Atlas de Geografía Minera: La barriada

Hay muchas barriadas en las cuencas y de muchas formas, aunque dice Alfonso Zapico que dibujadas desde arriba todas tienen forma de C o de O lo que hace que parezca un anuncio de CCOO. Lo dice para meterse conmigo y porque él es del SOMA pero he estado investigando y puede que tenga razón. Si bien, para ser sinceros, lo cierto es que también hay barriadas con edificios en forma de U e incluso de T y si me apuras de G, así que vamos a pre. Cuento todo esto para que sepáis que no todo en la relación artístico-literario-laboral que tenemos Zapi y yo es un colchón de pétalos de rosas, que a veces también hay espinas. Nunca nos hemos puesto a hablar de fútbol para evitar males mayores.

Más allá de la forma de los edificios de las barriadas que salpican las cuencas  de una punta a otra, la vida de estos emplazamientos que sirvieron para acoger a cientos de familias que llegaron a estas comarcas para buscarse la vida trabajando en la mina, da para otras tantas novelas, películas o canciones. Fueron estos lugares, sitios de encuentro de familias que venían de Andalucía, Extremadura, Galicia, Portugal, León o el resto de Asturias, y se convirtieron en pequeñas Naciones Unidas que reunían a multitudes de niños de todas las estaturas y colores de pelo, en calles sin asfaltar donde una comba y un balón de trapo eran el centro del universo. Todos en estos valles tenemos una barriada en el corazón, porque aunque no viviéramos en ella, siempre había algo que nos unía a alguna: Una abuela, un padrino, una compañera de clase, un novio… La mía era el Japón donde pasé parte de mi infancia, por eso casi siempre le pido a Alfonso que pinte las barriadas que salen en nuestros escritos de amarillo. Amarillo y rojo son los colores que definen todas nuestras barriadas mineras. Hay otro rasgo que explica algunos de estos lugares, los nombres de países asiáticos donde estaban en guerra en el momento del reparto de las viviendas, que eran también un gran conflicto o los nombres de Santos.

Pasear a día de hoy por estos barrios en los que ya no hay tantos guajes ye volver a oler los potes de nuestras madres que se cuelan por esas ventanas abiertas en las que a veces también se escucha una canción de la Jurado. Ellas, les muyeres, siguen resistiendo como siempre ahí y allá.

En el dibujo que hoy nos regala Zapico está reflejada una gran barriada del Nalón, y recalco lo de “gran” porque no solo es gigante, que lo es, también porque en su seno vivieron, lucharon y salieron adelante miles de familias que la llevan en su corazón por siempre. Es El Serrallo, en Sotrondio. Serrallo en una de sus acepciones es una palabra que procede del turco y que significa “Palacio”. Un palacio fue, para mucha gente, la vivienda de barriada. El lugar que les permitió soñar con una vida mejor.