Una iglesia sin dueño que se viene abajo

Los vecinos de la Hueria Villar y Limosnera no saben a quién acudir para impedir que su iglesia, consagrada a la Virgen de la Asunción, se caiga abajo. Hace meses que la techumbre del templo hace aguas por todos lados. Las lluvias del invierno y la primavera han empeorado la situación. Y por muchas puertas que toquen, siempre encuentran en no por respuesta. No les han dicho en el Arzobispado de Oviedo y no, también, en el Ayuntamiento de Langreo. Nadie quiere hacerse cargo de la Iglesia salvo los vecinos que hasta han llevado a cabo una recolecta para ayudar, en lo posible, en las obras. Tienen 1.400 euros pero es poco para el proyecto que tienen que realizar.

No hace tanto que la Iglesia de este valle fue objeto de reformas. Fue en 2009 cuando, gracias al dinero recaudado con la lotería, se pintó y arregló parte de ese tejado que ahora se viene abajo. Pero, o los trabajos no se realizaron bien o no fueron suficientes porque cuatro años después la situación es aún peor.

La iglesia acoge misa una vez al mes. La construcción del templo se remonta a 1953. Fue una obra financiada por Duro Felguera. La propiedad del terreno donde se levanta la Iglesia es la que debe marcar quién desarrolle los trabajos. Pero tampoco eso se aclara. Y mientras tanto, los vecinos del valle ven con desesperación cómo el edificio donde muchos se han casado, han comulgado o se han bautizado se viene abajo sin que nadie haga nada.

Estado actual de la iglesia de La Barraca