual las empresas?

-A mi me gusta aplicar la palabra protocolo a las instituciones, no a las empresas, pero eso no quiere decir que las empresas no lo apliquen. Al fin y al cabo las empresas tienen cargos y organización de esos cargos; también tienen símbolos, en su caso las marcas, y también tienen relación con las instituciones, con los clientes… Todo son elementos que dan un protocolo. Yo creo que en general las empresas importantes de España tienen una buena aplicación del protocolo, cuidan la imagen de sus actos, de sus representantes, organizan actos y eventos. Y se relacionan con la prensa. El problema ahora es la crisis. No es que se descuide la imagen es que no hay dinero y hay cosas más importantes como pagar a los trabajadores o a los proveedores. Aunque todos saben que invertir en imagen es importante para su producto. En España no se ve a los empresarios en meteduras de pata a menudo. En cambio a los políticos sí.

 

Ana Lobeto durante un momento de la entrevista

-La imagen pública también es ahora la de personas anónimas. ¿Las redes sociales nos han hecho personajes públicos?

-El uso que se está haciendo de las redes sociales puede menoscabar nuestra imagen personal. Incluso si quieres optar a puestos de trabajo y oportunidades debes tener muy claro que la empresa lo primero que va a  hacer es mirar tu perfil en internet, ver cómo te relaciones, si eres mal hablada, si siempre estás de juega. No significa que no tengamos derecho a hablar mal o a ir de juega, solo que eso que forma parte de nuestra vida privada, lo publicamos en internet y entonces pasa a ser público.

-¿Cuál es el consejo que se puede dar a un ciudadano de a pie para que su imagen pública sea buena?

-Uno de los riesgos de la sociedad actual es que queremos ser como los famosos sin darnos cuenta de que no tenemos su ayuda, su contexto y sus recursos económicos. Nosotros no vivimos de la imagen pero tenemos que cuidarla porque nos condiciona. Ahora lo privado, con internet, ya no lo es tanto. No podemos olvidar, insisto,  que todo lo que se publique en internet es público. Todo lo que salga de ti en las redes te condiciona como cliente, como empresario, como político, como ciudadano.