Úrculo de una pared en ruina a la pinacoteca
Los cinco murales del fallecido pintor Eduardo Úrculo rescatados de la antigua librería Belter de Sama, que fue demolida en marzo del pasado año por su estado ruinoso, se exponen en la pinacoteca municipal de Langreo, que lleva el nombre del artista. Quedan por recuperar los murales de ambiente marino que se encuentran en el portal de un edificio abandonado en Sama.
El trabajo de recuperación, llevado a cabo por el restaurador Jesús Puras, será mostrado a los langreanos y visitantes de forma temporal. Posteriormente, se estudiará su ubicación permanente en espacios municipales, aseguraron fuentes del Ayuntamiento. Representan la plaza de un pueblo, una estampa de «Platero y yo», un pasaje de «El viejo y el mar», un grupo de obreros letrados y la imagen de un escritor bohemio. Corresponden a la primera etapa de Úrculo, cuando el artista, que vivió en Langreo y falleció en 2003, no había recibido formación artística. Su hermano José María indicó que “son sus pinturas más sociales y siempre estuvo preocupado porque creía que sería imposible recuperarlos”.
Puras transfirió los murales a un nuevo soporte, unos tableros de madera especiales con una carga de mortero que simulan paredes. Las cinco pinturas recuperadas de la antigua librería Belter están ligadas al mundo de la literatura y tienen un trazo próximo al realismo expresionista. En la primera fase de la restauración se fijó la pintura para corregir abombamientos, inyectando y pulverizando diferentes resinas. Posteriormente se colocaron gasas de algodón impregnadas en colas naturales, hechas con huesos y pieles de animales. Una vez que las colas se secaron, la pintura quedó adherida a ellas, lo que permitió arrancar los murales para su traslado. Puras transfirió las pinturas a un nuevo soporte, tableros fenólicos hechos con láminas de madera resistentes a la humedad sobre las que se aplica una capa de mortero para que tengan una carga mural.