“Nuestro objetivo es promover la trasferencia de los resultados de la investigación a la sociedad”

Adolfo Fernández Valdés tiene 49 años, natural y residente de El Corbero (Valle de la Hueria-Carrocera), doctor en Químicas y desde 2016 director del Centro de Investigación de Nanomateriales y Nanotecnología (CINN) de El Entrego

El CINN de El Entrego está a punto de cumplir 10 años. ¿Cuál es el balance de esta década?

El CINN se crea en el año 2007, sin embargo, el centro no dispuso de una sede propia hasta el año 2014, año en el que gracias a la colaboración con el Gobierno del Principado nos pudimos establecer en el que por aquel entonces se denominaba Centro ETIC de El Entrego. El balance es muy positivo. En estos últimos años estamos experimentando una etapa de crecimiento importante. tanto en el número de investigadores, como en proyectos de investigación y estamos ilusionados con que la tendencia se mantenga.

Una de las últimas noticias que ubica al CINN como protagonista es la inversión de 300.000 euros para investigar cómo mejorar los tratamientos contra el cáncer de endometrio. ¿Qué supone esto y en qué consiste esa mejora en la práctica?

Uno de los campos de investigación en los que focaliza la investigación el CINN es la biomedicina. Este proyecto en concreto pretende mejorar el diagnóstico y guiar tratamientos más personalizados y efectivos para este tipo de cáncer, analizando un gran número de muestras de pacientes con el fin de identificar biomarcadores epigenéticos. Lo que se busca es una mejora de la calidad de vida de las pacientes con cáncer de endometrio al aumentar su supervivencia y eliminar los efectos secundarios de terapias innecesarias o ineficaces. Este proyecto forma parte de una línea de trabajo en la que el grupo de Epigenética y Nanomedicina del CINN se ha convertido en un referente mundial y que consiste en el análisis de datos multiómicos y “big data,” así como en la aplicación de inteligencia artificial y aprendizaje automático en medicina aplicada.

Adolfo Fernández, protagonista de la entrevista de este mes, en el interior del centro que preside.

Uno de vuestros objetivos es la divulgación. Sin embargo, uno lee términos como epigenética, nanocomposites o materiales bioinspirados y piensa que esto pertenece a “unos pocos”. ¿Cómo explica qué es esto y qué beneficio tiene para “todos”?

Es cierto que los términos técnicos en muchas ocasiones no son fácilmente comprensibles y ahí es donde los investigadores debemos insistir en la labor de divulgación para que todo el mundo los entienda. En el caso de los ejemplos mencionados, la epìgenética estudia los cambios que activan o inactivan los genes a causa de factores como la edad, alimentación, ejercicio, etc. La importancia de entender estos mecanismos es que estos cambios modifican el riesgo de enfermedades. En cuanto a los nanocomposites, el prefijo nano indica la millonésima parte de un milímetro, algo realmente pequeño. El interés en diseñar materiales en dicha escala es que es posible conseguir que tengan propiedades especiales, superando las limitaciones de los materiales tradicionales; y los materiales bioinspirados, es precisamente cuando intentamos diseñar nuevos materiales en el laboratorio, “copiando” las estructuras que existen en la naturaleza.

Uno de los atractivos del centro es el Museo 3D, ¿qué va a encontrarse quién se acerque a descubrirlo?

El Museo 3D es algo realmente singular del CINN. Es una colección de imágenes en 3D obtenidas mediante diferentes tecnologías como el escaneado o la holografía, que expresan manifestaciones artísticas o reproducen piezas de nuestro patrimonio cultural. Son especialmente llamativos los hologramas de campo profundo en los que se reproducen espacios tridimensionales de grandes dimensiones como cuevas o iglesias que ofrecen al visitante una experiencia inmersiva.

Adolfo Farnández durante la entrevista.

Usted insiste en la apuesta por la Ciencia y la Investigación. ¿Qué aporta hacia “afuera” a la sociedad, este campo gestado desde “dentro”, en los laboratorios?

Los avances científicos son esenciales para el progreso de cualquier comunidad. Si recordamos los momentos tan duros que nos tocó vivir con la pandemia, vemos como la investigación y la generación del conocimiento necesario fue la vía para salir de un problema de tal magnitud. Uno de nuestros objetivos fundacionales fue promover la trasferencia de los resultados de la investigación a la sociedad y es por ello que intentamos estrechar la colaboración tanto con el sector productivo como con el institucional, y por supuesto la sociedad civil, para dar respuesta desde el ámbito científico a los constantes retos a los que nos enfrentamos.

Usted insiste en que el trabajo del CINN es multidisciplinar. Anecdóticamente sus raíces son mineras, por parte de padre, y casualmente ahora desempeña su vida profesional en una sede arraigada al pozo Entrego. ¿Existe algún vínculo entre ese pasado industrial y este presente científico?

El trabajo en un centro de nuestras características es necesariamente multidisciplinar ya que por el tipo de líneas de investigación en las que trabajamos es necesario combinar el conocimiento de Físicos, Químicos, Biólogos, Bioquímicos, Ingenieros, etc.

Mi caso particular es bastante curioso ya que soy natural de la zona y después de muchos años he acabado desarrollando mi carrera profesional aquí también. En cuanto a la relación entre el pasado industrial y el presente científico, más que un vínculo, la sede del CINN se puede ver como una metáfora del cambio que está teniendo lugar en muchas partes del mundo, desde una industria tradicional a una industria basada en el conocimiento.

¿Hay algún proyecto nuevo que tengáis en marcha?

La etapa de crecimiento en la que nos encontramos lleva asociada también el arranque de nuevos proyectos y lo que es más importante la apertura de nuevas líneas de investigación. A este respecto, uno de los objetivos del CINN para los próximos años es consolidar una línea de investigación dirigida al desarrollo de materiales multifuncionales que permitan responder a las demandas que el actual modelo de transición energética va a requerir de los futuros dispositivos de electrónica de potencia.

Fernández en uno de los laboratorios con los que cuenta el centro CINN.

En esta línea de investigación, podríamos destacar DIOSIC, un proyecto 100% español en el que se desarrollarán chips semiconductores, cuyo objetivo es crear un nuevo material con características únicas para el empleo en electrónica de alta potencia.

¿Qué supondrá la ampliación de las instalaciones del CINN?

No supondrá simplemente la disponibilidad de más espacio, sino que éste reúna las características necesarias para permitir la instalación de nuevas tecnologías que potencien las líneas de investigación del centro y favorezcan el avance de las mismas, teniendo en el punto de mira el objetivo final de transferir los resultados al sector industrial y a la sociedad en general.