Navegar en Tanes una realidad muy esperada

Componentes de la Selección Asturiana de Piragüismo inaugurando las aguas de Tanes como navegables.

Cuentan los mayores que llevan décadas reclamando poder navegar en las aguas de Tanes, en el corazón del parque natural de Redes, un espacio protegido. El uno de noviembre al medio día el sueño se convirtió en realidad y las primeras piraguas navegaron en unas aguas sujetas a estrictas restricciones, que no han logrado terminar con el sueño de los casinos. Con años de retraso y con un proyecto que ha ido disminuyendo, solo los piragüistas federados podrán navegar en Tanes. El uso turístico deberá esperar al menos hasta la primavera cuando se prevé que se licite la gestión de este uso. A pesar de ello, es un hito ver piraguas en las aguas de Tanes, un pequeño paso para los vecinos, pero un gran susto para las instituciones. Y es que navegar en Tanes se debe al empeño de cientos de vecinos del valle, con los casinos como primeros impulsores apoyados por sus representantes municipales, de todo color político, y en especial por Miguel Ángel Fernández, un alcalde que cree en sus pueblos, en su concejo y sobre todo en sus paisanos y paisajes. Todos juntos han sorteado todo tipo de impedimentos, trámites administrativos, interminables permisos, y la cerrazón basada en que en pleno siglo XXI la calidad del agua solo depende de que no se haga nada en ella. Algo que no se tuvo en cuenta hace una década cuando el saneamiento seguía vertiéndose a las aguas de Tanes, por la falta de inversión regional.

El alcalde de Caso, Miguel Ángel Fernández durante el emocionante discurso que pronunció para dar el pistoletazo de salida a la navegabilidad en el embalse de Tanes.

Volviendo a un uso turístico y sostenible de las aguas de Tanes, la satisfacción es total en todo el valle del Nalón. Los pantalanes del embalse llevan meses instalados, tanto el deportivo, como el destinado a las embarcaciones turísticas. El edificio que servirá para dotar de servicios a esta área también está terminado, y colocados los paneles que recuerdan todas las restricciones. Las piraguas, todas cautivas, de distintas dimensiones (k-1, k-2, k-4) y también kayaks, canoas, están esperando a los deportistas, eso sí con el espacio navegable delimitado por boyas. Son cerca de 140 hectáreas, de las aproximadamente 143 que tiene de superficie el embalse. Se desbrozaron los accesos y se colocaron mesas de madera. Además, están listas dos lanchas eléctricas de rescate, que manejarán miembros de Protección Civil tras haber recibido la formación adecuada. Ya han sido probadas en las aguas que salvaguardarán. En los últimos años, en la tramitación realizada por parte del Principado se había realizado una diferenciación entre los dos embarcaderos ejecutados, reservando uno para la Federación y otro para uso lúdico. Incluso el Ayuntamiento llegó a plantearse si alguna empresa podría hacerse cargo de la gestión y de un hipotético alquiler de las embarcaciones. Finalmente, será la Federación asturiana de piragüismo la que se encargue, respaldada por el nuevo club creado en el concejo, de la supervisión de la iniciativa. Ahora, se trabaja para impulsar, el Club Deportivo Caso, que aspira a dar servicio a toda la cuenca del Nalón para que todas las personas que quieran iniciarse en el mundo del piragüismo tengan ese servicio, para poder iniciar los cursillos y utilizar el material que aquí hay.

Los jóvenes deportistas utilizando las canoas cautivas especiales para las aguas del embalse casín.

Ver las piraguas navegar supone sin duda un pequeño paso que dista mucho de lo vivido en los años 80 y 90 cuando era habitual ver gente bañándose en las orillas de los embalses de Tanes y Rioseco. También se entraba en el agua con una canoa, una piragua o, en algún caso, incluso con una tabla de «windsurfing». Hubo hasta competiciones deportivas. A mediados de los 90 todo cambió. La legislación para preservar la calidad del agua –de estos dos embalses beben buena parte de los asturianos– se endureció y en 1996 los concejos de Caso y Sobrescobio entraron a formar parte del Parque Natural de Redes. Los usos lúdicos en Tanes y Rioseco quedaron definitivamente vedados. Ahora una mínima flexibilidad llega a Tanes, aunque el baño seguirá prohibido en ambos embalses, no podrá haber perros sueltos en el entorno de la nueva zona deportiva casina, y en ella se recuerda que no se puede hacer fuego, ni alterar a la fauna, ni recoger plantas, ni mucho menos usar drones, ni practicar motocross, trial o manejar quads. Tampoco se puede acampar y hay que evitar hacer ruidos. Por supuesto se recuerda que no se debe molestar al ganado, ni dejar basura. El Principado ha fijado el uso de un máximo 33 embarcaciones sin motor de forma simultánea –que serán cautivas, sin uso previo en otras aguas–, a las que se podrían unir nueve de la Federación Asturiana de Piragüismo para entrenamiento deportivo.

En 1978 el concejo de Caso hacía el sacrificio de dejar parte de su historia bajo las aguas del pantano de Tanes con la promesa de mejoras. 45 años después la espera continúa. El embalse de Tanes surte de agua a toda la zona central asturiana, y en el que también se produce electricidad. Lo primero supone un orgullo para los casinos, pero para ello el concejo empeñó su futuro, y remontar la perdida más de 300 puestos de trabajo tras la construcción del embalse es una losa demasiado pesada. Los vecinos vieron en el aprovechamiento de estas aguas como atractivo turístico una pequeña tabla de salvamento, y soñar con crear empleo en el sector turístico, pero de nuevo el peaje ha sido demasiado grande y ahora se teme que los resultados sean mínimos. Llega a navegación a Tanes en una época donde se añora su esplendor de antaño, sin ningún negocio de restauración en funcionamiento, con pocos niños e incluso gentes en sus calles y con unas aguas que calman cualquier intento de prosperidad. Pero esos pocos vecinos siguen luchando por ver crecer su pueblo y su concejo, y acogen a los que llegan, como una fábrica de queso casín, con la dulzura y el cariño que sólo Caso sabe mantener y mimar.