Pelayo y la solidaridad

La familia del pequeño langreano aquejado de parálisis cerebral consigue, en dos semanas, el dinero necesario para adquirir la silla de ruedas y el andador que precisa

Montones de solidaridad y una campaña vecinal sin precedentes han permitido a la familia del niño Pelayo Pereira conseguir, en quince días, los 7.000 euros necesarios para comprar una silla de ruedas y un andador. La cuenta corriente en la que personas anónimas fueron sumando esfuerzos para ayudar al pequeño ya está cerrada. Este langreano de once años, al que con once meses le diagnosticaron parálisis cerebral, podrá seguir creciendo gracias al apoyo de miles de vecinos de la comarca del Nalón que, tras conocer sus necesidades, se acercaron a una sucursal bancaria para aportar su granito de arena. La coyuntura económica y la desaparición paulatina de las ayudas de le Ley de Dependencia chocaron de frente con las necesidades de este chaval de Langreo al que la silla de ruedas se le había quedado pequeña pero la solidaridad de sus convecinos ha logrado sustituir lo que la de crisis niega. El impulso de dos amigas de la familia en las redes sociales y la colocación de carteles por todo el valle han hecho el resto.

Entre los donantes anónimos que ayudaron a Pelayo destacó la peña de lotería Los Cacanuetes de Sotrondio, que entregó 1.400 euros así como Mensajeros de la Paz y de Rosa, una mujer que se ofreció a comprar una silla de ruedas. Incluso se había proyectado por parte de varios langreanos organizar una gala benéfica y Héctor Moro quiso colaborar también con uno de los retos solidarios deportivos que realiza normalmente para recaudar dinero contra el cáncer.