Brañagallones alberga una esperanza

La Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (FEMPA) presenta un proyecto para convertir el parador en un refugio de montañeros

El parador de Brañagallones alberga una esperanza. Al inmueble, que apenas ha tenido actividad en sus treinta años de existencia, le puede dar una nueva oportunidad  la Federación de Deportes de Montaña, Escalada y Senderismo del Principado de Asturias (FEMPA) que el pasado mes de octubre registró ante la Consejería de Economía y Empleo del Principado de Asturias una propuesta para convertir el parador en un refugio de montaña similar a los que ya funcionan en otras partes de la región y que gestiona la propia organización.

Parador de Brañagallones • foto: Monchu Calvo

La iniciativa de la FEMPA no es nueva, los responsables de la entidad la presentaron ya en 2003. Desde la Federación son conscientes de que en un principio habría que llevar a cabo obras de adecuación del inmueble, preparado en la actualidad como habitaciones de lujo, y cambiarlo para estancias tipo albergue, con literas. De esta forma, y según el escrito remitido a la dirección general de Comercio y Turismo, la capacidad del edificio se ampliaría hasta las 48 plazas. Desde la FEMPA no dudan de las posibilidades de Brañagallones hasta compararlo incluso con el del Picu Urriellu.

El edificio, situado a 1.500 metros de altura, podría utilizarse durante todo el año para montañeros, senderistas, ciclistas o esquiadores de fondo. Si se gestionase como un refugio de montaña podría tener éxito. Tendría algunos problemas de mantenimiento, como es lógico por su situación, por las grandes nevadas. Pero eso mismo pasa en otros refugios y siguen adelante, y prestan un servicio, aseguran desde la FEMPA que el recinto podría crear entre cuatro y cinco puestos de trabajo, y de gente de la zona, que es con la que se cuenta en este tipo de instalaciones.