Valnalón, 25 años generando posibilidades

La Ciudad Industrial de Langreo cumple su primer cuarto de siglo convertida en un ejemplo de cultura emprendedora y con muchas ganas de seguir

«Acometer y comenzar una obra, un negocio, un empeño, especialmente si encierran dificultad o peligro». Ésta es la definición que la Real Academia Española da la palabra «emprender». Un verbo transitivo de la segunda conjugación que, en los últimos 25 años, ha encontrado un hogar en Langreo. La Ciudad Industrial del Valle del Nalón, conocida en medio mundo como Valnalón, celebra en estos meses finales del 2012 su primer cuarto de siglo de existencia.

Si fuera un ser vivo se diría que Valnalón ha mutado mucho en estos veinticinco años. Y ha logrado crecer más aún, hasta convertirse en ejemplo de cómo se puede remover el espíritu emprendedor entre niños, jóvenes, mujeres de todas las edades y ciudadanos que creen y defienden sus proyectos pero también entre los responsables políticos de todos los partidos, sindicatos, empresarios… Una representación de cada uno de estos sectores participó, en noviembre, en los actos de la celebración del aniversario. El evento tuvo lugar en el Taller Eléctrico de la vieja factoría de Ensidesa, que ahora se llama el Edificio Los Relojes. El pasado de la Ciudad Industrial se encargó de traerlo a la memoria de todos Rufino Roces, como gran conocedor de la antigua fábrica felguerina. Roces fue el primero en congratularse por haber mantenido los edificios y sacar adelante el proyecto emprendedor aunque confesó que, allá a mediados de los ochenta, cuando empezó a oir hablar de la iniciativa, no tenía muchas esperanzas.

De esperanzas, arduas jornadas de trabajo e ilusiones futuras habló en el acto Marta Pérez, gerente de Valnalón. «¿Qué es eso de emprendedores? ¿Algo para el pelo?, nos decían muchos», explicó la actual responsable de la empresa pública, dependiente de la Consejería de Economía y Empleo, que añadió «nuestra labor, al principio y aún ahora, es explicar que la persona no nace predestinada y que si se confía y se apoya al que tiene un proyecto, lo lleva a cabo y muchas veces con éxito». Marta Pérez hizo un llamamiento a apoyar a la juventud y apuntó que «tenemos unos jóvenes a los que, si les damos la oportunidad, seguro que nos sorprenden».

Para Graciano Torre, consejero de Economía y Empleo, la clave del éxito de Valnalón es la cooperación. El responsable regional calificó la iniciativa de «una excelente empresa colectiva que desarrolla una labor local con proyección mundial». Y los números dan buena cuenta de las bondades del proyecto. Julio González Zapico, director general de Comercio y presidente del Consejo de Administración de Valnalón recordó que «más de 500 empresas asturianas han tenido su embrión aquí» sin olvidar que el modelo formativo de emprendedores ha viajado por casi toda España pero también por Europa, África y América. Los números son los que son y no dejan lugar a dudas: 374.380 estudiantes de todo el mundo que han trabajo con programas de Valnalón, se han creado 526 empresas, se han dirigido 1.426 proyectos empresariales en el Semillero y se tienen, en el polígono langreano, un total de 44 compañías instaladas que dan trabajo a cerca de 1.400 personas en total.

En la ceremonia de aniversario no faltaron las aportaciones culturales de los alumnos de Danzasturias, premio semillero de proyectos en 2008; o la lectura de felicitaciones enviadas desde distintas instituciones internacionales. Tampoco los protagonistas verdaderos: alumnos de colegio e instituto, profesores y emprendedores de distintas áreas.

Así, los jóvenes Alejandra Moro del CRA Alto Nalón y Rubén Fernández del IES Juan José Calvo Miguel hablaron de su experiencia en clase con el aprendizaje y la creación de cooperativas escolares. Igualmente dos profesores comentaron las posibilidades de futuro que se abren ante los ojos de los chavales cuando son enseñados a emprender desde muy jóvenes. Los ejemplos de que el empresario no solo nace sino que se hace a base de esfuerzo, los pusieron sobre la mesa emprendedores surgidos de Valnalón como Rocío Estepa que calificó el trabajo de apoyo de Valnalón como un «auténtico balón de oxígeno cuando quieres sacar un proyecto adelante». Por su parte Loli Álvarez, responsable de la empresa de mecanizados de precisión Talleres Jesús Álvarez aseguró tajantemente que «sin Valnalón mi empresa no podría existir».

El acto se cerró como todo buen cumpleaños, con unas velas de una original tarta y con la felicitación de todos para que la Ciudad Industrial langreana cumpla muchísimos más.

Un poco de historia

La crisis que se vive en la actualidad no es ajena a Valnalón. De hecho cuando la Ciudad Industrial comenzó sus andares por Langreo la sociedad estaba inmersa en una crisis muy grave: «Era una crisis de esperanza. No se veían alternativas a las grandes empresas que habían existido en las cuencas y nadie nos decía que nosotros mismos éramos la alternativa», recuerda la gerente Marta Pérez que añade que «Valnalón salió adelante gracias a una conjunción de astros que lo permitió, primero que Ensidesa se marchara y cediese los terrenos al Ayuntamiento de Langreo, después un presidente regional, Pedro De Silva; un alcalde, Aladino Fernández y Paz Fernández Felgueroso al frente de la Consejería de Industria que creyeron en ello». «Hemos tenido suerte con que en mayor o menor medida todos los gobiernos del Principado tomaran Valnalón como una cosa propia que había que sacar adelante», señala Pérez que no duda en definir el éxito como resultado «del equipo y de permanecer con los ojos abiertos».

En aquel 1987, con José Manuel Pérez Díaz «Pericles» a la cabeza, la primera persona que se contrató, se comenzó una historia que conllevaría la rehabilitación de los antiguos edificios de la fábrica de La Felguera, la adecuación a los nuevos usos del recinto, la búsqueda de empresas que empezaran a instalar y el polígono. En los años sucesivos la ardua labor supondría la puesta en marcha de los primeros Talleres de empresarios (ahora Taller para emprender), o la inmersión educativa de su modelo. Las aulas, de las Cuencas Mineras primero y de toda Asturias después, comenzaron a llenarse de cooperativas y empresas surgidas de la mente de miles de estudiantes de muchas edades. Los trabajadores de Valnalón, que acudían como “misioneros” a las clases, hablaban de innovación, internacionalización, de TIC y enarbolaban un lema: Lo importante es informarse. Y así fueron naciendo uno tras otro programas como: Emprender en mi Escuela (EME), Emprender en mi Centro (EMC), Jóvenes Emprendedores Sociales (JES), Programa Educativo de Tecnología, Innovación y Trabajo (PETIT), Empresa Joven Europea (EJE), Taller de Empresari@s (TMP), Empresa e Iniciativa Emprendedora (EIE) o Jóvenes Productoras Cinematográficas (JPC). El boca a boca y la movilidad de los docentes que sirvieron de avanzadilla han llevado a estos «hijos» de Valnalón a fuera de las fronteras españolas incluso. Y no menos importante ha sido la labor de Valnalón en el impulso de la cultura emprendedora entre las mujeres o como cuna de nuevas iniciativas en su fructífero Semillero.

El futuro es avanzar y la Ciudad Industrial de Valnalón aspira a ello. Marta Pérez explica que «hace 25 años no sabíamos cómo íbamos a estar ahora así que no vamos a aventurarnos, pero haremos como siempre se ha hecho, en Valnalón seguiremos explorando posibilidades».